La Guardiana!.

Un momento!!

Lisha:

Ha pasado un mes desde que fuimos a ver a la Bruja Maira, la verdad me confundió mucho mas de lo que ya estaba. al parecer soy y en esto la cito a ella "Un extraño caso de la unión de la mutación de los genes y la voluntad de la luna", que carajos significa??... Pues no tengo idea, pero según lo que dijo, es que mi corazón es especial, es como una llave a una fuerza que si no controlo podría destruirme, unas palabras más por allí y por acá, pero les resumo, al final del día decidió acompañarnos de vuelta y quedarse unos días para ayudarme con ella sabe que cosa.

- Vamos Lisha, necesito que te concentres, llevamos un maldito mes tratando de que mantengas la mente en blanco y ni eso puedes hacer... Maldita sea, tienes que dejar que tus emociones te controlen , por favor....- me dice entre regaño y suplicas Maira, bastante enojada diría yo, pero si ella ha perdido la paciencia ¿Cómo carajos estoy yo? A pues si alguien se dignara a preguntar lo sabríamos verdad.

- ¿Por qué carajos crees que no me esfuerzo?¿Me has visto dejar de intentarlo en este tiempo? Ni un solo día, así no creas que no avanzamos por mi culpa bruja loca.

- Lisha, ven a comer algo- la mirada de Janeth sobre mi hace que arrastre mis pies en su dirección... - Esta vez vas a tener que ayudarme, corta esto así- toma un pimentón y me muestra, luego dando un suspiro intento hacerlo, concentrándome demasiado en la tarea – No quiero que te esfuerces, solo déjalo fluir Lisha, no te estoy pidiendo que salves al mundo, solo es cortar un pimentón estará bien de todas formas- trato de relajar los hombros y hacerlo fácil, sin presiones, sin que se convierta en un requerimiento o en algo que aprobar, sin que se convierta en un tengo sino en un debo, quiero y puedo.

- No podría decir que soy un chef, pero creo me quedaron decentes- su sonrisa es genuina y tira de una de mi parte, Janeth es así inteligente y cálida, sabe como decir las cosas.

- Una niña de 5 años lo hubiera hecho mejor, pero jajajaja- reímos juntas mientras terminamos la cena, poco a poco el sol se oculta y luego de que comiéramos me dejo caer en la mitad de la carretera.

Podría decir que han pasado muchas cosas en los últimos meses, podría casi recordar muchas cosas pero se bien que el tipo de vida que llevaba antes de llegar aquí no es algo a lo que quisiera volver, era vacía y sin sentido, con una especie de muro de contención que no solo impedía que hiciera daño, sino también me mantenía lejos de la sociedad. Dejo mi mente divagar en los momentos únicos aquí y sin consensuarlo vuelvo a sus ojos, al calor de su cuerpo a la comodidad de sus brazos, a lo profundo de su mirada, se que es solo un abrazo pero en ese instante era justo lo que necesitaba y eso lo hace especial.

La mañana esta calurosa y Maira extrañamente no ha querido iniciar el entrenamiento temprano, así mientras eso llega decido sacar un poco de energía golpeando un saco.

- Es un buen día- dice Nic desde la silla en el solar.

- Supongo que si – tengo un buen presentimiento.

- Invité a alguien para ayudarte, por favor no seas grosera esta vez Lisha, no eres una niña de 5 años a la que le gusta su compañerito y por eso lo golpea- Estoy a punto de protestar cuando el señor gruñón aparece, como perro por su casa. – Pak, siempre es un gusto verte-

- No se puede desaprovechar una solo oportunidad de saldar viejas deudas, me alegra poder ayudarte en algo- se saludan, mientras yo respiro profundo, Nic tiene razón no puedo ir por ahí golpeándolo de la nada, esperen ¿acabo de admitir que me gusta?.

Pak:

La llamada de Nic fue imprevista, pero negarme no era una opción, ese viejo solo llama cunado realmente necesita ayuda, hasta ahora son cosas menores, pero sabe bien que estoy agradecido por las veces que ha puesto su vida y la de Janeth en riesgo por proteger mi manada y más alla de que sea su trabajo y lo disfrute más que a nada, se agradece.

Pero mentiría si dijera que tenia también otras intenciones, realmente poder verla es casi suficiente como para calmarme un poco, necesito verla casi como respirar, ha sido un mes eterno y aunque no hay un vinculo con ella, no puedo simplemente seguir mi vida ignorando el hecho de que está a escasos 25 minutos en carro de mi.

- Creo que recuerdas bien a Lisha- mis ojos inevitablemente viajan hacia ella y ahí quedan, es malditamente bonita y... - Veo que si, la señorita necesita poder salirse de su área de control y al parecer la unica persona aparte de los ancianos capaz de sacarla rápidamente de sus cabales eres tu, así que ve con ella y Maira vendrá ahora a mostrarles que deben hacer.-

Mi cuerpo entero se tensa sabiendo que debo estar cerca de ella y ahora lo único que quiero es huir, se bien que en cuanto este cerca va a ser una caída sin regreso, así que mientras aparece la bruja me mantengo lejos, solo observando.

- Alpha- la vieja se ve como siempre, Maira de hecho luce joven para su edad, bastante diría yo. – Lisha tiene un poco de problema con el control de sus emociones, hecho que la lleva inconscientemente a reprimirlas por completo y para eso está usted aquí, queremos que refleje su caos emocional en ella tal y como lo hace con su manada.-

- Solo puedo si es parte de mi manada y ella no lo es, se ha negado insistentemente a reconocer mi autoridad- frunzo el ceño mientras la observo actuar con fingida inocencia.

- Se bien que comparten un vinculo, así que no habrá problema- en una sola mirada le transmito lo que quiero y ella asiente. – Pónganse de frente, unan sus palmas y concéntrense, Alpha por favor abra el vinculo y Lisha solo tiene que mantenerse receptiva a el-

Suspiro profundo y me acerco, inevitablemente mi corazón late más fuerte y rápido, reflejar emociones va a ser fácil.

Lisha

Mantengo mis ojos cerrados y trato de no pensar demasiado en el sudor de mis manos, en cambio me concentro en su calidez ya conocida, desde que cada parte de mi siente el halo de calor que emana su cuerpo, casi que si enfoco un poco más puedo sentir el palpitar de su cora... No hay manera de que sienta sus latidos atravez de su palma, empiezo a sentirme emocionada, mi corazón se acelera y me siento ansiosa, de repente un frio se instala en mi espalda y un miedo aterrador me invade, algo en mi se desconecta y me roba un suspiro, es el frio hedor de la muerte, puedo sentirla por un segundo en una punzada que me recorre el cuerpo y luego la sensación de vacío me inunda.

- Dime que sientes.-

- El vacío de la perdida de un miembro- digo en un susurro y con una lagrima en mi mejilla, mantengo mis ojos cerrados e intento no quitar mis manos de las suyas.

- Ahora deja que esa sensación te inunde, no puedes devolvérsela, tienes que consumirla tu ¿Qué harás con eso Lisha?-

¿Qué se supone que haga con tanto dolor? ¿No puedo devolverlo? ¿Qué hago? Las preguntas se cruzan en mi mente, pero realmente quisiera poder absorber todo lo que más pueda de ese sentimiento, quizás eso sea lo que el necesite en este momento, que alguien le quite un poco de esa carga al menos por unos segundos, dejo que cada parte de mi cuerpo absorba algo de ese vacío, intentado alejarlo de su cuerpo, pero tengo que vaciarlo es demasiado para contenerlo, así que lo reflejo al piso, solo absorbo de él y lo llevo desde mis manos hasta el suelo, la tierra tomará su dolor.