HABÍA UNA VEZ XII
Quise girar la perilla, pero la idea de Ben seguía rondando en mi cabeza, desvíe la mirada de mi puerta y la fije en la habitación de Dizzy.
¿Ben...creía...en mí? Lo cierto era que un incrédulo como él creería en cualquiera, pero, aún estaba el hecho de que necesitaba la varita del Hada Madrina y la necesitaba con urgencia, solo con la varita lograría saber hacia dónde dirigiría mi corazón.
Mis pasos resonaron por todo el piso de la preparatoria Auradon hasta llegar a la habitación de Dizzy, con un solo giro ya estaba dentro del cuarto toque dos veces la puerta pero, nadie atendió, rodee la habitación con mi visión y entonces ahí la vi, tirada en la mesa donde se suponía estaban sus accesorios, con un lápiz en mano y su cara llena de pintura.
Sonreí al verla tan descuidada y decidí no levantar a la pequeña Dizzy, tome un papel de su cuaderno y un lápiz, escribiendo exactamente lo que debería hacer mañana.
Y sin más salí de esa escena.
Mañana sería un día más, mañana esperaba sentir algo diferente y no sentirme agobiada ni mucho menos confundida.
Entonces lo recordé, me vino a la mente como un rayo rápido, los gritos, las peleas, enemistades, transformaciones, podía sentir el calor recorrer mi cuerpo completamente, sentir como mi cuerpo se ensanchaba y lo que era antes desaparecía, veía los ojos burlones de Mal y la ira en mi acumulándose, sentía el miedo de los habitantes de la isla, sus corazones a mil... Y oí una voz:"tú no eres digna de portar el legado Maléfico niña, solo eres una creación"
Recuerdo cómo todo mi cuerpo luchaba contra ella y como todo en mi de inmediato se debilitó y me obligó a caer en cuenta que no servía para nada, las risas de Mal, la mirada de ironía de Maléfica, sus palabras, sus palabras fueron las que más me afectaron.
Sentirte no querida por tu madre, era algo difícil de digerir.
"No puedes controlarte" Mal me había provocado ella lo había hecho sabiendo lo que iba a suceder, sabiendo que destruiría todo, las maderas volando, el cielo más denso que antes, los rayos cayendo por donde quiera, el viento soplando con gran intensidad, eso, eso lo había creado yo debido a ella.
Mis ojos se abrieron de golpe y me senté de inmediato en mi cama, mi respiración era densa, mis sentidos estaban a flor de piel, me sentía eufórica de alguna manera, mire a mi alrededor para darme cuenta que tan solo fue solo un recuerdo que se transformó en un tonto sueño y que Auradon permanecía en silencio, pero aún sentí el calor dentro de mí, me levanté rápidamente y mire el espejo que ahí se encontraba, mis ojos se habían iluminado, habían logrado encenderse de maldad pura, con tal solo un simple recuerdo, necesitaba calmarme, pero por más que caminaba de un lado a otro no lo conciliaba.
— necesito calmarme, necesito calmarme —pose mis manos en mi cadera y cerré mis ojos.
"Somos iguales" "Por saber quién eres en realidad"
Ben, ese tipo tenía confianza en mí.
Abrí mis ojos lentamente con la posibilidad de que ya me hubiese calmado, tome una gran bocanada de aire y sonreí.
Solo necesitaba pensar en Ben..¿ Quién lo diría?
Me senté en el escritorio y encendí la lámpara que en él se encontraba.
Abrí el libro de Maléfica y leí lo que al inicio decía.
"Malos desde la cuna" debía admitir mamá siempre sabía cuál era su camino, fruncí mi ceño y busque el espejo de Evie, necesitaba saber dónde estaba Maléfica, y saber si estaba bien.
Aunque a ella yo no le interese.
El espejo de Evie se sentía frío y desgastado, suspire y pronuncie:
Espejito espejito, en mi mano, deseo saber dónde se encuentra Maléfica ahora mismo
La imagen de mi se borró para aparecer una lagartija morada dentro de un recipiente.
— Excelente en donde estará —musité con ironía, fue entonces cuando la imagen se alejó más, dándome un panorama aún más servible.
La habitación de Mal, mire con desdén el espejo y lo guarde en el escritorio.
Bufé y me tire en la cama, lo mejor sería esperar al próximo día.
Los gritos estruendosos de una niña me despertaron, gruñí y sentí como me movían con sumo descuido.
— ¡Meido arriba! ¡Es hora de levantarse! —en un intento fallido de tirarla termine fui yo en suelo.
— eres odiosa —gruñí al sentir el frío suelo de la mañana.
— sí, lo sé, ahora, leí tu carta y todo lo que necesitabas, ya tengo todo listo, solo tienes que levantarte bañarte y podrás hacer lo siguiente —aplaudió emocionada y por un instante la miré con cierto rencor.
— Espalda hacia atrás, nunca mires hacia abajo —gruñí al no hacer nada bien.
— ellos tienen demasiadas reglas, Dizzy, esto es tonto —
— si quieres integrarte hazlo —advirtió con su dedo índice.
Bufé y rodee lo ojos— integrarme... Seguro... Sin gritarle a nadie, sin lanzarlos por las escaleras, sin mirar con odio, sin decir groserías, esto es demasiado difícil —baje de la enorme caja en la que me encontraba y suspire cansada tirándome en mi cama.
—lo sé, lo sé, pero, a veces hay que hacer esfuerzos por un futuro mejor Meido —
— Dizzy, ¿no extrañas gritarle a la gente y que salgan huyendo, hacer una broma y que desaparezcan de tu vista, no extrañas tener todo el poder tu..? —
— jamás tuve poder, mi abuela me mantenía escondida haciendo lo que ella quisiera, la mayoría del tiempo barriendo y limpiando sus desastres — trague fuerte y respire hondo.
— claro, es cierto —musité con cierto resentimiento.
— pero dime ¿qué tal quedo tu vestido de hoy? —sonrío de oreja a oreja lo que me hizo sonreír de lado, tan dulce Dizzy.
— esta increíble, te has lucido Dizzy —musité dando un giro.
Los gritos y aplausos de Dizzy, fueron inmediatos, por un instante me crucé de brazos a esperar que su emoción se le quitará.
— ¿ha sido suficiente no crees? —comente de manera burlona, Dizzy asintió y suspiro.
— sé que no estaré contigo allá afuera, porque, aún no estoy en la edad de ir a la preparatoria, pero, sé que deslumbrará a todos con tu hermoso vestido, tal como una princesa... —
Entonces recordé lo que Ben había dicho la noche anterior, sobre , sobre ser una princesa y lo cierto era que aún no estaba lista.
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Descendientes: Unidas Otra Vez [En Edición]
FanfictionMeido ha estado encerrada durante siete años en una caja fría -pensado su madre que así la haría recapacitar- Desgraciadamente eso no esta en los planes de ella, Meido es liberada y ahora planea destruir todo lo que su hermana ha logrado, así finalm...