Querida (T\N):
He pensado muchas maneras de escribir esta carta, hay días que creo que lo mejor es decirte las cosas en la cara, que hablemos por horas como cuando nos desvelábamos tomando café en la azotea, pero la vida da tantas vueltas que uno termina mareado al igual que un carrusel. Sabes que eres como mi hermana, siento que todo lo que sucedió simplemente fue culpa mía, no puedo enmendar las heridas físicas y psicológicas que provoque culpa de mi egoísmo, se que nada puedo hacer, no puedo arreglar lo que esta hecho ni devolverte los días de vida que perdiste pero creo que al menos puedo darte un espacio propio para tu vida, es por eso que quiero que aceptes este departamento- veo las llaves sobre la mesita de noche- no arregla nada pero al manos Loki y tu vivirán tranquilos en un departamento para los dos, no hay manera de pedirte perdón lo sé,al menos acepta este regalo para enmendar una pequeña parte de todo él daño que te he hecho...
Sin más que decir, saludos
Tony.
Dejo la carta sobre la cama, tomo él celular, le marco a Tony y espero que atienda.
-Usted se ha comunicado con la casilla de mensajes de...- corto la llamada y me tiro a la cama,cierro los ojos pensado en donde podría estar hasta que siento a alguien sobre mi. Sin girarme ya se quien es.
-Natasha Alianova Romanoff- la espía me abraza fuerte y me quedo helada ante su reacción, Nat nunca ha sido de demostrar sus sentimientos y a pesar de que yo se que los tiene nunca los había expresado tan abiertamente y me tomo por sorpresa.
-No vuelvas a hacer eso idiota, me asustaste mucho, no se que hubiera hecho si algo te pasaba- dice todavía abrazada a mi, entierro muy cabeza en su cuello y no me separo por nada.
-Yo también te quiero- murmuro y suelta un suspiro.
-Y para mi no hay abrazos?- se escucha a nuestras espaldas y me separo.
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My King
FanfictionEl corazón tiene razones que la razón no comprende... Que pasaría si te enamoras de la persona que arruino tu vida por completo?? Mi nombre es (T\N), soy o mejor dicho era una simple chica que vivía en NY hasta que una invasión alienigena cambio m...