Lisha:
Me remuevo en la cama, el cuerpo se siente entumecido e intento estirarme, pero mi mente vuelve a recordar lo que pasó hace unas horas y quedo sentada con los ojos abiertos.
- Rash- el susurro sale de mi garganta, me muevo rápido para bajarme de la cama e ir en busca de alguien que me de alguna noticia de él, por si había duda, si, estoy de nuevo en el hospital.
- ¿A dónde vas?- Pak me ve con desaprobación desde la puerta del baño, volteo a verlo, luce cansado, su cabello se ve despeinado seguro ha pasado sus manos por allí demasiadas veces y su pinta en general está desaliñada.
- ¿Él?- el resto de la frase se me atasca en la garganta, no puedo ni siquiera pronunciar que casi ha muerto en voz alta.
- Está bien, recuperándose en un cuarto del hospital- un alivio me recorre el cuerpo entero, pero sus palabras no son suficientes para mi, debo verlo.
- Llévame con él- Pak asiente, me da la mano y caminamos juntos a su habitación, que está justo al lado de la mía. Dudo en entrar, la valentía me abandona el cuerpo en cuanto Pak abre la puerta y su voz se escucha, junto con la de Alex, su mate. ¿Qué pasa si le ha quedado alguna cicatriz? O mucho mas grave ¿ha perdido alguna extremidad?, permanezco un paso fuera y Pak nota mi duda.
- Has dicho que querías venir, ¿Vas a entrar si o no?- la forma en la que me habla es brusca, casi con enojo y lo entiendo, es horrible lo que he hecho, he puesto en peligro a su beta y a cada miembro de la manada, es mi culpa que su beta esté ahí, no necesitábamos ponernos en riesgo, si hubiera esperado a Pak y los demás quizás... El terror se extiende por mi cuerpo y camino de vuelta a mi cuarto, pero Pak me detiene.
- No puedo- le digo en apenas un susurro intentando contener el llanto, pero no me hace caso y tira de mi brazo de vuelta a la habitación de su Stiff.
- ¡Tienes que verlo!- forcejeo con él, intentando zafarme, las personas que pasan por el pasillo se detienen a vernos y tiro más fuerte, quiero ir a mi habitación.
- No puedo Pak, no quiero- vuelve a tirar de mí, su agarre es fuerte pero no me lastima, las lagrimas se escapan de mis ojos y tiro un poco más fuerte.
- ¡BASTA!- Su voz hace que me paralice en el sitio, hipeo un poco y lentamente me doy la vuelta, Stiff con una bata de hospital igual que la mía, ve a Pak con desaprobación, mis ojos lo recorren de arriba abajo, dándome cuenta que solo una de sus manos cuenta con una cicatriz, un alivio me recorre el cuerpo y un sollozo se me escapa.
- Lo siento, lo siento lo siento- balbuceo, mientras lloro, evito su mirada y siento sus brazos a mi alrededor.
- Está bien Lisha, estoy bien- se queda conmigo así, hasta que mis sollozos disminuyen y pierdo la cuenta de las veces que he le he pedido perdón, pero me niego a verlo a los ojos, no soy capaz, no aún. – Ve con ella y no seas malo- dice y me suelta, sin esperar a Pak me giro y voy de vuelta a la habitación, donde los doctores ya me esperan para una nueva revisión.
Pak:
Me quedo fuera unos minutos mientras Mario atiende a Lisha, respiro profundo e intento que todo lo que ha pasado no me afecte, pero es imposible, hemos tenido un ataque en la manada, casi pierdo a mi beta, he visto a mi mate desprender fuego de sus manos y quemar vivos a los vampiros, se ha desmayado, Karla me ha regañado por no mantener lejos a los miembros de las llamas, Mario sigue molesto por traer de nuevo a Lisha al hospital inconsciente, un día abrumador como hace meses no tenía.
- ¿Qué hiciste ahora?- su pregunta me saca de mis pensamientos, Mario me ve con total desaprobación, ni se molesta en contarme como fue la revisión. – Parece un cachorro abandonado- niega y se marcha, de seguro va a llamar a Janeth para darle las indicaciones del cuidado de Lisha, porque sigue sin creer que yo lo haga bien.

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La Guardiana!.
WerewolfLa vida no es un cuento de Hadas. La realidad es mas dolorosa de lo que esperamos, pero nos hace fuertes, me hace mejor, me hace insensible, inquebrantable..Esta soy yo Lisha Holson y estoy dispuesta a todo, Yo soy La Guardiana!. He aprendido que si...