Gracias a Niall [Larry Stylinson].

XXI. Esa mujer (parte 2)

~Todos tenemos a alguien que no tenemos~

~Y entendí "Duele el corazón" cuando te ví partir~

~Quizá debí abrazarte más fuerte la última vez que te tuve cerca~

~Tantas personas separadas que deberían estar juntas~

°°°

Louis sintió su corazón acelerarse, lágrimas tapizaron sus ojos y su pecho se encogió, justo donde dolía, justo su músculo cardíaco.

—Mientes, tú has estado buscando esto... Tú fuiste el que intentó acercarse a mi, tú Harry Styles eres quien sufría por mí, yo... Yo —balbuceo, pero Harry no estaba mejor que él, mordió su labio inferior que temblaba con fuerza, su respiración de aceleró antes de volver a hablar.

—¿Qué te dijo? ¿Con qué te amenazó? —exigió desesperado, se supone que esto no debería doler, se supone que él no quería nada con Harry, se supone que...

No, no se supone nada. Lo que pasa es que se enamoró de alguien que ya lo amaba antes, pero había un problema: ambos son hombres, se enamoró de un hombre, una relación que su madre ni aceptaría, con un hombre que creía jamas lo lastimaría, sin embargo ahí estaba pidiéndole que quebraran cada lazo que los unía.

Le pedía que se alejara, cuando había él había luchado tanto para acercarse. ¿Por qué Harry estaba actuando así? Él esta enamorado de Louis, y viceversa, no puede pedirle eso cuando Louis apenas aceptó lo que siente, cuando el juego estaba terminado y él había ganado, cuando su corazón ya había aceptado a Harry, No podía alejarlo ahora, que recién comenzaban su amistad, cuando descubrió que el rizado era alguien en quien podía confiar, alguien que lo sostendría, alguien de quien se enamoró.

—Louis no sé de que hablas —dijo en un hilo de voz, su garganta ahogaba las palabras que querían salir, las palabras que le explicarían a Louis todo lo que Johannah le dijo.

—Claro que lo sabes, ella te amenazó —confirmo con los ojos llorosos, en realidad no estaba seguro si tenia razón o no, pero se negaba a creer que Harry lo botaría ahora, ni mañana, ni nunca. Harry era suyo y ya, desde ahora y para siempre, solo suyo. Nadie, ni siquiera Jay, lo alejaría de él, no antes de haber luchado.

—Louis... —murmuro, comenzaba a ponerse nervioso, su corazón latía muy veloz y era imposible estar tranquilo, tenia a Louis tan cerca, notandose tan frágil, que lo único que quería era lanzarse a él para protegerlo de su propia madre, aunque no podía. No podía ser el escudo de Louis cuando él ya era su ángel.

—Por favor Harry, no quiero perder tu amistad —suplicó, pero, ¿acaso tenía otra opción? En algún momento del pasado, tal vez antes de dormir con él, antes de contarle sus problemas y antes de verlo con otros ojos, quizá no le hubiera importado lo que su madre hacia, pero ahora, esto dolía y mucho.

Harry lo pensó, ¿Qué pasaría sí...?

—Por favor —Louis interrumpió sus pensamientos con una plegaría. Harry ni siquiera había notado cuando las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, pero ahí estaban, opacando los ojos azules que tanto le encantaban.

Harry tomo una bocanada de aire antes de hablar, esto le dolería bastante pero tenia que hacerlo, por el bien de ambos.

—Te lo he dicho ya, no somos nada—. Dio media vuelta retomando su camino y apretó con fuerza su mandíbula, sentía un punzante dolor en el pecho, como si de una daga se tratase.

Ahí estaba, todo a su alrededor fue remplazado por su oscura habitación en casa de sus padres, las ventanas estaban cubiertas con papel para evitar la entrada de luz y una daga bailaba entre sus manos, raspando la fría piel por donde caminaba.