ALE:
Cristina se veía preciosa el día de hoy, había abierto los ojos por primera vez y me miraba fijamente con sus hermosos ojos azules.
-Eres hermosa pequeña...
Estaba muy activa, era feliz a pesar de todo, era una guerrera.
No era la única paciente en terapia intermedia, eran por lo menos 7 bebés más pero la pequeña se ganaba toda mi atención.
Revise uno a uno a cada paciente, llene formularios e indique que medicinas debían administrar. Recibí a un recién nacido que tenia problemas respiratorios.
Había sido una jornada productiva, eran las 6 de la tarde y debía volver al departamento. Me cambie el uniforme poniéndole fin a mi turno.
No vivía lejos de la clínica, solo a cinco cuadras las cuáles recorría caminando y escuchando música. Pase por una pizza, había sido grosera con Leo esa mañana, y le debía media cena.
Entre cerrando la puerta tras de mi, había un rastro de ropas que terminaban en la habitación de mi compañero. Se oían gemidos y todo tipo de obscenidades que provenían de la chica que se estaba tirando. No. De las chicas que se estaba tirando.Maldito asqueroso.
Tome un plato con dos rebanadas de pizza y me dirigí a mi dormitorio.
Las risas de las chicas retumbaban en el apartamento, estaban juntando la ropa tirada, ya se estarían por ir.
Me tire a la cama a dormir, solo descansar unos instantes en paz.
Me despertó una fragancia familiar, delicioso olor a comida hecha en casa.Encontré a Leo preparando pasta, estaba de espaldas revolviendo salsa. ¿Por qué no traía camisa? ¿Por qué su bóxer se veía por encima de su jean?
-Se te ven los calzones -dije para sorprenderlo.
-¿De qué marca son?-pregunto.
-Calvin Klein.
- Entonces si son mios.
Reímos juntos, era divertido tener con quien bromear.
-Nos debíamos media cena. ¿Te gusta la pasta?
-Adoro la pasta -dije sonriendo.
*** *** *** *** *** *** *** ***
LEO:Sonreía mirándome desde la mesa, ya no tenia esas ojeras marcadas y su piel se veía radiante.
-¿Ya se fueron tus amigas?-pregunto.
-¿Escuchaste?
Me sentí avergonzado.-¿Cómo no escuchar cuando pedían más y más?
Ella sabia bien de estas cosas, así debía gritarle a sus clientes.
Era bonita, eso no podía negarlo. Su cabello castaño caía como cascada sobre sus hombros, tenia los ojos verde oliva.
-¿Qué miras?
-N-nada.
Algo olía mal, muy mal.-¡Leo se quema la salsa!
Evidentemente se había quemado por haberla mirado.
Se acerco a la olla y la quitó del fuego.-¿Estás bien?-quiso saber.
-Si.
-Hay que hacerlo de nuevo.
-¿Qué cosa?
-La salsa. ¿Seguro que estás bien?
Su aroma floral me invadía, estaba a mi lado limpiando el desastre que provoque. No podía moverme, sus ojos me miraban con curiosidad. Cruzo los brazos en su pecho, esperaba alguna respuesta. Se veía tan linda.
¿En qué rayos estaba pensando? No la conocía.-Me duele un poco la cabeza.
¿Qué mierda había sido eso?
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LA ESTRATEGIA |COMPLETA
RomanceLeo le debía a su apariencia todo lo que había conseguido, era atractivo, engreído y superficial. Ale aún luchaba por alcanzar sus metas, era inteligente, honesta y humilde. Sus destinos se cruzarían al compartir departamento y evitar crear un laz...