— HABÍA UNA VEZ XLV—
— es una genial historia —fue lo único que pude decir, algo anonada.
— lo es ¿cierto? —asentí.
Pronto el silencio se hizo, por un momento me sentía en paz, comprendiendo ahora todo.
Pero la puerta fue tocada con cierta delicadeza haciéndome sobresaltar.
— adelante —ordenó Ben.
Fue entonces cuando una mucama, abrió la puerta e hizo una leve reverencia— sus padres están dando una audiencia en el canal de reportaje, no sé si querrá verlo, habla sobre lo que pasó —notaba cierto rubor en su rostro, era joven, sus nos destellaban un azul puro, podía notar el nerviosísimo en sus palabras.
Fruncí mi ceño, parecía tener un ensueño en sus ojos, estaba algo anonada y atontada.
— Muchas gracias Celestina —respondió Ben, ella asintió y dejó escapar una risita— puedes irte —
Por un momento "Celestina" quedó paralizada, para después asentir frenéticamente y dar una última reverencia para desaparecer.
Ben tomó el control y encendió el televisor, de alrededor cincuenta pulgadas.
— ¿Qué piensan de lo que ocurrió? —el locutor tomó cartas en el asunto, interrogando a los antiguos Reyes de Auradon, el Rey Adam fue el encargado en responder.
— No lo vimos tanto como una amenaza... Sino más bien, algo que nos hizo abrir los ojos a lo que realmente sucedía, no estábamos conscientes de que hacíamos sentir inferior a otras personas, hacerlas sentir mal, por el hecho de que esas personas se encontraban en la Isla, si hablamos de las Isla, mi hijo vio algo en esas personas a las que yo simplemente estaba ciego, vivimos en un mundo de desigualdades y creemos que es tiempo de romper toda diferencia —se oyeron leves murmullos por parte de los fotógrafos.
— ¿Quiere decir desaparecerán la barrera, liberando a los más malvados? — el locutor parecía querer estallar.
— No me refiero a eso, como mi hijo alguna vez dijo "los hijos no tienen la culpa" es por eso que el Rey Ben cada año hará una elección junto a su consejera Real, la doncella Evie y veremos quienes se nos unirán, este año vinieron tres, el hijo de la Reina de Corazones, la nieta de la Madrastra Malvada y la hija de Maléfica... —los murmullos se hicieron más fuertes cuando escucharon lo último, instintivamente me levanté.
— ¿Quiere decir que después de los hechos que ocurrieron con esa chica, aún seguirán confiando en ella?, Rey Adam, ¿tiene en cuenta lo que hizo?, ella robó el libro de encantamientos y el espejo mágico de la Reina Malvada —el Rey Adam se acomodó y fruncí severamente su ceño.
— Estamos conscientes de ello, pero, luego de que regresó... —y fue interrumpido por el locutor.
— Esa es otra pregunta, dicen que regresó... ¿Tal vez a ayudar a su madre, en su plan? —fue la Reina Bella, la que negó con la cabeza y se acomodó.
— Ella vino a ayudar, no vino a hacernos daño, es una chica buena, no se juzga jamás a un libro por su portada —frunció su ceño severamente y puso en su lugar al locutor.
— Además, ella regresó para ayudarnos es cierto, ahora estamos conscientes de que solo quería protegernos de su madre, no fuimos capaces de escucharla —agregó el Rey Adam.
— ¿Puede ser posible que se haya vuelto buena? —cuestionó el locutor.
— Tanto como una bestia puede cambiar por amor — y los murmullos cesaron, pronto el locutor quedó callado y se sintió complacido.
Tanto como una Bestia puede cambiar por amor... Palabras del Rey Adam, quien alguna vez fue uno.
— Gracias por hacer esta entrevista... Rey Adam, Reina Bella — finalmente se despidieron y se fueron de ahí.
Ben apago el televisor y sonrío de lado.
— Mis padres conocen lo que sucedió —comentó con una sonrisa.
Asentí un tanto dudosa.
— Meido, me encantaría seguir hablando contigo —
— ¿qué pasa? —cuestione con ceño fruncido.
— tengo una junta dentro de unos cinco minutos, debo arreglar unas cosas —dejé escapar un respiro y asentí con una sonrisa.
Tomó su saco y sonrío aún más— en serio deja de hacer eso —alzo sus manos en son de paz.
Camino hacia la puerta resonando sus caros zapatos.
Mientras yo hacía temblar el suelo con mis tacones de punta demasiado fina.
Admirando el cuarto del Rey Ben.
Finalmente salimos de ahí cerrando la puerta tras de mí— debo ir a la junta —
— y yo debo salir del castillo, iré al de la ceremonia, necesito arreglar todo —musité con cansancio.
— gracias, en serio —
— es la boda de mi hermana —indique.
— sí, la boda de tu hermana y mía —resaltó.
— no entiendo que te ve ella... —musité con cierto recelo.
— soy apuesto y encantador —no tenía en cuenta cuantos cuartos habíamos pasado desde el de él— Meido —miré a Ben con el ceño fruncido por su repentino llamado algo bajo.
— ¿Qué sucede ahora? —
— ¿Te enamoraste de Ryan? —desvíe mi mirada y ablande mi rostro.
— pues... No lo sé realmente.... Saber en sí qué significa esa palabra, es como un golpe repentino —musité casi extrañada— no podría decir que lo amaba, solo me llamaba la atención... —
— ¿no era que te gustaba? —
¿Gustar? La verdad nunca vi a Ryan de esa manera, que me gustase... la verdad era que no lo soportaba la mayoría del tiempo, pero, había veces que lo extrañaba.
— no —respondí con certeza— no sé que es el amor, ¿okay? Así que no estoy segura —
— una leve descripción del amor, es sentir... Como se te acelera el corazón con esa persona, como pronto tus defensas bajan —y en mi mente sin querer aparecieron lo ojos de Tristan, su vestimenta habitual y su sonrisa de lado— sentir la piel erizarse a un punto máximo, sentirse seguro a su lado —cuando crucé aquel puente del lago encantado con él, no tenía en cuenta que estaba más de mil metros de distancia del río— al menos, eso es lo que siento yo —
¿Era Tristán mi enamorado?
Bajé del carruaje después de un largo recorrido por el Auradon en renovación, Ben había ido a su reunión y yo volví al castillo de la ceremonia para poder terminar.
Baje las diminutas escaleras del carruaje y trate de sacar mi cetro, la cual se rehusaba a salir, pues había quedado trabada entre los marcos del carruaje.
Gruñí y trate de jalar con más insistencia, pero nada.
— ¿necesitas ayuda? —entonces escuche la voz de la razón, La Hada Madrina.
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Descendientes: Unidas Otra Vez [En Edición]
FanfictionMeido ha estado encerrada durante siete años en una caja fría -pensado su madre que así la haría recapacitar- Desgraciadamente eso no esta en los planes de ella, Meido es liberada y ahora planea destruir todo lo que su hermana ha logrado, así finalm...