Harry entró a su departamento a las tres de la tarde, agobiado y cansado por un aburrido día lleno pruebas difíciles a su punto de vista. El fin del semestre estaba cerca y por ende los exámenes comenzaban.
Tiró su mochila en el suelo sin importarle los útiles que cargaba, camino hasta la cocina y sacó del refrigerador un jugo de naranja, se echó en el sillón y prendió la pantalla, para ver un partido amistoso de fútbol entre Arsenal contra Chelsea, pero el timbre sonó desesperadamente.
Se levantó de un suspiro y caminó perezosamente hasta la puerta, mientras que los timbres no cesaban, abrió la puerta y pronto unos brazos delgados rodearon su pierna, era Emma.
Detrás de ella estaba una mujer no tan mayor, su cabello pelirrojo y rizado estaba trenzado, sus ojos eran grandes y de color café, y su rostro estaba cubierto por pecas, aunque lo que realmente resaltaba eran sus labios color cereza, traía una ropa bastante liviana; dedujo que se trataba de Susana.
—Ehh... hola —la mujer lo saludo con un todo de voz engreído, por alguna razón le recordó a Louis. Harry hizo una mueca.
—Me alegra verte —saludó a la pequeña ignorando a la mujer parada enfrente de él, quien se cruzó de brazos.
—¡Hazza! —gritó emocionada, y se adentro corriendo al departamento del rizado, Harry rió.
—La recogeré a las siete, ahora tengo que ir a mi spa —Harry hizo un gesto como despedida y la pelirroja lo miro con desprecio antes de irse aliviada de deshacerse de la pequeña.
Harry cerró la puerta y cuando volteó Emma ya estaba sentada en el sillón viendo la sirenita, aunque Harry no supo en que momento puso la película.
—¿Quieres que te prepare algo pequeña? —preguntó dulcemente desde la cocina.
—¡Galletas! —respondió alzando sus brazos en el aire. —por favor —Harry rió.
—Muy bien— Reunió todos los materiales necesarios para preparar lo que la niña le pedía, hacía mucho tiempo que no horneaba galletas, o que no las comía, comenzó a vaciar harina en un bowl. Antes su madre solía prepararle galletas de chocolate o vainilla cada noche de navidad, a él y a Gemma. Suspiró ante el recuerdo, y cuando se dio cuenta el bowl estaba lleno de harina y esta caía por los bordes.
—Maldición... —susurró antes de limpiar su desastre. Una hora después las galletas ya estaban listas para comerse.
Se las llevó a la niña hasta el sillón y se sentó a su lado, en la pantalla se veía la escena en la que el rey del mar es transformado en un bicho raro.
—Ariel es muy linda —comentó la niña con un suspiro.— ¿Verdad? —Harry asintió sonriendo.
—Eric también lo es —Emma asintió riendo.
—¡Ursula se parece a Susana! —gritó, aunque eso no era verdad.
—Eso no es cierto.
—Si, ambas son unas brujas malvadas.
—Mhm-mhm —después de eso continuaron viendo la película detenidamente, al parecer era de las películas favoritas de Emma, y se sabia la canción de bajo el mar completa.
—Quisiera ser como Ariel, una hermosa sirena —dijo una vez que el televisor ya estaba a pagado. Harry rió.
—Y yo quisiera ser un príncipe galán —la niña fruncio el ceño.
—Pero ya lo eres —el plato de galletas ya se había terminado, entonces Harry se levanto y lo llevó a la cocina, seguido de Emma.
—Tu nombre se parece al de mi hermana —dijo cambiando de tema.
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Gracias a Niall [Larry Stylinson].
FanfictionHarry Styles, lindo, no muy popular. Toda su vida y pensamientos se basan en una sóla persona, en Louis Tomlinson, su compañero de clases desde hace cuatro años. Ha caído en depresión cada vez que recuerda la forma en que Louis lo ignora. Pero su p...