Gracias a Niall [Larry Stylinson].

VI. Debería olvidarlo

—La verdad es que Louis me tiró al suelo, creí... creí que tu lo habías visto, es decir, solo escuche las risas. —Harry rompió el abrazo.

—Lo siento Harry, no me di cuenta. — James trató de dedicarle una sonrisa. — ¿Te gusta mucho verdad?

—S-si, y su forma de tratarme me hace sentir mal... Lo sé, debería olvidarlo, pero no es fácil. —Recargó su cabeza en el tronco del árbol y levanto la cabeza, viendo el cielo. Rió —Es imposible...

—Nunca dije que lo olvidaras—También levantó su cabeza. —Solo deja que el tiempo haga lo que tenga que hacer.

—Han pasado cuatro años desde que me enamoré de él, ¿no crees que es demasiado? —Suspiró.

—Quizá tengas que esperar otros cuatro años— En ese momento sonó la campana que anunciaba el regreso a clases, arruinando la diversión de los alumnos y la conversación de Harry y James. —Vamos.

Regresaron al aula en silencio, Harry no quería esperar otros cuatro años para estar cerca de Louis, pero si era necesario, lo haría. Trató de concentrarse en las clases intentando no voltear a ver al castaño, si seguía distrayéndose con él reprobaría el año.

Ninguna clase le interesaba realmente, se distraía con cualquier cosa, las palabras del maestro se escuchaban cada vez más borrosas mientras sus parpados caían, y cuando sus ojos estuvieron completamente cerrados, no supo nada más de las ecuaciones en la pizarra.

— ¿Harry? —Una voz dulce y femenina lo despertó, Ariana lo estaba viendo con una sonrisa burlona.

—Umh... —Parpadeó un par de veces y talló sus ojos para despertar completamente. — ¿Qué hora es? —No sabía cuanto tiempo llevaba recostado sobre sus libretas, pero ahora se sentía mejor.

— Casi es hora de irnos, llevas dormido como tres horas— La castaña rió mostrando su reluciente dentadura. —Y nadie se había dado cuenta.

— ¿Ni los profesores?— Preguntó incrédulo.

—Nadie también implica a los profesores. —Se encogió de hombros. — Louis me dijo que te despertará...

— ¿Louis?— Ariana rodó los ojos y rió nuevamente.

—Sí, Louis Tomlinson, se te quedaba viendo todo el tiempo, creo que también le gustas. — Su sonrisa se agrandó y Harry casi se ahoga con su propia saliva. ¿Era tan obvio?

— ¿Crees que él me gusta? —Comenzó a reír nerviosamente, Ariana solo lo vio mal, por que se veía como un idiota tratando de mentir.

—No te hagas, eres muy obvio, además los dos son adorables— Harry debía aprender dos cosas que él creía ya sabía hacer: a mentir y a disimular.

— ¿"Adorables"? —Hizo comillas con los dedos y frunció el ceño.

—Sí, como tratan de ocultar sus sentimientos hacía el otro, eso es adorable, por que no lo logran. — ¿Todos se daban cuenta de lo que sentía Louis por Harry? ¿O solo algunas personas lo hacían?

—No puedo negártelo—El último timbre sonó y todos empezaron a salir del salón, incluyendo a Ariana y Harry. Finalmente se despidieron y Harry tomó camino hasta su departamento.

Era una tarde nublada con apariencia de lluvia, el cielo estaba gris y oscuro; hoy era uno de esos días que hasta el clima esta contra ti. La lluvia comenzó pronto, pequeñas gotas resbalaban por los rizos de Harry cuando estos ya estaban empapados.
No tenía prisa para llegar a su "hogar", de hecho disfrutaba de las frías gotas de lluvia que mojaban su rostro, las calles solas y oscuras eran perfectas para el momento, para el desastre de ideas que tenía en la cabeza y el desorden de sentimientos en su corazón. Todo estaba horroroso dentro de él, no había calma y no sabía como debía sentirse, ni que emociones debía expresar.