Salí de nuevo mientras todos corrían al desayuno, Sol estaba esperándome ahí, en la reja.
—¿Puedes estar aquí a las siete? —pregunto ella mientras me daba un chocolate.
—No se —respondí y agradecí por el dulce.
—¿Sabes leer la hora? —negué.
—No se leer —me senté junto a ella, la reja nos dividía.
—¿Tienes algun amigo que pueda leerte la hora? —pregunto.
—Creo que si —comi del chocolate y ella del suyo.
—Bien, dile que te diga la hora y si dice que son las siete, te vienes corriendo a la reja.
—Okay —me levanté y trate de abrazarla como pude.
—¡____! —grito Christopher desde la puerta.
—No puedo dejar que me vean —ella corrió y yo quite mis brazos muy rapido de la reja y me corte.
—¿Con quien estabas? —pregunto él.
—Con nadie —miró mi mano lastimada.
—Ohh pequeña... ¿duele? —asenti—. Ven —me cargo en sus brazos y me llevo a dentro—. Vamos a que te pongan una curita rosada —dijo—. ¿Te gusta el rosado? —negué.
—Chris, ¿Que hora es la siete? —el miró el relog de la pared y me contesto.
—Falta mucho para las siete, son las nueve de la mañana —dijo.
Salimos de la enfermería con una curita color rosa y caritas de hello kittie.
—Chris, ¿me avisas la hora siete? —el asintio—. Gracias.
—De nada, ve a jugar —se fue por el pasillo y fui al arenero.
—¿Quieres jugar? —dijo ¿Yoyo?, en fin, moví mi cabeza en un no, ese niño tenia orejas muy grandes como para ser normal.
Me aleje de él y entre a las habitaciones para dormir un poco.
Me desperté por los gritos de Chris.
—¡Día de vacunas! —dijo Chris y me cargo en sus brazos—. Intentaré salvarte pero no se si podré —me abrace a su cuerpo estando dormida y visualice la enfermería, Chris corría a ella.
—¡Sueltame! —grite con vos chillona.
—Eres lista —rio—. No duele, será un segundo.
—¡No quiero! —grite otra vez, trate de pegar patadas y tirarme al suelo pero no podia.
—¡Vacuna! —grito otro nene corriendo al sentido contrario, esto era feo, moriría ahí, vi que algunos salían llorando.
—¡Me van a matar! —grite.
—Dejala quieta —dijo una vieja.
—___ quédate quieta y no va a doler —hablo Chris y Joel me miraba desde la puerta.
—¡No! —grite más fuerte y Joel entro.
—____ —lo mire—. Mírame, soy Joel —tomo mis manos y sentí el pinchazo.
—¡Monstruos! ¡Todos ustedes! —grite mientras Chris me llevaba afuera.
—Ya, tranquila —dijo Joel—. Mira, yo también me pondré una —se sentó en la camilla y lo pincharon, el hizo una mueca y luego me sonrió—. Listo, tu turno Chris, ¿Chris? —se había escapado.
—¡No me gustan las vacunas! —corrió.
—¿Estas bien? —Joel me acompañaba al patio mientras a Chris lo agarraba la gente con uniforme celeste.
—No —limpie mis lagrimitas.
—¡Suelten me! —gritaba Chris, Joel y yo mirábamos la escena.
—¿Puedes creer que con once años, le tenga miedo a las vacunas?
—¿Tiene once? —pregunte.
—Si —respondió y miró el relog.—. Son las siete —dijo el y lo mire, me acorde de Sol.
—¿La hora siete? —pregunte y el asintio. Corrí a la reja, Sol estaba ahí cavando un pozo.
—Ven —pase por abajo de la reja y me escape con ella.
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Huérfana -Joel Pimentel
Fanfiction___ una niña que una noche de octubre es encontrada lloraron por las calles, es rescatada por una señora del orfanato. Tras el primer día en ese lugar, ___ tiene que acostumbrarse a vivir sin amigos, con el tiempo conoce a un niño, el fue la razón p...