Caminaba hacía su casa junto a Melina, por que era su vecina y mejor amiga. Una chica bajita de cabello castaño hasta los hombros, ojos grandes color avellana y de cuerpo delgado, normalmente vestía colores llamativos pero siempre a la moda. Usaba lentes pero no le gustaba traerlos puestos por que según ella "se veía mal" pero para la vista de Louis, no era así, se veía linda.
El cielo estaba nublado con señales de lluvia, y eso les indicaba que debían apurarse para no llegar empapados a sus hogares. Sus padres eran amigos y socios, llevaba mucho tiempo estando juntos y siempre ha existido una conexión especial entre ellos, saben comunicarse perfectamente y tienen mucha confianza hacia el otro. Por eso Louis decide contarle su secreto.
—Oye Meli...—Empieza con un poco de duda, por qué ni siquiera el esta seguro de lo que de verdad siente.— Tenemos que hablar.
—No es necesario Lou— Le dirigió una sonrisa cariñosa y comprensiva.
—Pero es importante... Meli— Ella rió por el puchero de Louis.—Harry...
—Lo sé, lo se todo, eres muy malo disimulando.— Louis se pintó de rojo ante el comentario, al parecer la chica sí sabia sobre lo que sentía por Harry.— Lo ves todo el día...
—Oh, bueno... ¿y?— Pequeñas gotas de lluvia descendieron del cielo, aun quedaban un par de minutos para llegar a la calle en la que ambos vivían.
—Pues... Creía que Dafne te gustaba, pero ahora veo que no es así y que no te gustan las mujeres.— Arqueó una ceja, al mismo tiempo que ambos aceleraron su paso, pero la lluvia era más fuerte.
—Estoy tan confundido como tu — Se detuvo y vio su reflejo en un charco que se formaba en piso. Melina se detuvo junto a él—Siento que no soy yo el que esta ahí — Señaló su reflejo en el agua.
—Lou, claro que eres tu, solo que nunca te habías parado a apreciarte.— Ambos miraban fijamente al reflejo en el agua, hasta que la lluvia comenzó a caer más fuerte y tuvieron que avanzar.
El resto del trayecto fue en silencio, Louis se veía perdidos en sus pensamientos, mientras que Melina lo observaba de vez en cuando, tenían la cabeza en el suelo conforme avanzaban. El agua los empapó el cabello y la ropa, era un día tan oscuro, perfecto para ponerte a llorar viendo la lluvia caer.
Se despidieron en medio de la calle con un siemple "adiós" y cada quien fue a su casa. Seguro el subdirector ya había llamado a sus padres, y estos ya rendirían un castigo listo para él, aunque lo único que Louis quiere es ponerse ropa seca y calientita, tirarse en la cama y escuchar musica sin que nadie lo moleste. Por desgracia la vida no es así de fácil.
Cuando entró noto que no había nadie, ni Johannah, ni Mark, ni sus dos hermana menores, nadie. Y eso podría ser ¿bueno?
Se adentró a la casa y subió las escaleras hasta su habitación, tomo una toalla y comenzó a secar su cabello y cuerpo, pero un papel sobre su cama lo interrumpió, tomo la nota y supo el por que se estaba solo, la letra se veía como si lo unieran escrito de manera apurada y sin cuidado.
"Louis: Tu padre, las niñas y yo hemos tenido que viajar a Doncaster por los problemas de salud de tu abuela.
Volveremos en una semana, si necesitas dinero puedes tomarlo de una caja que esta en el closet, no gastes de más."
Y ahí la razón por la cual no se fue temprano del instituto, sus padres no estaban en casa y tal vez no contestaron la llamada de la escuela. Al parecer, Louis tenia la suerte a su favor ya que podía hacer lo que quisiera por una semana y él quería ir a la fiesta de James.
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Cuando despertó el departamento estaba en completo silencio, solo los latidos de su corazón y sus suave respiración eran audibles en el vacío lugar; era comprensible por que él era el único que vivía ahí.
Decidió pedir ayuda a su fiel amigo James, por que solo en el confiaba, sin contar a Niall, claro: "Acabo de tener un colapso H." No recibió una respuesta pronta y pensó que James había ignorado su mensaje, solo se volvió a acostar en la cama para perder su vista en el techo y pensar, como lo estaba haciendo últimamente.
¿Cuanto tiempo llevaba sin ver a su familia? Quizá unos dos o tres años, la verdad es que no era mucho tiempo, pero aún era joven, enserio le había dolido más que nada la despedida de su hermana y madre. Cuando se fueron, Gemma estaba apunto de ingresar a la universidad para estudiar psicología o algo así; se había decidido por esa carrera por que ella era muy amable ye gustaba ayudar a los demás en su problemas, además de ser un tema interesante. Actualmente Harry desconocía como le iba en su trabajo o estudios, no la había vuelto a ver desde ese día.
La puerta sonó varios minutos después del mensaje enviado sacándolo de sus pensamientos, bajo las escaleras sin mucha prisa pues tenía claro quien era la persona detrás de la puerta, así que sólo abrió encontrándose con el par de ojos grises que lo miraban preocupados, buscando alguna señal de heridas. James suspiró pesado, como si hubiera estado sosteniendo el aire por mucho tiempo, al recorrer con la mirada cada parte del cuerpo de Harry rápidamente.
—Estas bien...— Afirmó con una sonrisa torcida que pronto se borró sin algún motivo— ¿Qué paso?— Preguntó colocando su mano en el brazo de Harry y apretándolo para transmitirle confianza.
Harry suspiro y miro al piso antes de dejar entrar a su amigo— No lo sé, últimamente me descontrolo sin razón. — Tragó saliva y volvió a conectar sus orbes verdes con los ojos grises de James.
—Harry, tal vez es hora...— Ambos habían discutido sobre las caídas de Harry, sin llegar a un acuerdo.
—No— Lo interrumpió, tal vez su amigo tenía razón, pero no quería ir a ver un psicólogo.— Ya lo hemos discutido — Se sentaron frente a frente en unos viejos sillones desgastados y feos.
—Harry sería lo mejor para ti.— Su amigo le dio una mirada suplicante tratando de convencerlo una vez más, le había propuesto la idea desde él día en el que todo sucedió, y desde ese día Harry se había negado.— Esto no va a mejorar si te lo guardas todo.
—Es más fácil decirlo que hacerlo— Si algo había aprendido de lo tanto que Gemma le había explicado sobre el trabajo de los psicólogos era que son personas completamente desconocidas a las que les tienes que confiar tus miedos, problemas y pensamientos más profundos.
—Vamos Harold— Y tal vez llamarlo así no favoreció la situación, Harry odiaba que lo llamaran Harold, por que así solía llamarlo su padre.
—No insistas James— Rodó los ojos y tomo aire— ¡Y no vuelas a llamarme así!— Sin decir nada más se levantó del sillón y camino hacía el piso de arriba abrazándose a si mismo con lágrimas en los ojos, que salieron sin ningún sentido. Su tristeza se estaba convirtiendo en un gran problema y tarde o temprano tendría que hacerle caso a su amigo.
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Gracias a Niall [Larry Stylinson].
FanfictionHarry Styles, lindo, no muy popular. Toda su vida y pensamientos se basan en una sóla persona, en Louis Tomlinson, su compañero de clases desde hace cuatro años. Ha caído en depresión cada vez que recuerda la forma en que Louis lo ignora. Pero su p...