Capitulo 23

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ALE:

Otra vez era mi jornada, vi a tantas embarazadas que creí que el día nunca acabaría, las mujeres parturientas no eran lo mio pero los bebés si.
El día transcurrió tranquilo, supe que al rededor de las 12 del mediodía llegó un alerta, pude observar como los doctores iban y venían apresurados por los pasillos de la clínica, por un momento me sentí aliviada de no tener que atender emergencias.
Le pregunte a la doctora Rosas si sabia que ocurría y me dijo que probablemente era un accidente de tránsito, pero no me convencía.
Sentía como en mi interior algo se retorcía dejandome un sabor amargo en la boca.
Una enfermera pasó corriendo y la detuve para preguntarle.

-Dicen que un intento de suicidio doctora Marzi, pero no sabría decirle con certeza.

-Gracias.

La vi alejándose corriendo, oí las sirenas de las ambulancias, el herido ya habría llegado. Observe la sala de espera y ya no había pacientes embarazadas para atender.

Adentro la doctora Rosas estaba viendo la televisión, normalmente eso hacia cuando no había pacientes por atender.
Tome mi celular e intente llamar a Leo para salir a cenar, pero no contestaba, supuse que estaría dormido o con alguna otra mujer.
Por un instante me moleste, lo quería pero si me molestaba verlo con otra significaría que estaba celosa y no quería estarlo.
Guarde mi celular e intente distraerme con las noticias matutinas.

-"Se dice que fue un intento de suicidio. El joven modelo habría perdido varios contratos importantes y estaba deprimido, según fuentes cercanas estaba pasando por una dura etapa y no pudo soportarlo. Se estima que cayó..."

-¿De quién hablan? -pregunte a la doctora.

-Leo Strauss si no me equivoco.

Mi corazón se detuvo.

-¿Qué?

-Es un modelo presumido. Ese que esta en la pantalla.

Observe fijamente e intente tranquilizarme, tal vez esto era un muy mal sueño. Su imagen me observaba desde la televisión.

Pero no lo era, era real al cien por ciento. Me sostuve la cabeza entre las manos unos segundos, inspire profundo y salí corriendo a urgencias. Pregunte en recepción y me dieron su ubicación.

Di muchas vueltas hasta que logre encontrar donde lo tenían, tubos respiratorios cubrían su rostro y la parte izquierda de su cuerpo estaba cubierta con sangre. Entre rápido a la sala y me sitúe a su lado.

LA ESTRATEGIA |COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora