LENAY POV.
— ¿Estas lista? – tomo mi mano mirándome a los ojos.
— Si, solo un poco nerviosa – susurré viendo el edificio que estaba a metros mío – ¿Debo decir algo?
— Tranquila, voy a hablar por ti si quieres pero si tienes alguna duda, solo dila.
Asentí apretando fuertemente la mano de Lanita muy nerviosa, estábamos a punto de ingresar al hospital que había estado recientemente para ponerme al tanto sobre mi embarazo. Quisiera haber venido con Germán pero aún no tengo la valentía de contarle y Lanita era una gran amiga que sabia que podía contar con ella.
Ingresamos al hospital y fuimos hasta la recepción donde pedimos hablar con el doctor que fue el que me dio la noticia, estuvimos esperando alrededor de diez minutos hasta que una enfermera se nos acerco diciendo que podíamos entrar a verlo.
Lanita entró primero y luego yo.
El doctor se levanto de su silla muy sorprendido por verme pero también aliviado, no pensó volver a verme.
— Doctor – Lanita lo saludo – Soy Lana, y esta es mi amiga Lenay aunque creo que ya la conoce.
— Si, me alegro volver a verte – me dijo y asentí con una pequeña sonrisa – tomen asiento por favor.
Se volvió a sentar y nosotros hicimos lo mismo.
— Bien, díganme en que puedo ayudarlas.
— Vera venimos a…
— Por mi embarazo, como sabrá la vez pasada me fui sin más – la interrumpí.
— Si lo recuerdo, la noticia te impacto mucho.
— ¿Tiene esos papeles que me dio ese día? Se los devolví porque no podía quedármelos en ese momento perdón.
— Si, los guarde por si acaso regresabas.
Abrió uno de sus cajones sacando una carpeta de papeles buscando el mío, luego de unos minutos lo encontró y me lo entrego.
— Aquí están.
— Gracias… – me los quede viendo tratando de entender pero fue imposible.
Se los di a Lanita que enseguida los tomo y comenzó a revisarlos.
— Bueno, también quería saber más del tema… yo… no sé que hacer con esto.
— Oh… yo no manejos esos temas lo siento pero te puedo sacar una cita con la ginecóloga ella te podrá ayudar.
— Entiendo… gracias.
Él me sonrió y empezó a escribir en uno de sus papeles.
— Lenay, mira esto.
— ¿Qué pasa?.
— Tienes cuatro semanas.
— ¿Cuatro? ¿Tu cuantas tienes?.
— Cinco, Lenay, ¿Cómo es que no te diste cuenta cuando no te venia..?
— Yo… no sé, estas ultimas semanas fueron un caos ni siquiera tuve tiempo para pensar en eso.
— Señoritas – volteamos a ver al doctor que nos miraba atentamente – aquí tienes la cita para la ginecóloga, ve a la recepción y coordinas el día en que te puedes atender, puede ser hoy mismo si lo deseas.
— Gracias – tome la nota y la guarde.
— Creo que eso es todo o tienes alguna duda más.
— No, ninguna por ahora – dije pensando un momento – ¿Si necesito algo puedo venir a verlo?.
— Eso deberías hacerlo con tu ginecóloga pero estaré aquí para cualquier cosa.
— Ok, gracias de nuevo nos vemos.
— Hasta luego – se despidió Lanita.
Salimos de su consultorio y fuimos a recepción para ver el día en que vendría de nuevo, acordamos venir mañana yo quería que fuera hoy mismo pero Lanita tenia un compromiso en unas horas y no podía quedarse más tiempo.
— ¿Quieres que te acompañe?
— Tranquila estaré bien yo sola además de que se te hace tarde, ve.
— Bueno, me llamas luego, Ok?— Claro, te llamo.
Nos despedimos y cada una tomo un carro con dirección a nuestras casas.
Luego de veinte minutos había llegado a casa, me baje del auto pagándole al chofer y fui a toda prisa hasta la puerta, tenia ganas de ver Germán.
Toque varias veces el timbre hasta que abrió, estaba aún con su ropa de pijama lo que me hizo reír, eran las doce ya.
Me lance encima de él abrazándolo repartiendo varios besos en toda su cara.
— Heyyyy, yo también me alegro de verte – sonrió dándome varias vueltas.
— Te extrañe – le dije mientras me separaba.
— Yo también, si vas a salir que no sea en la mañana, me gusta desayunar contigo.
— Bueno, mañana salgo en la tarde entonces.
— ¿Es una broma, no?.
— No lo es, tengo que acompañar nuevamente a Lanita mañana.
— ¿Otra vez? ¿Y se puede saber a dónde?
— Hmm no te puede decir, es algo de Lanita privado lo siento.
— ¿De ella o es de ti? – me miro buscando algún tipo respuesta en mis ojos.
— ¿Mío? No, claro que no… ¿Qué podría ser?
— No lo sé… algo que no me has contado.. – se me acercó envolviendo sus brazos en mi cintura – aun.
Me quede mirándolo pensando en cuando sería el momento adecuado para contarle, ya sé, probablemente nunca.
— Eres muy curioso – hice una risita – ¿Hay algo de comer? Muero de hambre.
— Aún no hago nada, desayune hace poco.
— Tu nunca haces nada.
— Me ofendes, yo hice el desayuno.
— ¿Qué hiciste? Quiero comer un poco, el almuerzo puede esperar.
— Hice jugo y hay tostadas con mermelada.
— Suena rico y saludable, si puedo comer eso.
— ¿Y por qué no podrías?.
— Eh.. Cosas mías, déjame y vamos ya a la cocina que no comí nada.
Germán asintió con una expresión confusa y nos dirigimos hacia la cocina.* * * *
— Me voy ya, voy almorzar con Lanita, te parece si salimos a cenar cuando venga.
— Te iba a proponer exactamente lo mismo.
— Entonces, así quedamos – sonreí y me acerque a darle un beso – nos vemos más tarde baby.
— ¿Es importante que vayas a ese lugar misterioso?
— Otra vez con lo mismo – suspire cansada, Germán me había hecho la misma pregunta mas de ocho veces en todo el día – ya quede con Lanita, no le puedo fallar, prometo contarte después lo que pasa.
— Esta bien, cuídate y llámame cualquier cosa.
Me despedí y salí de la casa, esta vez me iba en el auto de Germán a insistencia de él, decía que se sentía más seguro y sinceramente yo también.
Al llegar al hospital Lanita ya me estaba esperando frente a la puerta de entrada, estacione el auto y baje a encontrarme con ella.
— Hey, hola, me retrace un poco perdón, trafico.
— Acababa de llegar igual, ¿Lista?.
— Si, vamos.
Llegamos justo a tiempo para la cita planeada, esperamos pocos minutos hasta que nos indicaron que ya podíamos pasar.
Estoy demasiado nerviosa.* * * *
GERMAN POV.
No podía dejar de pensar en ese sitio en el que se iban Lenay y Lanita, no entendían porque sentía tanta curiosidad por algo así.
Ya habían pasado tres horas y un poco más desde que Lenay se había ido así que decidí cambiarme para cuando llegara irnos a cenar.
Estaba apunto de irme alistar cuando recibí una llamada.
— ¿German?.
— ¡Luzu! Cómo estas amigo.
— Bien, ¿Tienes tiempo para hablar? Necesito contarte algo.
— Claro, dime qué pasa.
ESTÁS LEYENDO
R U MINE ? - Gernay | TERMINADA
FanfictionL: "¿Seré capaz de volver a confiar y enamorarme?" "Tengo miedo a sufrir lo mismo que pase" G: " No se exactamente lo que le pasó pero lo que se, es que haré que sus días sean de los más felices y estar con ella hasta el fin, siendo algo mas o simpl...