Huérfana -Joel Pimentel

~20~

—Perdon me salio horrible la llave —el profe borro el dibujo que hizo el en la pizarra—. Parece un murciélago —agrego.

—No me va a salir dibujar eso —dijo un compañero.

—No, hay que se positivo, todo positivo —dijo el profesor y nos pego una mirada a todos—. Todo si, si, si, si, si —dijo moviendo sus manos como en un carnaval.

—Esta re fácil —dijo una chica.

—Re papá —dijo el profesor.

—Re papita —hablo Eddie, esta vez estaba sentada al medio de él y de Isra.

—No me copie usted —le dijo el profesor a Eddie.

Después se puso a explicar como se dibujaba y hizo dos pasos para atrás,  perdió el equilibrio y yo solté una risita.

—Si, casi me caigo —dijo el profesor cuando me escucho reír y no aguante más y me empecé a reír más, no podía parar, me dolía la panza, quería parar asique cerré la boca y hundi mi cabeza en el banco pero no lo logre—. Bueno ya esta —me dijo él profesor y no pude parar—. Váyase afuera —pare porque me dijo eso y me mando afuera igual.

—*Idiota* —dije, ya tenía un profesor para odiar.

—¿____? —me di vuelta para ver esa voz—. ¿Que haces acá?

—El profesor me saco del aula por reírme de como casi se cae —me cruce de brazos.

—¿Esta es tu última clase? —pregunto y también se cruzó de brazos, era tan alto que tenia que mirarlo como si fuera un edificio.

—Si, ¿Dices que me deje entrar? —pregunte y el negó.

—Dudo que te deje entrar, ¿Quien te sacó? —pregunto.

—El de dibujo —respondí y acomode mi remera.

—Ese es un dolor de cabeza —se acomodó su bandana—. No te dejará entrar, ¿Te llevo a casa? —negué.

—Esperare a Israel, tenemos trabajo para hacer —respondí y justo toco el timbre de salida.

—¡Hey! —Eddie se acerco a nosotros—. ____, no te preocupes por él, deje un regalito en su silla —se rio y salieron los chicos de mi aula riéndose, en eso se acerca Israel con mi mochila.

—¿Tu quien eres? —le pregunto Joel a Eddie.

—¿Recuerdas el niño que empujas te en el orfanato? —pregunte y el jirafudo de Joel asintió—. Bueno? Es el, Eddie, Joel,  Joel, Eddie —los presente.

—Un gusto —Eddie le dio la mano y Joel se fue—. ¿Que problema tiene?

—El es así —dijo Israel.

—¿Que pasó con el profesor? —pregunte y ellos pusieron una sonrisa.

—Eddie pego varios chicles en su silla y cuando se sentó no se podía parar —dijo Israel—. Aun sigue ahí sentado.

—Pobre —igual me rei.

—Bien, debo irme, los veo mañana —me dio un beso en la mejilla y choco el puño con Isra.

—¿Vamos a tu casa o a la mia? —pregunto Israel.

—A la que quieras —acomode mi pelo.

—Vamos a mi casa —me dio mi mochila y le agradecí.

Salimos afuera de la escuela y se monto a su moto.

—¿No usas casco? —pregunte y el nego.

—Sube —subí y no sabia a donde agarrarme—. Dame tus manos —se las di y me hizo abrazarlo por la cintura—. Así no caerás.

—Esta bien —me agarre bien y me apoye bien en su espalda, lo escuché sonreir.