ALE:
Era de esos días en los cuales sólo quería dormir y olvidar.
Había sido transferida al centro lo cual requería buscar un nuevo apartamento o al menos un lugar donde descansar."Aime lo soluciona todo..." pensé.
Le mande un mensaje contándole de mi situación, era una buena amiga, siempre intentaba ayudarme. Ella me conocía muy bien y sabía cuanto me costaba llegar a fin de mes. No disponía de dinero, y el que disponía lo guardaba para el futuro.
"Mejor prevenir que curar..."
Mi lema.Estaba preocupada, si todo salía como debía ser en dos días ya encontraría una lugar donde vivir. Mientras tanto me conformaba con el cuarto que le rentaba a una anciana, era barato y accesible.
Cruce la puerta y grite:
-Señora Jones, llegué...
-Ah, Ale hice galletas. Te guarde unas en el horno -dijo cruzando el pórtico para saludarme.
Siempre era tan amable y cariñosa, veía en ella la abuela que nunca tuve, sus besos me alegraron el día.
¿Cómo podría dejar a esta adorable anciana y vivir en otro sitio?-¿Qué tal tu día cariño?-inquirió.
-Regular. Un 7 de 10.
-¿Algo mas para decir?
Esa expresión que tienes no me gusta nada.No quería verla sufrir por mi causa.
-Debo mudarme -admiti- Encontrar un lugar en el centro.
-Bien -suspiro largamente- He querido decirte algo hace bastante y esto me facilita mucho las cosas.
-¿Qué ocurre?
-Venderé la casa y me mudare a un retiro de ancianos, ya no me quedan muchos años, así que prefiero descansar y vivir lo que me queda en paz.
Sus ojos se volvían cristalinos a medida que hablaba, ella ya no tenia familia y jamas tuvo hijos. Era mi versión adulta.
-Esto nos ahorra mucho sentimentalismo -concluí.
-Sigue tus sueños querida. Yo no quiero ser un bache en tu camino-sonrió para mi de forma única, en parte me tranquilizaba.
En ese momento recibí un mensaje de Aime.
-Preparaté en media hora paso por ti e iremos al ver un dep-
"Wow que rápida era"
-Esta tarde iré con Aime a ver un departamento- informe a la señora Jones.
-Espero que sea cómodo y tu compañera sea tan dulce como tú.
-Eso espero...
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ALE:-Llegamos —anuncio Aime — Te advierto que Leo es un poco engreído, así que...
-¿Es hombre? No importa —dije.
No iba a pasar mucho tiempo allí, tal vez solo dormiría y comería una vez al día, dos como mucho.
Tocamos timbre, esperamos un largo rato.
El engreído se hacia esperar.
Nos abrió dejándonos con la boca abierta, sentí mucha vergüenza de verlo así la primera vez. Estaba mojado, de su cabeza caían las gotas de agua por su pecho descubierto, solo traía una toalla en la cintura que no dejaba mucho a la imaginación. Tenia los abdominales marcados y los brazos fuertes. Intente desviar la vista, y borre los pensamientos inescrupulosos de mi mente, nos invito a pasar, tomamos asiento en unos sillones amplios de cuero. El departamento era enorme, elegante y limpio, demasiado ordenado para un hombre.-Ahora vuelvo y las atiendo —dijo metiéndose en una habitación.
-Maldito afortunado —hablo Aime.
-¿Cómo es que tiene dinero para todo esto? ¿de qué trabaja? —pregunte susurrando.
-Es modelo, muy famoso según las revistas de chismentos.
-Wow...
Era impresionante lo que lograba una cara bonita.
Apareció nuevamente momentos después con una camiseta blanca y unos jeans holgados, le quedaban muy bien. Yo no era de mirar hombres, esto era algo inusual.
-Muy bien —dijo sentándose frente a nosotras.
Sonrió dejando ver una hilera de dientes blancos perfectos. Era más que una cara bonita.
- ¿Cuál es tu nombre? ¿A qué te dedicas? ¿Cuánto necesitas la habitación?
No me lo esperaba, tantas preguntas de repente.
-Mi nombre es Ale y necesito la habitación con suma urgencia —respondí dudando.
-Ok, te diré esto: No estoy mucho tiempo aquí, puedo estar una semana e irme dos o tres. Viajo mucho y sinceramente me encantan las fiestas. ¿Te gustan?
-¿Las fiestas? No, no mucho.
Creo que mi respuesta lo decepciono un poco.
-¿Sabes cocinar?
-Si
-¿Te gusta el café?
-Vivo solo por el café —confese
-¿Eres homosexual?
-¿Qué? ¿Por qué esa pregunta?
-Traigo muchas chicas a este departamento, así que ya sabes, además no me gusta la competencia...
-Eres asqueroso —dijo Aime.
Esas preguntas eran ridículas, yo no era competencia para él.
-Me gustan los hombres.
-Bien. La habitación es tuya, son 500 al mes, incluye cocina y baño. Y todo lo que ves...
-¿500?
-Si, ¿Es mucho?
-Por mi esta bien.
500 era un regalo, yo pagaba casi dos mil en la casa de la señora Jones y me parecía poco.
-¿Cuándo puedo mudarme? — pregunté.
-El viernes estará bien, mi compañero aún no acaba de llevarse todas sus cosas.
-No hay problema.
Nos despedimos quedando en vernos el jueves para arreglar algunos asuntos de la "mudanza", en realidad yo no tenia mucho, sólo un bolso con ropa y con eso me bastaba.
Se despidió de nosotras en la puerta, cuando gire un poco pude ver ese brillo particular en sus ojos profundos, eran diferentes uno azul y otro gris. Tenía heterocromia.
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LA ESTRATEGIA |COMPLETA
RomanceLeo le debía a su apariencia todo lo que había conseguido, era atractivo, engreído y superficial. Ale aún luchaba por alcanzar sus metas, era inteligente, honesta y humilde. Sus destinos se cruzarían al compartir departamento y evitar crear un laz...