XLIV. Epílogo

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Unos años después, Harry y Louis se alistan antes de que el sol salga, dispuestos a vivir el mejor momento de sus vidas.

Hay dos bolsos pequeños cerca de la puerta de su hogar repletas de cosas necesarias para el viaje. Están en Londres preparándose para ir a Las Vegas.

Después de terminar sus estudios universitarios, Louis consiguió un puesto importante en una empresa estadounidense al poner todo el empeño en ello y Harry abrió su propio negocio basado en un ya reconocido restaurante muy visitado en Londres.

Ellos han sabido muy bien aprovechar las oportunidades durante todo su tiempo juntos. Dejándose llevar principalmente.

Ha sido gracias a Louis que decidieron viajar un poco por el mundo al sentirse demasiado concentrados en el trabajo. Y después de varias discusiones que siempre terminaban con ambos realmente preocupados, pudieron darse un pequeño lujo.

Un día que Harry organizaba algún importante documento, llegó el ojiazul hasta su improvisada oficina con en globo terráqueo en sus manos, sus ojos brillantes parecían los de un niño que acaban de recibir un premio.

Ellos habían estado ahorrando bastante para algo no fijo, simplemente por sí acaso, pero meses antes Louis había leído varios libros y  comenzado a seguir la filosofía 'vivir el momento', por lo cual decidió comprar el globo terráqueo y girarlo cerrando sus ojos mientras detenía el objeto con la punta de su dedo, determinando al lugar que viajarían.

Así fue como, después de cinco volteretas determinaron tres lugares a los que tendrían que visitar, porque hay que vida sólo hay una.

Harry se negó los primeros tres días, pero después de una seductora negociación, chantaje y mucho placer, Louis logró convencerlo.

Así que salen de la casa preparados para subir a un avión y vivir una experiencia emocionante.

Llegan después de más de diez horas en los aires, y como indican las azafatas, la hora local es dos de la mañana.

Media hora más tarde, el taxi que han tomado los deja en el centro de Las Vegas y toda la ciudad parece comenzar a despertar, grandes edificios los reciben, miles de rostros que probablemente jamás volverán a ver pasan rápidamente a sus lados, ambos están impresionados.

Entonces comienzan a correr, saltar y reír, pasando una muy buena noche. Cada diez pasos ellos se besan y nadie parece prestarles real atención, podrían decir que han caído en un sueño perfecto, nada de eso lo imaginaron alguna vez y sin embargo están ahí.

En un momento de su recorrido, un lugar muy ruidoso que desprende luces por las ventanas llama su atención, y Harry sigue a Louis adentro para encontrarse a sí mismos en un antro, el lugar está repleto y la gente se mueve disfrutando una canción de DJ.

—¿Qué mierda? —murmura Harry, Louis lo toma de la muñeca y lo arrastra entre la multitud, el ojiazul comienza a mover su cuerpo y el rizado necesita un par de tragos para dejarse llevar también.

Todo el mundo parece estar viviendo su propia película. Harry y Louis sólo se besan una vez más, con anhelo. Pero Louis se separa abruptamente con su cara iluminada, sonriendo maliciosamente, realmente parece un niño que acaba de llegar a Disneyland.

—Sígueme —él pide, saliendo rápidamente del lugar y buscando algo en su teléfono, Harry se asegura de no perderlo de vista en ningún momento.

Entonces caminan a través de un maravillosos pasillo, Louis deja de correr y se detiene a mirar a su alrededor, los ojos de ambos brillan reflejando todas las luces que hay, no pueden fijar su mirada en un solo punto.

—Así que esta es la famosa Fremont Street —murmura Harry, él ya había visto fotos del lugar.

Después de una larga y tardía caminata, en la que no dejaron de sorprenderse, el ambiente se apaga y llegan a un lugar repleto de videojuegos.

Ellos juegan todo tipo de videojuegos juntos, e intercambian sus boletos por cosas innecesarias y que realmente no importan. Louis ni siquiera a salido del lugar cuando empieza a correr nuevamente.

—¡Vamos Hazza! No podemos perder tiempo.

—¡¿A dónde vamos?! —grita en respuesta Harry, se detiene para aroma aire.

—Little White Chapel —Louis regresa y se detiene a su lado—, hace unos meses vi en una serie como una pareja se casaba con Elvis presente, ¡intentémoslo!

—¡Bien! Y su carrera comienza de nuevo.

Cuando por fin llegan, parece que no ha válido la pena, pues la capilla está cerrada.

—Dios Louis, son las cinco de la mañana —Harry recuerda, echando su cabeza hacia atrás y sentándose para recuperar el aliento.

—No te preocupa por eso —Louis toca un par de veces en la puerta de cristal hasta que un señor sale, su rostro rebela que está un poco estresado.

—Lo siento, está cerrado —dice el hombre, mientras señala con su dedo un cartel que indica lo mismo.

—Por favor, sólo queremos casarnos, como un juego —Louis le muestra un puñado de dinero y el hombre duda unos segundos antes de permitirles el paso—. ¡Oh, sería fantástico conseguir a Elvis!

Extrañamente, hay alguien dispuesto a disfrazarse y cantar a esas horas de la madrugada, entonces Harry y Louis tienen un moño negro en sus camisas y un lindo sombrero, uno de ellos no con velo.

A Louis le han entregado un ramo de flores.

Entonces el hombre que los recibió, cuando Elvis termina de cantar, dice un par de cosas que la felicidad de ambos no les permite escuchar.

—¿Se amarán y se honrarán uno al otro como marido y... Uhm, marido por el resto de sus vidas? 

—Yo, Louis Tomlinson te acepto a ti, Harry Syles, como mi legítimo esposo. amarte y respetarte, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte nos separe —Louis ahoga sus risas, él ha aprendido esa frase de las tantas películas que ha visto y libros que ha leído.

—Yo, Harry Styles, te acepto a ti, Louis Tomlinson, como mi legítimo esposo. amarte y respetarte, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte nos separe —también dice el rizado.

El hombre a cargo, les entrega un par de sortijas que deben poner el uno al otro.

—Que estos anillos sean un símbolo de fe verdadera entre ellos, y recuerden siempre de su amor. 

—No necesitamos ningún pedazo de papel de la alcaldía —murmura Harry, y se besan, porque es una boda falsa para el mundo, pero real para ellos. De fondo suena Can't help falling in love haciendo todo más especial.

Harry carga a Louis como en las películas, estilo nupcial y sale con él en brazos.

—Celebremos nuestra luna de miel —murmura, se encuentran caminando entre unas habitaciones vacías, Louis atrapa unas llaves del carro de limpieza y entran juntos al cuarto.

Ellos se besan apasionadamente, tocando sobre la ropa, Louis se deshace de su camisa y Harry comienza a besar y morder su cuello, y están apunto de hacer algo más cuando la luz de un linterna entra por la ventana, ellos deben salir corriendo sin dejar de reír.

Todavía tienen tiempo para alquilar un auto y manejar sin rumbo lejos de la ciudad mientras el sol comienza a salir por el horizonte.

Lo hicieron.

[...]

El vídeo que jho que gusta tanto, no había otra manera de acabar esto:(


Gracias a Niall [Larry Stylinson].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora