Capítulo 40

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Narra Gastón
Toqué la puerta de servicio de la Mansión Benson y una Mónica sonriente abrió.

M:Hola, tú eres... ¡ah, Gastón! Ya llamo a Luna.

No tuve tiempo ni de decirle hola ya que inmediatamente fue a buscar a Luna. Y ahí se encontraba ella, con un pijama rosa,el pelo desordenado, pantuflas de unicornio arrastrando sus pies. Bostezaba y se rascaba con su mano derecha su ojo. Estaba al natural, me enloquecia.

Mónica llamó su atención y le avisó que había llegado su novio. Eran las siete y cuarenta de la tarde, Luna había dormido siesta. Rarísimo en ella.

M:Yo los dejo solos, voy a comprar las cosas para la cena -dijo Mónica, dejándonos solos a ambos.

Luna me miró y rió. Me estremecí y bajé la mirada. Sus ojos verdes realmente me volvían loco. Era mi debilidad.

G:Bueno -dije alargando la palabra mientras me acercaba a ella-, ¿cómo está mi bella durmiente?
L:Oye, no me digas así -una sonrisa se formó en su cara-. Estoy súper súper bien, y ¿cómo está el señorito más lindo del mundo? -dijo tomando mis dos manos para entrelazar mis dedos con los de ella.
G:Yo estoy perfecto. Estás muy despeinada, yo no quiero cenar con alguien en este estado -dije en broma haciendo que Luna riera.
L:Ok, déjame irme a bañar. Al rato te veo -dijo, depositando un beso con amor en mis labios.

Luna subió las escaleras y yo fui a sentarme en una de las sillas que estaban en la cocina. En eso, llega Miguel, el papá de Luna.

M:¿Y éste quién es? -dijo Miguel susurrándole a Mónica, su mujer.
G:Déjeme presentarme. Soy Gastón Perida, el novio de Luna.
M:¿El novio? -me dijo- Mónica, ¿tú sabías algo de todo esto? -preguntó Miguel sin sacar su mirada de mí.
M:Sí, sabía -dijo Mónica haciendo muecas para que su marido se callara. Yo sólo sonreí, era una situación vergonzosa para mí.

El silencio invadió la sala cuando se empezaron a oír pasos torpes que provenían del living.
Madre mía, me equivoqué. Ok, me iré rápido a la cocina se escuchaba susurrar a Luna ya que debía haber entrado por la puerta de servicio.

L:Ok, aquí estoy. ¿Qué hay de com...? Papá...
M:Luna, ¿por qué no me contaste?
L:No me dio el tiempo, fue todo muy rápido. Lo juro, lo juro.
M:Bueno, vamos a comer enchiladas y tacos -dijo Mónica, salvandome-. ¿Te gustan?
G:Nunca comí pero deben estar buenas.

Tardamos alrededor de veinte minutos comiendo. Luna hacía esos chistes malísimos pero yo me reía por su risa. Miguel, estaba serio como si se hubiese muerto alguien, Mónica nada que ver. Es un amor esa mujer.

M:Y dime, ¿qué haces de tu vida? -encaró Miguel.
G:Voy a ir a una universidad privada. Iba a ir a Oxford pero las cosas con mi familia se complicaron, voy a ser empresario.
M:Hm, y ¿tu mamá y papá? ¿Viven aquí o qué?
G:Sí y no. Mis viejos viajan mucho y están acá en navidad y año nuevo, para pasarla conmigo.
M:¿Tus viejos? ¿Qué tipo de expresión es esa?
G:Perdón.

Miguel estuvo interrogandome durante media hora más hasta que Luna lo hizo callar. Yo no podía decir nada, ya que no era mi casa y recién lo estaba conociendo.

Esto es más complicado de lo que pensé.

L:Ok, vamos afuera, Gastón.

Luna me dio la mano y entrelazó sus dedos con los míos. Me miró fijamente y una sonrisa se dibujó en mi cara. Sus ojos tenían una curva perfecta, su color verde me hacía estremecer, no me resistí y la besé. No fue un beso disney sino un beso tipo Cris Morena.

La tomé de la cintura haciendo que esté, literalmente, pegada a mí. Se separó del beso, sonrió, miró mis labios y me volvió a besar. Esta mujer era increíble.

Pero Miguel arruinó todo.

M:¿Qué están haciendo aquí? -dijo enojado Miguel.
M:¡Te dije que los dejaras solos! -gritó Mónica.
L:Papá, dame mi espacio -decía Luna mientras se soltaba de mi agarre-. Tengo novio, ¿ni siquiera un beso le puedo dar? ¿Es neta? Hazme el favor de quitarte ese pensamiento del año de la escarapela y déjame en paz -Luna tenía razón. Su papá parecía que no podía verla con un chico. Por favor, tiene 17 años y yo 19 ¿qué podemos hacer?

Luna hizo que saludara a su mamá y a su papá, para luego sacarme de la mansión.

L:Perdón, te tendrás que ir -dijo con la mirada baja.
G:Hey, bebé -dije levantándola-. Son cosas que pasan, no te preocupes. Nos vemos mañana en el Roller -besé sus labios un rato largo a lo que ella correspondió-. Cuidate.
L:Eres único. Te amo.

Solo sonreí y me retiré de aquél lugar, triste evidentemente.

***

Sí, sí este capítulo tendría que haberlo subido ayer o antesdeayer, pero mañana hay capítulo (lo prometo) y... *redobles* NITTEOOO

Pobre Gastón, veni conmigo bebé ahre

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Bueno ahora sí, disfruten el capítulo ❤

Mundos Confundidos-Nitteo-Simbar-Luston // EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora