¿Estresado?

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Pak:

Mantengo la mirada fija en la ventana y la luz que se cuela por la pequeña endija que deja la cortina, el lobo esá inquieto, más que de costumbre haciendo que todo sea realmente un fastidio, pero a pesar de eso me obligo a ir a enterrar mis narices entre montañas de papel e informes tratando de encontrar el punto debil de Gabriel. Los días pasan lentos, entre discusiones, planes, reuniones, estrategias e informes, todo es una locura, aunque mi manada es fuerte e independiente muchas otras no lo son y de alguna manera los Alphas habian descargado esas responsabilidades en el consejo, haciendo que tuvieran cargas administrativas en varias manadas y pequeños asentamientos de los cuales hoy soy responsable, algo que ha sido dificil de cambiar y mucho más si sus lideres no tienen esa visión, pero como no puedo rendirme y mandarlos a volar, decidí traer a algunos de los lideres de allá a vivir entre nosostros y ha sido una locura.

Hace días que el dolor en el pecho se hizo más fuerte, por lo que han tenido que revisarme varias veces, Nic dijo que era la distancia con Lisha, que mi lobo entendía que ya se había cumplido el tiempo pactado para que volviera y aún no lo hace, he estado tentado a preguntar pero no quiero presionar por eso, volverá en el momento que crea es el adecuado, creo.

Lisha:

Intento abrir los ojos y duele, mi respiración es casi artificial y al intentar llenar por completo mis pulmones una pequeña punzada de dolor, me atraviesa el torax haciendome jadear.

- Relajate, tu cuerpo sigue muy golpeado- trao de quedarme quieta y vuelvo a intentar abrir mis ojos para ver a Julian sentado en un sofa en frente de mi, está leyendo un manuscrito, porque ese rollo no es un libro. – Sufriste mucho en la pelea, así que mantuvieron un par de días en coma, luego te desentubaron, pero aún faltan unos huesos por sanar, así que no te muevas mucho, si quieres algo solo habla o intentalo ya que es muy posible que tus cuerdas vocales estén algo atrofiadas- termina de hablar y no me mira, no necesito que lo haga, se muy bien que es consciente de cada parte de mi, puedo ver su preocupación a kilometros de distancia.

- A agua- mi garganta arde y Julian me ayuda a beber un poco, mantiene su mano en mi cabeza como en una leve caricia e intento sonreirle.

- Duerme un poco- y como si mi cuerpo obedeciera, los parpados me pesan y quiero volver a dormir.

Luego de unos días en el hospital, que realmente solo fue una semana en completo reporoso, COMPLETO REPOSO, cosa que odié, nuestra pequeña familia vuelve a los dormitorios para empacar, todos aprobamos y fuimos asignados a manadas, Karla va conmigo, fue asignada a una manada vecina de Luna Oscura, Merit y su esposo fueron asignados a Italia y bueno, Hamir y Julian por ahora iran juntos a Inglaterra, pero se les asignaron comunidades diferentes a las usuales, por lo que deberán ir a una semana más de entrenamiento y luego si a su destino, literal.

- Voy a extrañar este lugar- Merit se deja caer en la cama y yo rato de levantarla, Hamir se va a enojar si seguimos así, tenemos poco tiempo para llegar al aeropuerto.

- Vamonos, no exageres que lo odias- Karla rie y nos encaminamos a la salida, han sido tres mess locos y exigentes, tengo cicatrices y muchas historias por contar, pero han valido la pena, no me arrepiento de haber venido, si bien no he consegido el control necesario de mis poderes como se esperaba, he aprendido mucho de las especies, de armas, estrategia, etc.

Nos mantenemos en silencio en la sala de espera del aeropuerto, ninguno de nosotros sabe como despedirse, sabemos bien que será un largo tiempo antes que nos volvamos a ver, así que ¿Qué se dice en esos casos?. El primer llamado lo hacen para Merit, que con unas lagrimas se levanta de su silla, nos reunimos en circulo en un silencio que decido romper.

- Papá decia que los Holson tenemos un mantra: el dolor nos hace más fuertes, y con lo que vivimos cada día deben tenerlo en mente y cuidar sus bonitos traseros- una carcajada de Karla aligera el ambiente y todos reimos un poco.

- Los amo, y si, nos vamos a mantener en contacto-

Nos despedimos de ella y se va, luego le seguimos Karla y yo, pero me tomo un segundo más para abrazar a Julián, de cierta manera ha estado manteniedo la distancia conmigo desde la arena y se que atormenta su cabeza, es hora de frenarlo.

- Estoy bien y es gracias a ustedes, así que no te culpes, no pudiste haber hecho más- le doy un beso en la mejilla y el deja uno en cada lado mío.

- Cuidate y dile al pulgoso que tenga cuidado o voy a matarlo-

Hamir, me da un abrazo y una sonrisa, de esas que a todas derrite y como no, si es un bombom de hombre y no me cansaré nunca de presumirlo, pero si lo pienso un poco Julián es mi favorito, tiene esa facilidad de tener tantas caras de si mismo solo acercandote suficiente puedes descubrir su yo en cada una.

- Avisaste a alguien de tu llegada-

- Si, vas a tener el privilegio de ser escoltada por Klein Maccont –

Mientras veo a Karla sonreir por lo que acabo de decirle, no puedo dejar de pensar en lo que me espera de aquí en adelante, aún tengo que entrenar mi control, descubrir los limites de mis habilidades y lidiar con Pak, esta ultima es la más aterradora, teniendo en cuenta que eso significa ser Luna de una manada y Guardiana de la misma, dos responsailidades inmensas en una sola persona.

Pak:

Mantengo los ojos entre el papel y vuelvo a inciar la lectura, es la quinta vez que intento leer el informe pero mi cabeza no lo procesa, estoy malditamente cansado, frustrado, estresado y mucho más.

- Alpha, su almuerzo- Lina entra y deja todo en la mesa, pero apenas me levanto de la silla para ir a comer, la escucho por el pasillo, sus pasos son lentos y casi que podría jurar que mueve su cuerpo de un lado a otro.

- Que bien que me esperaste para comer- mis ojos la recorren, las prominentes curvas me resultan un poco grotescas, pero debo reconocer que sigue siendo bonita, Ximena ha sido una de las pocas mujeres con las que he repetido, aunque hace varios meses no la veia.

- Ximena, ¿A que se debe tu visita?- me devuelvo a la silla y ella se sienta frente a mi escritorio.

- Te extraño y como no has ido a verme, pues vine yo- la veo y no lo creo, las infinitas veces que he dejado claro que no me gusta ese tono de "tengo derecho a reclamarte" y muchismo más el hecho de venir a mi manada, esa es la principal razón por la que hace muchos meses dejé de verla, su obsesión conmigo estaba poniendose rara y por Lisha, claro. – Tienes unas ojeras enormes y luces tenso, dejame ayudar.-

- No es necesario- pero no le importa en segundos la tengo sentada en mi regazo viéndome fijamente mientras sus manos se deslizan por mi pecho. – Dije que no quiero Ximena- mi tono es serio, pero no cede y la muy maldita sabe exactamente que hacer para volverme loco, pero ya no es como antes sin siquiera procesarlo me besa.

La Guardiana!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora