Gracias a Niall [Larry Stylinson].

XXX. ¡Mierda!

Era la penúltima clase antes de poder salir al comedor para disfrutar del receso y Louis esperaba ansiosamente a su amigo, simplemente para tener un día divertido, como antes.

Golpeaba la mesa de su asiento con un par de plumas simulando un tambor mientras miraba con atención en dirección a la puerta, cuando la clase inició y su amigo no aparecía comenzó a preocuparse, sin embargo no quería asumir nada que sólo lo asustaría más.

Liam hablaba y hablaba, parecía que nunca iba a detenerse, pero gracias al cielo la campana indicó el fin de la clase. Louis en ningún momento puso atención, no se enojo con el chico que chocó su hombro accidentalmente ni ayudo a una pelirroja que recogía libros del suelo, simplemente se dirigió a su próximo salón, con Niall. Esperaba que Zayn ya estuviera ahí.

Aparentemente llegó demasiado rápido, era el primero en entrar al aula, Niall despegó la vista de un libro que leía y sonrió en dirección de Louis, quien hizo un esfuerzo para devolver el gesto. No se había dado cuenta de que estaba nada más parado en el marco de la puerta hasta que sintió empujones y escucho las quejas de varios compañeros, sólo entonces avanzó hacia una de las últimas mesas, dónde cada día compartía con el pelinegro.

Nada.

Durante el tiempo que estivo ahí compartió miradas curiosas y preocupadas con Niall, que al parecer tampoco sabía dónde mierda estaba Zayn. No es que tuviera algo importante que contarle, o si necesitara darle algo, sólo que se había acostumbrado a su compañía diaria. Y a diferencia de Matt, Hermes, Meli e incluso Harry; la compañía de Zayn lo hacia sentir despreocupado, relajado y feliz, como si la diversión con él fuera infinita.

Y no, no se estaba poniendo sentimental.

Después de recorrer aulas, pasillos, echar un vistazo a los baños, y asombrosamente explorar la biblioteca, salió al único lugar en el que no había buscado antes: el patio. Y es que, nunca nadie estaba ahí.

Vaya sorpresa que se llevó cuando diviso el cuerpo de su amigo recostado contra el tronco del árbol más grande del lugar, las ramas y hojas de este lo cubrían del sol mientras el viendo soplaba salvajemente haciendo todo más cómodo para el pelinegro, estaba relajado.

No lo quería tomar por sorpresa y asustarlo, no cuando estaba preocupado por él. Así que simplemente camino en su dirección esperando que su presencia sea notada, esto sucedió cuando una pequeña rama seca tronó al ser aplastada por sus pasos. Zayn abrió sólo un ojo, para después reincorporarse y hablar.

—Hola —dijo a secas una vez que aclaró su garganta, notablemente incomodo por su sorpresiva presencia, al parecer. Louis se cruzó de brazos exigiendo una explicación, pero cuando su amigo no dijo nada, él habló.

—¿Dónde mierda has estado? No te ví en clase de Liam... —Louis se interrumpió a sí mismo cuando notó como el morocho desviaba su mirada y sus mejillas tomaban un color demasiado rojo y brillante, pronto pudo captar la situación—. No me digas que....

—Sí, joder sí —gruñó tomándolo de sorpresa, su voz irradiaba arrepentimiento al igual que las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

Zayn sacó un cigarrillo de su chaqueta y tan pronto como lo encendió inhaló profundamente. Louis no lo había notado, pero una pila de colillas y cenizas se agrupaban a un lado de su amigo, quien, al parecer, había estado haciendo eso por mucho tiempo. El humo que llegó a sus fosas nasales sólo le causo asco, además de traerle peligrosos recuerdos, pero no podía decir nada, sabía que el fumar tranquilizaba muy bien a su amigo.

—Está bien, ¿si? —lo tranquilizó sentándose a su lado, la hierba fresca se sentía bien debajo de él, el suelo estaba más cómodo a como aparentaba. Tal vez pensaría en estar afuera durante el almuerzo en un futuro, con Harry, ambos recostados bajo la sombra de un árbol compartiendo un poco de amor, definitivamente sonaba como una buena idea.