Descendientes - Fiesta Mágica II

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— HABÍA UNA VEZ LVIV—




— chicos debemos ir rápido, sino se acabará la comida —parpadee unas cuantas veces viendo pronto como Carlos y Jane corrían detrás de ellos se situaban Jay y Lonnie, Alice y Andy junto a Peyton, Ryan y Tristan caminaban asombrados por el arco, Evie y Doug eran los más tranquilos en pasar disfrutando de tan espectacular acto.

— ¿sucede algo? —me sobresalte al escucharla tomando con fuerza mi cetro.

— me has dado un susto —musité entrecortada por la pregunta de Mal.

— lo siento —

— no hay cuidado —comente respirado hondo.

— te has exiliado tú misma de este paralelo, pareces haberte transportado —

— lo sé, solo ha sido un... Es que no dormí nada anoche, estoy algo somnolienta... —comente con recelo.

No entendía mi visión.

— si quieres puedes ir a dormir, le pediré a un cochero que te lleve al castillo... —Ben siempre tan bondadoso.

Sonreí de lado y estire mis manos— no hay problema estoy bien, solo algo cansada, pero planeo pasarla de maravilla en este lugar —

— esa es mi chiquita cruel —por un momento pude jurar escuchar la voz de mi madre, pero era Mal quien esperaba que chocara su puño.

Negué con la cabeza y hecho a reír mientras chocaba los puños con ella.

— veamos que prepararon Audrey y Lonnie —

— seguramente una gran sorpresa —comentó Mal.

La mire mientras caminábamos, ella agarrada de la mano con Ben y yo con mi cetro— las conoces bien —

— tengo el don para eso —pude sentir como me miraba pero me hice la aérea, por así decirlo, pero en dos pasos tenía Mal frente a mí con su ceño levemente fruncido en mi cabeza.

— ¿tengo algo en la cabeza? —cuestione incrédula.

— espera... —tomó la corona, la cual había obviado por completo y la giro un poco, sonrío encantada— así está mejor —rodeé los ojos y me aparté de ella.

— eres muy perfeccionista, Mal —bromee.

— tengo un don —

— ¿cuántos serán? —

— soy muy sorpresiva —indicó.

Negué con la cabeza hallando sentido a lo que dijo pero no le encontraba.

Las personas solían disfrutar de estas fiestas pues siempre había algo que celebrar.

— ¡Un fuerte aplauso para los hermosos novios! —Lonnie no perdía el tiempo con sus gritos, pronto todos se dieron vuelta y se percataron de Ben y Mal, sintiéndome yo una intrusa al lado de ellos, me aleje lentamente hasta estar a una distancia favorable.

— princesa Meido, permítame medirle la cabeza para poder hacerle un hermoso sombrero —

— ¿por qué tanta obsesión por ello?, ve y hazle un sombrero a otra persona —el sombrero hizo una leve reverencia y sonrió.

Descendientes: Unidas Otra Vez  [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora