Conexión!!

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Pak:
Intento mantener la cordura pero es difícil, el cuerpo dormido de Lisha en mi cuarto es un gran obstáculo, adicional hay bastantes cosas por resolver, así que me la paso alternando mi tiempo entre paseos en medio de la noche para relajarme un poco, el despacho y mi hueco en este maldito sofá. Van 5 días de tortura, Lisha no despierta y yo estoy volviéndome loco; observo con sumo cuidado a los brujos que han venido a verla de nuevo, he perdido la cuenta de cuantos bichos raros han venido a verla por petición de Julian, pero él no ha aparecido y es mejor que no lo haga, ninguno de los dos está en las condiciones mentales para ese encuentro.

Maira entra al cuarto y me ve con una sonrisa triste; luego de la segunda noche decidieron que era mejor obligarme a dormir un poco, mediante un hechizo o lo que sea que hacen, porque estaba muy descontrolado.

- Esta noche no Maira- no dice nada y se marcha, siento miedo y frío, esta tarde era como un pequeño susto, pero pasa el tiempo y se incrementa, hasta que no distingo entre el mío y el suyo, así que esta noche no quiero desconectarme, no quiero dejarla sola.

Los pequeños golpes en la puerta son su señal de paz, porque sabe bien que desde que subió las escaleras puedo sentirlo, ese sexto sentido si se trata de él no desaparece con los años y aunque me siento cansado, murmuro un pase para que mi hermano ente a la habitación. Sus ojos contemplan a Lisha con un brillo diferente, es la forma en la que la mira y se preocupa por ella que me dice que hay una conexión entre ellos, misma conexión que en el pasado me causaba tanta envidia, pero que ahora no merezco si quiera sentirme celoso por eso.

- ¿Qué pasa?- despega su mirada de mi mate y me ve con preocupación.

- Te ves horrible- una pequeña sonrisa aparece en mi rostro y el se espanta.

- No es chistoso Pak, es en serio, debes cuidarte por el bien de la manada-

- Siempre puedo confiar en ti hermano, además ahora tu mate es una Holsón, estarán en buenas manos- me ve con detenimiento y un poco de tristeza

- Sabes bien que no es lo que quiero, no me gusta. Y precisamente de ella te quería hablar-

- ¿Sigue negándose a verla?-

- Algo así, lamento que no hayamos tenido tiempo ni ánimos para presentaciones un poco más amigables- le doy palmadas.

- Felicitaciones hermano, me alegra que la hayas encontrado; así que no seas idiota como yo y cuidala-

- Claramente no soy tu- le doy una media sonrisa y sus ojos me observan con tristeza. – Sabes que haría cualquier cosa por ti ¿cierto?- me da un corto abrazo y se va, pero justo en la puerta se da vuelta – Se fuerte, ella te ama, solo no ha tenido oportunidad de decírtelo- no alcanzo ni a preguntar porque lo dice cuando Stiff entra con una bandeja.

- No has comido nada en todo el día-

- ¿Cómo están?- deja la bandeja, pero niego y frunce el ceño.

- Intenta alimentarte o no habrá Pak para cuando ella despierte-

- ¿Va a despertar?-

- Tu tienes al consejo buscando una manera y los Holsón están usando sus influencias para encontrar a Andrei y terminar esto de raíz, así que es seguro que volverá; la manada bien, algunos de los heridos han sido dados de alta, se reestablecieron las rondas, pero se mantiene la armadura como ordenaste-

- Bien, ve a casa a descansar, Alex va a matarme si sigues aquí-

- Te dejo la ensalada, come algo- se va cerrando la puerta e intento acomodarme mejor en el sofa, mientras froto mis brazos para darme un poco de calor, hace un frío de locos. La puerta se abre de nuevo y me pregunto ¿Qué les dio a todos hoy por venir? Pero tal es mi sorpresa al ver a Karla entrar y situarse al lado de su prima.

No dice nada, mantiene total silencio mientras la revisa y toca su cuerpo, mantengo mi mirada en cada movimiento y ella lo nota.

- No voy a hacerle daño perro, no soy como tu- el comentario sobra, pero me lo merezco, claramente ella sabe que está así por mi culpa y no se molesta en ocultarme su desagrado hacia mi persona.

- ¿Puedes ayudarla a subir su temperatura? – me ve frotar mis brazos y asiente, toca su frente, los segundos pasan y la calidez aumenta, como un calor que me recorre todo el cuerpo, pero aún cuando el frío cesa, el miedo aumenta haciendo que me desespere y no pueda permanecer sentado. – Esta aterrorizada, haz algo – casi le suplico pero niega.

- No soy yo quien puede hacerla sentir segura- le da un beso en la mejilla y dice algo a su oído que me niego a oir, para luego irse.

La observo dormir, su expresión es de terror puro y es entonces cuando no me niego la posibilidad de tenerla cerca, muevo las mantas y me recuesto a su lado, pasando mi brazo por debajo de su cabeza y acunando su cuerpo con el mío, inmediatamente todo mi cuerpo se revoluciona y luego solo vuelve a la calma.

- Estoy aquí bonita, siempre estaré aquí, seré tu perro faldero si es lo que quieres, porque me tienes, incluso antes de que me haya dado cuenta- acaricio su cabeza y dejo un beso en su frente, las lagrimas me brotan sin descanso y siento mi interior hundirse en un lamento. – Ya ves que si soy un idiota bonita, pero ese idiota no sabe vivir sin ti y lamento profundamente que estés así, es mi culpa, no pude protegerte so solo perdóname ¿si? Por favor solo perdóname, no tengo ni idea de como ayudarte a salir de ahí, pero no importa que tenga que hacer voy a sacarte de ahí, solo aguanta, se fuerte, así como solo tu sabes serlo bonita, aquí estaré esperando por ti, no puedo prometerte que será perfecto, pero daré todo de mi por esto o lo que queda, porque me has tenido desde el momento en que tus ojos vieron directamente a los míos-

Sigo acariciando su cabello, pero el cansancio golpea mi cuerpo y escucho que alguien entra al cuarto, es Karla, pero los ojos me pesan tanto que no puedo decir nada, solo dejarme llevar por la oscuridad.

Lisha:

Puedo escuchar su voz cerca, tan cerca que si estiro mi mano creo que puedo tocarlo, sus caricias, el contacto de su cuerpo con el mío, el calor que emana su cuerpo y la forma perfecta en que se amoldan el uno al otro. Cierro mis ojos intentando mantener la sensación tan real como me es posible, tan cerca como realmente sucede, mientras el volcan de emociones en mi interior me da tregua intento disfrutar de esta cercanía. Me acomodo en posición fetal en el suelo, que de repente me parece más cómodo, suficiente como para quedarme dormida, con la leve esperanza de encontrar un poco de paz en mis sueños.

La Guardiana!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora