Gracias a Niall [Larry Stylinson].

XIII. Lunes

Era el primer día aburrido de la semana, el que todos odiaban, volver a estudiar era lo peor que podía ocurrir para Louis, que el fin de semana terminara y trajera un día nuevo en el que sus padres lo obligarán a ir a clases.

Aunque había algo bueno en eso, algo muy lindo y secreto: vería a Harry Styles otra vez, era difícil, pero por fin había aceptado sus sentimientos hacia el rizado, el perfecto chico con el que compartía clases.

Era extraña esa sensación en su estomago cada vez que lo veía, cuando se revolvía, aquella sensación que en otros tiempos odiaba, pero ahora, era su favorita, todo por un chico cualquiera.

Bueno, realmente no cualquiera, sino el primer hombre por el que había sentido pecial, algo tonto como el amor. Ya había estado enamorado antes, pero esto era diferente a aquellas veces, donde sentía atracción por mujeres, nunca por un hombre, un hombre llamado Harry el cual sentía lo mismo por él.

Aunque había algo que lo desanimaba por completo a expresarse: sus padres, recordar lo que habían hecho con Christian y David (los sirvientes) lo hacía desear que Harry no fuera tan perfecto, o que él mismo fuese ciego para no apreciar tanta perfección, pero, si su voz también es espléndida no queda mucho que hacer, de ninguna manera evitaría enamorarse del menor.

Salio de su habitación y bajó por las enormes escaleras que llevaban directo al salón, vestía ropa deportiva a pesar de que no haría ejercicio, una camiseta sin brazos negra de Nirvana, un pantalón de chándal del mismo color y sus tenis negros

Para su mala suerte sus padres y hermanas regresaban de Doncaster ese mismo día, los había extrañado, sí, pero sin ellos en la casa se sentía con mayor libertad, mas cómodo, ya que no debía fingir ser quien no era.

Desayunó con tranquilidad, era una de las pocas veces que no se le hacia tarde para llegar a clases, se había levantado temprano. Su comida fue huevos revueltos con tocino y de bebida jugo de naranja, listo para empezar bien el día.

✳✳✳

Por otro lado, estaba Harry durmiendo plácidamente cuando la alarma sonó, *bip bip* fue el sonido más molesto en ese momento, cuando lo único que quería era dormir hasta que el sueño desapareciera por completo.

Se había desvelado viendo una patética serie en Netflix, la cual al final fue una perdida de tiempo. Estiro sus brazo para apagar el aparato sin abrir los ojos y sin poder  localizarlo.

Suspiró y talló sus ojos, apagó la alarma y se levantó, cansado, con sueño y molesto, ¡la serie no había valido la pena!

Como siempre, afuera aun estaba un poco oscuro e iluminado por las lamparas de la calle, tomo una ducha fría tratando de quitar el sueño que lo inundaba, disfrutaba del agua caer por su cuerpo, con los ojos cerrados dejaba que esta cayera desde la regadera directo en su cara.

Pero el timbre de su celular lo hizo abandonar su plácida ducha, tomo una toalla y la colocó por su cintura, ya había terminado su baño, miro la pantalla para ver quien llamaba y contestó. Era James.

"Hey Harry" Saludo con entusiasmo

"Hola tú"

"¿Y...?

"¿Qué? Tú me llamaste."