Gracias a Niall [Larry Stylinson].

XXV. Confesión

[N/A: La canción que Harry 'canta' se llama Umbrella de Ember Island, sinceramente me encanta, si no la han escuchado ¿Qué esperan para hacerlo?]

Después de suplicarle a la enfermera, Harry consiguió quedarse en el hospital con Louis para pasar la noche. Los fuertes brazos del rizado cobijaban el cuerpo del ojiazul dándole el calor que las mantas no, mientras este sollozaba contra su pecho, con el reloj blanco marcando las dos de la mañana.

—No quiero que nada malo les pase -murmuraba entre lágrimas, siendo consolado por los dedos de Harry acariciando delicadamente sus espalda, mientras dejaba castos besos sobre su cabellera.

-Estarán bien Lou, ella prometió que volvería -argumentó en un intento de calmar el llanto de Louis, el cual inició segundos después de comenzar a leer la carta que Mary había dejado para él. La entrada a su libertad-. Además tus hermanas están en buenas manos, tu abuela las cuidará bien.

-Pero... -comenzó alzando la cabeza, pero Harry lo interrumpió con un suave beso, secando sus lágrimas con sus pulgares y dedicándole una sonrisa tranquilizadora.

-Hay que disfrutar esto, ella lo hace por ti, para que seas feliz-. Louis se quedó callado, acostándose nuevamente para acercar más su cuerpo al del ojiverde, en busca de tranquilidad y protección-. Perdón por alejarme Lou, creo que fui un cobarde, no quería que nada malo te pasara y simplemente te abandoné, justo cuando comenzábamos a... ser amigos.

-¿Amigos? -preguntó pensativo y sintió a Harry asentir con la cabeza, el ojiazul tomó una bocanada de aire cerrando sus ojos, preparado para liberar lo que su corazón quería gritar-. Harry creo que me gustas, digo... Me gustas, sólo eso, o sea, me gustas -confesó entre balbuceos, sintiendo su piel acalorarse y ponerse roja, ocultó un poco más su rostro en el pecho de Harry evitando contacto visual.

-¿E-enserio? -preguntó incrédulo, alegría recorriendo su cuerpo sin poder creerlo que sus oídos escucharon, ¿acaso había sido su imaginación?

-Mmm... Así es

-Tú también me gustas -admitió. Atrayendo a Louis más cerca de el para fundirse en un abrazo, el castaño rió avergonzado.

-Eso era obvio-. Quedaron en silencio con las palabras en el aire, ninguno de los dos sabia qué más decir, o como actuar, así que sólo esperaron a que los minutos acomodaran la conversación nuevamente, así fue.

-Now that it's raining more than ever, know that we still have each other, you can stand under my umbrella. [Ahora que está lloviendo más que nunca, sabes que nos seguiremos teniendo el uno al otro, puedes quedarte bajo mi sombrilla] -cantó en un bajo tono de voz Harry, con los ojos cerrados.

-Que romántico -susurró burlón Louis, su respiración se hacia más tranquila y el cansancio que lo carcomía.

-Shh

-Será mejor dormir -sugirió.

Pronto ambos eran cobijados por los brazos del otro, entre las penumbras de la fría habitación con olor a medicamentos bajo una delgada sábana azul, mezclando sus latidos y sus respiraciones como una melodía de cuna la cual lograba calmar sus problemas. Compartiendo el reducido espacio de una cama siendo esta su nido, el nido en el que aprendieron que la vida nunca es fácil.