LEO:
—¿No volviste a llamarla? ¿No sabes nada de nada? —pregunto Adrien.
—No, rompí mi teléfono y no recuerdo su número — admiti.
—¿Cuánto tiempo paso? De la última vez...
—El 15 se cumplió un mes. No puedo olvidar la maldita fecha.
—Creí que la amabas en verdad pero la dejaste ir —reflexiono.
—La amo Adrien, estoy loco por ella...
Entramos a una joyería, entró detrás de mi dudando del por qué estábamos allí.
—¿Qué hacemos aquí? —cuestionó mirando los aparadores.
—Cuando la vuelva a ver, ya no dejare que se vaya de mi vida.
Se encogió los hombros y me siguió hasta la mujer que nos esperaba detrás de un mostrador lleno de joyas valiosas.
Nos mostró una variedad de anillos con diamantes y rubíes. Pero ninguno estaba a la altura de la ocasión.
—¿Qué se supone que harás Leo?
—Dentro de un año ella volverá y la sorprenderé en el aeropuerto con una propuesta que no podrá resistir.
—¿Quién eres y qué has hecho con Leo Strauss? —dijo divertido.
—Estoy enamorado.
—Por fin te llegó la hora.
Hice un pedido especial, un anillo con un diamante rosa en forma de corazón. Ella merecía mas, mucho mas.
Al salir, Adrien volvió con sus habituales preguntas.
—¿Qué hiciste ese día?¿Por qué no te despediste?
—Por qué probablemente me hubiese arrodillado ante ella llorando y rogando que no se fuera.
—¿Y qué tenia de malo rogar un poco?
—No podía Adrien, mi pierna...
—Cierto.
—Aún me arrepiento, estuve en la casa de Gigi todo el maldito día y la noche. Ella solo me escuchaba desahogarme...
—Y te servía tragos — continuo él por mi.
—Si, bebí demasiado.
No veía a Adrien hacia tiempo, cuando Ale se marcho estuve mucho tiempo solo, deprimiendome.
Había recuperado mi vida anterior pero sólo en parte, intentaba contribuir a la sociedad con aportes a la caridad, en cosas que Ale apoyaba.
Se había marchado hacia un mes. La extrañaba demasiado, no volví a rentar la habitación.
Cada vez que su ausencia se me hacia insoportable entraba en su habitación para sentir el aroma que había dejado, allí dentro no había cambiado nada.
Extrañaba sus magníficos ojos verdes y su mirada divertida, su sonrisa que iluminaba mi día. La necesitaba mas de lo que necesitaba al aire para respirar, ella había logrado cambiar mi vida por completo. Había logrado lo que jamas creí que alguien lograría.
Me cautivo desde lo más profundo.
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LA ESTRATEGIA |COMPLETA
RomanceLeo le debía a su apariencia todo lo que había conseguido, era atractivo, engreído y superficial. Ale aún luchaba por alcanzar sus metas, era inteligente, honesta y humilde. Sus destinos se cruzarían al compartir departamento y evitar crear un laz...