Capitulo 5

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LEO:

Me dispuse a preparar los últimos detalles para la fiesta, compre champagne, vino y aperitivos. No estaba de humor para festejos pero un poco de compañía no me vendría mal, recorrí las calles con mi auto tratando de encontrar alguna mujer para pasar el rato. Pero hoy no era mi día de suerte, decidí volver al departamento para estar solo antes que llegaran los demás. Al abrir la puerta el olor inundo mi nariz, se sentía el dulce aroma de fresias en el aire, era abrumador.
Me recordaba a mi adolescencia, a mi vida antes de comenzar mi carrera, a mi casa... Hacia años no veia a mis padres.
Elimine esos pensamientos nostálgicos de mi mente y fui a ver si la habitación de Ale estaba cerrada, para evitar que los borrachos se acostaran en su cama; la puerta estaba entre abierta, la empuje suavemente, aquí el olor de las flores era mas fuerte, entre y no había nada nuevo. Ni siquiera había cambiado las sabanas, tal vez no había tenido tiempo. No trajo libros ni nada por el estilo. Extraño...
Normalmente cuando uno se muda intenta llevarse las cosas mas importantes y vitales, pero por lo visto ella no era apegada a nada, no había ni fotografías.

Los invitados llegaron una hora después, me había cambiado para estar mas decente. Una camisa ajustada y unos buenos pantalones que enmarcaran mis glúteos. Las mujeres no se resistían a un buen trasero masculino, pura fibra...
Casi todos los que asistieron era amigos y compañeros que teníamos en común con Adrien, los habíamos conocido en los desfiles y estudios fotográficos; él estaba emocionado por esta despedida, aunque era una absurda excusa para beber y ligar algo.
Amber fue la ultima en llegar, había estado saludando a las personas y no se acerco a mi. Yo por mi parte hablaba  con una rubia exuberante y no le di importancia, terminaríamos cogiendo de todos modos.

Una de las personas propuso un brindis, todos se aproximaron a Adrien que sostenía su copa en alto para que los escucharan.

-Gracias a todos- comenzó hablando- sinceramente es hermoso saber cuanto me aprecian, pero hoy no estamos aquí solo por mi separación con Leo -todos rieron- Estamos también por que quiero contarles una gran noticia: En un mes me caso.

Hubo una exclamación grupal seguida de aplausos, todos lo felicitaban por su compromiso.

-Vamos Leo, di unas palabras- grito alguien en la muchedumbre.

Me aproxime a Adrien, le di una palmada en el hombro.

-A pesar de que me ha roto el corazón, hoy estamos aquí por este muchachote -palmee a Adrien- Pero también muchos están aquí por mi, para verme y deleitarse con mi belleza -algunos rieron- Pero ya hablando en serio; Adrien esta tomando una gran decisión, y lo felicito, ha madurado. Pero yo no quiero esa vida para mi,¿Te imaginas coger de misionero por el resto de tu vida con la misma mujer? -negue con la cabeza- No no me lo imagino, pero si eres feliz hermano, yo soy feliz.

Hubo aplausos y risas, fui a la cocina por una buena botella de Dom Perignon y algunas copas. Amber me siguió, al voltear para verla me quede helado, estupefacto.

-Hola guapo- me saludo.

-Hola, ¿Qué...?

-Ahh estoy embarazada, ¿lo notaste?

-¿Cómo no notar esa enorme cosa que sale de ti? ¿Cómo cuantos tienes...?

-6 meses. Nacerá en Noviembre.

-En realidad quería saber si esperas a mas de uno, esa barriga es enorme -divague.

-Es sólo uno, es niño...

-Felicidades -intente pasarla pero me detuvo.

-Leo, este bebé... Es tuyo.

-No... Imposible -reí creyendo que era broma

- Es enserio ¿No recuerdas? Marzo: desfile de los Jean Paul Gaultier... ¿Tú y yo en el Hilton?

Lo recordaba, habíamos cogido unas diez veces esa semana.

-Oh mierda... ¿Y tu marido?

-Le dije que era de él. Pero...

Esta era la noticia más catastrófica que me habían dado. ¿Yo como padre? Seria una aberración que fuera padre. No estaba hecho para eso de biberones y pañales.

-Te ayudare en lo que quieras pero no le digas a nadie -la tome de los hombros para inspirarle confianza-¿Por qué tardaste tanto en decírmelo?

-Tenia miedo de que me rechazaras y huyeras de esto.

En realidad eso estaba haciendo.

-Luego hablaremos de esto, volvamos a la fiesta.

No disfrute el resto de la velada, me quemaba las neuronas intentando pensar en como hacer con ese bebé. Si su marido había aceptado la paternidad ¿Por qué se molestaba en decírmelo? Sabia que no lo quería y ser padre no era lo mio, ni ser tío era lo mio. No odiaba a los niños solo no quería responsabilidades.

Eran pasadas las 6 cuando oí que la puerta delantera se abrió, Ale entro arrastrando sus pies, observó a las pocas personas que quedaban y se alejo a su habitación.

-¿Quién es ella?-grito una de las chicas

-Oye Leo, una vagabunda se metió en tu casa. Llama a la policía.

-Ssshhh... -susurro Adrien- es la nueva compañera de Leo.

-¿Esa? ¿Nos rechazo a todas por esa vagabunda?

Ale se giro un poco mirando a la rubia que la había insultado. Pero no hizo caso y siguió caminando.

-¿Acaso no puedes cerrar esa estúpida boca tuya?-pregunte.

Me miro con sus grandes ojos azules, estaba muy ebria.
Me acerque a la habitación de Ale, golpee una vez esperando a que me abriera, cuando lo hizo el olor a flores me golpeó de repente.

-¿Si?

-Disculpa a las chicas, están borrachas -intente sonar sobrio.

-No hay problema.

Cerro la puerta en mi nariz.
Tenia unos hermosos ojos verde oliva... Es todo lo que recuerdo por que estoy mas que seguro que me caí desmayado frente a su puerta.

LA ESTRATEGIA |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora