Mundos Confundidos-Nitteo-Simbar-Luston // EDITANDO

capítulo 33

Narra Nina
No quería ir con mis compañeros al Blake South College, ya que no me sentía bien. Matteo se ofreció a ayudarme pero me negué, tenía que pensar bien si Gastón realmente me seguía gustando o era un capricho, quizá no toleraba el hecho de verlo con mi ex mejor amiga. No sé.
Me despedí de todos, menos de Luna que cuando quise saludarla, me corrió la cara y eso me dolió un montón.

Caminé unas dos o tres cuadras cuando me sonó el celular; era un mensaje de Matteo.

Matteo: Ve con cuidado, te amo.
Nina: Sé cuidarme sola, te amo más.

Me dejó en visto pero bueno, quizá él se estaba enamorando completamente de mí y yo... era un poco fría.
El día era nublado, no hacía frío, al contrario. Hacía un calor insoportable. La gente iba de un lado hacía el otro, con sus hijos, parejas, mascotas o solos, como yo. El ambiente se tornó frío y oscuro, las nubes se volvían cada vez más negras si mirabas al cielo cada dos minutos. Escuché unos pasos detrás de mí, no le di importancia porque había mucha gente pero luego sentí algo frío en mi espalda y una voz que decía vas a hacer lo que yo te diga, porque sino ¡te mato!
Me sentía terriblemente asustada, angustiada y triste. Si tan sólo hubiera aceptado ir con mis compañeros y mi novio al Blake con el auto, esto no estaría pasando.

X:Bien, acá llegamos.

Llegamos a un lugar raro donde sólo había mugre, y parecía haber sangre. El señor se paró en frente mío;

X:Hola, bebé. ¿Estás cómoda? -agarró mis manos y me besó violentamente. Temía por lo que me podía pasar.
N:¿Q-quie-quién es us-usted? -no podía hablar. Mis labios estaban lastimados y se me dificultaba hablar.
X:A partir de ahora soy tu novio -dijo y se acercó un poco más.
N:Yo tengo novio, usted no es nada mío -me enojé, obviamente me iba a enojar. Matteo era mi novio, no el vago éste.
X:¿Me estás desafiando? -y me pegó tan fuerte que mi boca comenzó a sangrar-. ¡Vos no sos quién para tratarme de esa manera! Escuchame una cosa, si vos no sos mi novia voy a tener que matarte.

No entendía el por qué. ¿Por qué debía hacer lo que él me decía? ¿Y si no lo hacía?

Narra Matteo
Nina fue sola al Blake mientras que Gastón, Luna, Ámbar y yo -Simón se iba después al J&R- nos fuimos a la escuela en auto.
Llegué con la esperanza de ver a Nina con su hermosa y malditamente perfecta sonrisa, abrazándome, pero no. Sólo vi a dos chicas hablar en el lugar de Nina. Esas dos chicas eran Delfina y Jazmín.

M:Hola, chicas -me acerqué a ellas para saber si vieron a Nina.
D:Hola, Matteo.
J:Hola, Matteito.
M:No me digas así.
J:Perdonáme, malhumorado.
M:¿Vieron a Nina? La ando buscando y no la encontré.
D:Qué raro, ¿no? Ella siempre está acá puntual, ni un minuto más ni un minuto menos.
J:Quizá se dio cuenta de lo fea que era y se dio vergüenza a sí misma.
D:¡Jazmín!
J:Ay, ¿qué dije?
M:Entonces... ¿no la vieron?
D:No, lamentablemente no. Igual cualquier cosa que sepa, te la informo.
M:Muchas gracias, Delfi.

Las saludé con un beso en las mejillas, a cada una.
Pregunté a todos los alumnos del Blake y nadie sabía nada de Nina. Le había dejado millones de mensajes y llamadas pero nunca respondió.
Llamé a Ricardo Simonetti, su papá, y a Ana, su mamá. Ambos me dijeron que no habían visto a Nina desde que fue a la mansión, pero ¿cómo puede ser posible?

Luna y Gastón me vieron llorar, temía lo peor para Nina y en serio la estaba empezando a amar. Mis ojos estaban clavados en el piso, y mis manos estaban en mis rodillas, las lágrimas caían. Luna, fingió estar tosiendo para que la mirara, pero eso era imposible. Gastón me pegó un grito y reaccioné.

G:¿Por qué estás llorando?
M:Yo no estoy llorando -dije limpiando mis lágrimas y siendo totalmente seco respecto a mis respuestas.
L:Matteo, ya no te hagas. Te vimos o al menos yo. ¿Qué te pasa?
M:No sé dónde está Nina, sus padres no saben dónde se puede encontrar, pregunté en todos lados, a cualquier persona, incluso a los directivos del Blake pero nadie sabe nada.
L:O sea que... ¿Nina está desaparecida?