— HABÍA UNA VEZ XXXI—La Atlántida había sido antes, la Isla del Rey Tritón, el rey de las sirenas, del mar.
— desearía poder contarte más, pero, necesito regresar con Evie —
Doug había desaparecido por la puerta mientras escuchaba sus pasos resonar en el suelo y alejarse.
— era la Atlántida... —musité casi sin poder creerlo, tal vez esa era la razón por la cual se encontraba en medio del mar.
— te sorprenderá saber que yo tampoco sabía que era la Atlántida, pero, en la preparatoria Auradon, empecé a descubrir de mi Isla más de lo que hacía dentro de ella —Mal había logrado sentarse en la cama y poder mantenerse ahí.
— pero, no entiendo, entonces... ¿Qué pasó con el tal... Tritón y la princesa Ariel? —
— Se convirtieron, para un futuro mejor, ambos, se convirtieron, al Rey Tritón le costó, pero, lo hizo, Ariel por su parte estuvo contenta, podría estar con él amor de su vida, en un vivieron felices por siempre —
— hemos vivido en un lugar mitológico por años y nunca lo supe —de alguna manera esa noticia me había caído como balde de agua fría.
— por eso es que Auradon es un lugar mágico, un lugar lleno de sorpresas — finalmente y con algo de esfuerzo propio, Mal se levanto, respiro hondo y cerró sus ojos.
— no deberías levantarte —musité con cierto resentimiento.
— no te preocupes... Estoy bien —
— yo no he dicho que me preocupo, pero... —
— aunque no lo hubiese dicho, tus acciones hablan por sí mismas —reprimí otra queja y evadí su mirada, por un momento mi pecho se sintió ligeramente apretujado, como si se tratase de una asma crónica.
— te he dicho que no soy buena... Mal —
— ni yo tampoco lo soy... Pero... —
— pero, nada, tú y yo somos muy diferentes —finalmente mantuve mi mirada firme en sus ojos ligeramente verdes— tu fuiste concebida, yo, fui una creación a base de odio y rencor, mi vida es venganza, no soy mala, sería muy sutil al decir ello, en realidad mi rencor no conoce límites, por qué soy.... Soy —
— Eres una persona, una persona igual que nosotros —una tercera voz invadió el lujoso cuarto del Rey Ben, por un momento, el temor se apoderó de mi pecho, mi corazón se contrajo, mis piernas por primera vez temblaban y esas ganas inmensas de llorar... Aparecieron y sin querer recordé su sedoso cabello del príncipe Tristan, su vestimenta totalmente blanca y esos ojos tormentosos.
— no deberías pensar así de ti misma, eso demuestra que no tienes autoestima —la cuarta voz pareció ser más cercana, llegando a mi con libro en manos y con una mirada seria.
— yo... No tengo sentimientos, él autoestima no es lo mío.... Soy mala, desde la cuna, nací con el don de destruir, no te pertenezco a este lugar, no pertenezco a un lugar donde hay príncipes bien portados y princesas primorosas, no nací para ser ordenada, nacía para triunfar... Por... El egoísmo en mi alma, y de alguna forma me enoja, me enfurece ser así, ser tan tediosa y horrible, pero, es mi naturaleza... Soy una.... —
— Tonta... —mis ojos se abrieron de par en par, mi pecho expulsa un frenesí caliente, por un momento mis vellos se erizaron, mis ojos ardían, me sentía inseguramente mala— ¿no te das cuentas que tienes a personas que te ayudan, que te dan la confianza después de haber cometido vandalismo?, ¿crees que para nosotros es fácil ser así, que nacimos para ser buenos..? —
— Tristan... —musité sin poder creerlo, sus ojos se mantenían cerrados con un aura controlada, sus puños ligeramente apretados y su tez casi un color salmón.
— pues no es así... —y decidido abrió sus ojos, tomó mi mano y la apretujo con tanta fuerza que creo que me haría daño— a veces es difícil, es difícil aprender cada cosa, ¿no crees que el Rey Ben ha tenido instintos de correr y gritar?, ¿no crees que nuestros sueños a veces se ven obstruidos por dirigir un país entero?... Tenemos obligaciones, estamos bajo presión... —
— Sin embargo... Viven de una manera lujosa, comen cosas de primera clase, sus frutas son deliciosas, las personas los aman... Viven una vida plena y segura... —
— Tonta... Tonta.. ¡TONTA! —su mano estremeció a la mía, cerró sus ojos y frunció severamente su ceño— aún no lo entiendes... Aún no... Las cosas materiales no importan, lo que importan son los sentimientos, lo que importa es la gratitud y sentirse libre de culpa y la mejor manera nunca es salir de manera brutal como lo hacen en la isla —
— hemos aprendido a sobrevivir de esa manera... Nos han enseñado así, nuestros padres... —
Abrió sus ojos de manera brutal y reprimió un grito.
— No, Meido, esto no se trata de tu madre o sus consejos, se trata de ti, por que al fin y al cabo es tu vida, estás viva... —
Negué repetidas veces con la cabeza— soy simplemente una creación —
— y las creaciones tienen alma... —fruncí levemente y desvíe mi mirada
— ¿a qué quieres llegar con eso..? —
— quiero que entiendas, lo que realmente es importante —
—y ¿ por qué no lo dice es de una buena vez? —
— he tratado de explicártelo —
— ¿qué es entonces? —
Respiro hondo y exhaló— Lo que realmente importa es la familia —...— lo hermoso de vivir los momentos, lo maravilloso de conocer, lo increíble que es sentir el amor —
— suena a un cuentos de hadas —
— suena a una vida plena y sana, algo que muchos de nosotros buscamos... Así que.... No te rindas, no pienses cosa desagradables sobre tu persona, porque, dentro de ti hay un alma, una pequeña pizca de esperanza se puede asomar en sus ojos —y parecía que en los de él también.... Pues... Simplemente se limitó a mirarme.
Desvíe bruscamente mi mirada y fruncí mi ceño, odiaba sentirme así, tan insegura y débil, era casi, desgastarlo.
— BUSQUEN EN TODOS LO CUARTOS... —pronto los ecos de personas corriendo se asomaron por la puerta, separe de inmediato la mano de la de Tristan y tosí levemente.
— debemos irnos —musitó a gritos Ben.
— ¡¿enserio?! No me digas... —y sinceramente no podía evitarlo, pero, se sarcástica era lo mío.
Por un momento la mirada de Ben era tan dura, que me dio algo de pena y desvíe mi mirada.
Cerré mis ojos y respire hondo— bajemos por la enredadera... Que se encuentra en la ventana —pronto me acerqué a ella y exhale fuertemente y en paz por que no había nadie a la vista o que la enredadera no había desaparecido misteriosamente— bajemos... —sin más salte fuera del cuarto con la esperanza de que ellos me siguieran.
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Descendientes: Unidas Otra Vez [En Edición]
FanfictionMeido ha estado encerrada durante siete años en una caja fría -pensado su madre que así la haría recapacitar- Desgraciadamente eso no esta en los planes de ella, Meido es liberada y ahora planea destruir todo lo que su hermana ha logrado, así finalm...