La Guardiana!.

Perfecto!!

Pak:

- Ese pequeño gruñido es de lo más tierno – sigue riendo y yo me robo algunas de sus papas, no es trampa ya que ella ha cogido la porción que era para mi. – Eyyy, ladrón- me encojo de hombros y ella frunce el ceño.

- Sigue así y te vas a arrugar rápido, además eran mías desde un principio- me regala una breve sonrisa e inevitablemente eso saca una mía.

- Tacaño- seguimos comiendo en silencio, de vez en cuando robo una de sus papas y ella intenta golpear mi mano para que la suelte. - ¿podemos conseguir más?, realmente estoy hambrienta y creo que una pequeña hamburguesa y media porción de papas no es suficiente- por un momento me siento mal, yo pedí poca comida creyendo que como estaba tan tensa iba a comer poco, pero se me olvida que entrena con Nic y vive con Janeth, lo que se traduce en comida deliciosa por montones.

- Ummmm, estoy seguro que todos ya se fueron, pero podríamos intentar cocinar algo- sus ojos se abren con sorpresa.

- ¿el alpha gruñón cocina? Una verdadera anomalía-

- Muy chistosita, además no siempre he sido Alpha- nos encaminamos a la cocina y al llegar las luces están apagadas, las enciendo y ella va directo al refrigerador.

- ¿Algo que quieras? O ¿Qué no quieras?- dejo la bandeja y los platos en la zona de lavado y le doy un no como respuesta – Bien, lasaña de plátano será- no es algo que haya comido, pero suena bien. - ¿Cómo te convertiste en Alpha?- pregunta mientras saca cosas de la nevera.

- ¿En que ayudo?-

- Prepara esta carne molida, sin tanta salsa o especias por favor, no se me da bien tanta mezcla de sabores- asiento y voy por unos tomates, cebollas y ajos para guisar.

- Se dio de a poco, supongo que los demás se dieron cuenta primero que yo, solo pensaba en defender a los míos y en que quería lo mejor para ellos-

- ¿Eso incluye a Klein?- dejo de picar la cebolla y le doy una mirada - ¿Qué? todo el mundo me dice que eres muy buen hermano, pero por lo que he visto eres el peor- sigo en mi tarea y ella va a la estufa dándome la espalda.

- No sé, quiero creer que lo he hecho lo mejor que he podido, además los últimos sucesos son enteramente tu culpa-

- ¿Mía? Acaso ¿Fui yo quien la loba que se dio cuenta y no pensó que mi mate guardián no podía saberlo?- fruce su ceño nuevamente y levanta una de sus cejas, lo cual no me puede parecer más sexi; así dejo lo que estoy haciendo y rodeo su cuerpo con mis brazos asegurándome de que no haya escapatoria.

- He dicho que dejes de hacer eso que te vas a arrugar muy pronto, además mezclado con la ropa que llevas puesta y el momento, se ve jodidamente sexi- acerca su cuerpo un poco al mío y el corazón me empieza a bombear a mil.

- ¿Y qué puede pasar?-

- No juegues con mi autocontrol bonita – dejo un leve beso en su frente – perdón por no habértelo dicho- sin más vuelvo a mi tarea y ella continua en la suya en silencio.

Lisha:

Seguimos en silencio cada quien concentrado en lo suyo y yo, en encontrar nuevamente el ritmo tranquilo de mi corazón, lo peor es saber que incluso si estoy al otro lado de la cocina puede oír el latido frenético y lo disfruta, por algo su estúpida sonrisa.

- Se van a quemar- doy un salto y el sostiene la sartén rápidamente para que no se vuelque con todo el aceite sobre mí. – Cuidado bonita-

- Deja de hacer eso- le digo tomando la sartén y sacando los últimos plátanos.