Al llegar a su casa lo primero que hizo fue tomar una fría ducha para relajar sus músculos, el agua caía fuerte sobre su cuerpo haciéndole temblar, sin embargo, necesitaba ese baño para despejar por completo su mente.
Colocó una bata suave y color blanca sobre su cuerpo para que secara, y salió hasta la cocina, donde se preparo una cena ligera que consistía en un tazón de avena y una taza de té. Llevo su plato y taza en sus manos hasta el comedor donde se sentó a cenar como siempre, sólo.
En su cabeza no pasaba ningún pensamiento mientras su vista se perdía en el suelo, el té se enfriaba con el viento gélido, este entraba por la enorme ventana que quedaba enfrente suyo, pero eso no parecía importarle. Sólo estaba ahí con la mente en blanco y la mirada perdida en algún punto fijo.
Reaccionó al sentir una corriente de aire frío recorrer su cuerpo desnudo cubierto por sólo la bata, sus piernas se comenzaron entumecer y supo que era hora de vestirse para ir a la cama. Comió con desgano lo que ahora parecía una avena viscosa, tenía una extraña sensación de vacío en su interior, como si en su vida faltara algo. Y es que así era, en su vida faltaban tantas cosas que no podría mencionarlas todas, su familia, por ejemplo.
Apiló los trates sucios para lavarlos en la mañana y subió hacía su habitación, con sus ojos cristalizados, entró al baño de esta donde cepilló sus dientes y cuando ya tuvo su pijama, listo para dormir se tiro en la cómoda cama. Aunque el sueño era nulo solo quería estar acurrucado entre las cobijas infinitamente, el sentimiento de que en algún momento se derribaría nuevamente lo abrumaba.
Una hora paso y el seguía despierto entre sus mantas, sus párpados no cerraban y tenia la vista en el techo, su cuerpo estaba tieso, como si no hubiera ni una gota de vida en él. Soltó un suspiro cuando se dio cuenta de lo que hacia: nada.
De un movimiento lento acomodo su cuerpo de costado y cerró los ojos en busca del escaso sueño, su cuerpo no se sentía cansado ni su mente estaba dispuesta a dejarlo dormir, podía oír sus latidos y su tranquila respiración de lo silenciosa que era la noche, sin nadie, siempre sin nadie.
Nunca se había preocupado tanto por el hecho de vivir solo, no después de superar su abandono, sin embargo ahí estaba otra vez el chico con insomnio que no dormía por la culpa de su tormentosa mente que lo agobiaba con pensamientos malos para él. Y lo pero es que en su cabeza pasaba tantas cosas autodañinas que solo lo motivaban a destruirse. ¿Por qué pensar en el suicidio cuando tienes tanto por delante?
Creyó que ya había superado su etapa de dañarse, pero justo ahora sentía la necesidad de ir en busca de una navaja y clavarla en su aperada piel solo para ver como las gotas de sangre caían acompañadas de sus lágrimas, para luego recibir un regaño de James por ser tan insolente.
Se resistió a los impulsos de mutilarse y aferró su agarre a frazada con el puño, sus nudillos en color blanco por la fuerza aplicada; la noche era mas fría y sus pies descalzos se congelaban, apretó los dientes y justo cuando creyó que podría dormir tranquilo su móvil sonó.
Ariana llamaba, y Harry no tenia ganas de contestar alguna de su llamadas, no es por que ya no la quisiera como amiga, o por que se hubiera hartado de ella; sino que justo ahora no quería hablar con nadie, ni siquiera quería tocar su móvil por que terminaría llendo al historial de llamadas donde estaban registrados aquellos intentos de comunicación con Louis ignorados. O revisando Whatsapp y terminaría viendo el chat de Louis donde se encontraban varios mensajes sin leer.
No tuvo que haberse ilusionado cuando el castaño se acercó a él, cuando casi lo besó, ni cuando parecía que lo celó al estar con Kim. Tuvo que haber imaginado que todos sus sueños quedarían derrumbados por aquel chico de ojos índigos que tanto amaba apreciar con detalle, sus carnosos labios tan visualmente deliciosos, sus pómulos envidiables y... ¡mierda! Otra vez estaba pensando en lo lindo que es.
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Gracias a Niall [Larry Stylinson].
FanfictionHarry Styles, lindo, no muy popular. Toda su vida y pensamientos se basan en una sóla persona, en Louis Tomlinson, su compañero de clases desde hace cuatro años. Ha caído en depresión cada vez que recuerda la forma en que Louis lo ignora. Pero su p...