La Guardiana!.

Nada Importa!

Lisha:

Soy consciente de todo y nada, pero sé que es suficiente, soy una guardiana de esta manada más allá de la relación que tenga con Pak, mis responsabilidades son claras y no se basan en andar lloriqueando en la base de un árbol, así que me levanto e intento darme animo y caminar de vuelta, pero antes incluso que se disipe la niebla puedo sentir un frio a mi alrededor del que antes no era consciente, algo pasa y lo confirmo viendo a la distancia es par de ojos negros.

- Muy bien Lisha, guiaste a tus enemigos hasta ti... Que buen inicio guardiana- porque no es uno o dos, casi estoy segura que sin más de cien bichos ahí en las sombras esperando por mi. – La ventaja es que no estoy de muy buen genio hoy y la desventaja que no tengo un arma- me concentro un poco y me enfoco en la tierra a mi alrededor, hay mucho material para luchar pero no podré aguantar mucho sin un arma, espero que la manada se alerte pronto de los intrusos o moriré aquí hoy.

Hago mi mayor esfuerzo evadiendo, golpeando y usando mis poderes, pero me estoy cansando de eso, la lucha cuerpo a cuerpo con un vampiro es malditamente desgastante y se han encargado de golpear áreas especificas, haciendo difícil seguir luchando, pero van a tener que esforzarse un poco más antes de verme caer; recibo un golpe en mi costado y me doblo intentando proteger la zona y buscar aire, dejando libre mi cabeza que no desaprovechan para golpear, un sonido sordo se escucha y lo siguiente es mi cuerpo cayendo al piso, mis ojos se llenan de lagrimas y el pitido en mi oído aumenta, gateo intentando ganar algo de espacio y puedo escuchar la risa del vampiro haciendo que me enfurezca aún más, han caído muchos de ellos, pero en cunado acabo con uno, otro viene y toma su lugar; sé que estoy débil, sé que si no llega ayuda moriré pronto, pero no será en manos de ese malnacido chupa sangre, así que antes que me de su golpe final una daga de roca lo atraviesa y esa es mi estocada final, porque con la sonrisa en mis labrios me dejo caer de frente al suelo, no tengo fuerzas para nada más.

Pak:

Intento llegar a ella una y otra vez, pero nube a su alrededor sigue dándome descargas cada vez que intento cruzarla, necesito llegar a ella, está en la cima de una montaña y toda está cubierta por esa niebla espesa actuando como una cerca eléctrica que no permite que nos acerquemos.

- Deja de intentarlo Pak, debes ir a que te revisen las heridas-

- NO, tengo que-

- ¿Tienes que? ¿pedirle perdón? ¿crees que te va a perdonar? Eres completo idiota, estuviste meses arrastrándote por el suelo por no poder verla y entonces se te ocurre que la mejor manera de mitigar el hecho de que la extrañas es revolcándote con Ximena?-

- ¡LO SÉ! Se que nada de lo que le diga va a funcionar ¿Pero no puedo intentarlo?¿ sabes como me siento? Malditamente mal, tengo un dolor en el pecho que no cesa, quiero llorar y destrozar todo al mismo tiempo, quiero matar a Ximena y luego golpearme contra la pared una y otra vez, pero ¿Qué hago?¿Lloro en el piso como un niño pequeño?¿sabes lo decepcionado que me siento de mi mismo?- veo nuevamente hacia la niebla y me transformo en lobo, está vez no puedo culpar a mi parte animal, lo hice yo y aunque lo hacia con ella en mi cabeza e imaginando a Lisha, sabía bien que no lo era.

Vuelvo a la manada y en la sala sigue Ximena, cosa que hace que la ira crezca en mi como un incendio sin control.

- ¿Acabaste el show?- pregunta con una media sonrisa.

- Siempre supiste que ella llegaba hoy ¿no?- se levanta y se acerca a mi.

- No te obligué a nada, pudiste rechazarme-

- Y lo hice- mantengo mis ojos en los suyos, quiero arrancarle la cabeza a esa loca, pero eso desataría una guerra entre manadas y por eso lo hace, ella sabe que es intocable.