Otra noche, otra fiesta.
Normalmente paso mis noches en casa de amigas y amigos, mayormente en fiestas ¿Mis padres saben? Pues más o menos... Se podría decir que soy el tipo de chica que finge ser buena frente a sus padres, así obtengo su confianza y libertad al mismo tiempo. Era una estrategia infalible. Jamás se metían en mis cosas porque simplemente no se imaginaban que un ser de Dios como yo podría tener algo que esconder.
Me observé por última vez en el espejo, sacudiendo mi cabello recién ondulado y me dirigí a la casa de mi amiga, pues hoy nos esperaba una gran noche.
—Adiós mamá, dile a papá que lo amo—grité, tomando las llaves.
—Cuídate mucho Isabella—respondió desde la cocina.
Mamá era dueña de casa, pasaba todo el tiempo ahí metida, yo era la que jamás estaba en casa. Ya estaba acostumbrada a caminar sola por la oscuridad de las calles. Sin embargo, esta noche una extraña sensación me acompañaba. Estaba por llegar a mi destino cuando sentí unos pasos a poca distancia. Me asusté y comencé a caminar más rápido y de vez en cuando lo miraba de reojo. Parecía una figura masculina, que no tenía intención alguna de cambiar de ruta; inclusive había apresurado el paso. "Ya queda poco, no hagas nada estúpido Isabella" me dije a mi misma. Él me estaba siguiendo y cada vez caminaba más rápido. Tenía miedo de correr ¿Y si era más rápido que yo?
El corazón me latía fuerte en el pecho y miles de horribles ideas pasaban por mi cabeza.
Ya solo dos casas. Es ahora o nunca.
Tomé una bocanada de aire y me lancé a correr lo más rápido que pude, logrando finalmente entrar a la fiesta. La casa estaba repleta, adolescentes bailando por todos lados -inclusive sobre las mesas-, besándose, tomando y riendo sin parar.
—¡Bella que gusto verte aquí!—voltee y era mi amiga, Candace. Sentí un alivio instantáneo, me sentí segura.
—Candace, había un tipo siguiéndome y me vio entrar acá. —la abracé—Tengo miedo.
—¿Pudiste verlo?—preguntó.
Negué de inmediato. —Apenas vi su figura. Solo me eché a correr.
—Oh, tranquila—me miró a los ojos, transmitiendo toda la paz posible.—Todo está bien ¿sí? Aquí nadie puede hacerte daño.
Asentí. —Eres la mejor.
—Lo sé, ahora vamos a divertirnos.
La seguí con dificultad hasta la pista de baile improvisada y comenzamos a movernos. Permanecimos así por un largo rato hasta que decidimos ir al mini-bar a servirnos un par de tragos. No hizo falta demasiado alcohol para dejarnos risueñas.
—Creo que necesito verificar la rotación de la Tierra—dijo Candace riendo de forma exagerada.
—¡Borrachas!—reí. —Estamos borrachas.
—¡Dime algo que sea nuevo!
—Tus uñas, están fantásticas, —ella río y yo rei junto a ella durante un largo rato. Sin embargo, entre tanta gente comencé a marearme. —Candace me siento algo mareada ¿Podemos salir?
—Claro—con dificultad nos abrimos paso entre el gentío y llegamos a su ante jardín. —Uh, que frío hace ¿Te traigo un abrigo?
—Está bien, te espero acá —la vi entrar y comencé a mirar las estrellas, pues era una fría pero linda noche. Puse mis brazos a mí alrededor para entrar en calor y me senté en la acera fría a esperarla. De inmediato, sentí un ruido tras el auto. Intenté ignorarlo, pues honestamente mi alto grado de alcohol no me hacia la persona más digna de fiar. Hasta que otro ruido se hizo mucho más audible.
Definitivamente aquello no me lo estaba imaginando.
—¿Hola?— claramente nadie contesto, pero una sombra fugaz se movió tras el auto, así que seguí insistiendo. —¿Hay alguien ahí?
—Justo aquí—apareció un hombre alto a mi lado. Se me congeló el cuerpo entero, mi respiración se detuvo: Me paralicé.
—¿De..Donde?—con movimientos veloces él tapo mi boca.
—Si quieres vivir, no vas a gritar ¿me entiendes?—intenté forcejear contra él, pero sus brazos me sujetaban con demasiada fuerza. —Federic, trae el pañuelo.
Otro hombre apareció detrás del auto. Intenté golpearlo con mis piernas, pero fue inútil. Se acercó hasta mi rostro, sin expresión alguna.
—Buenas noches linda —dijo mientras ponía un pañuelo en mi nariz.
—Buen trabajo, Federic.
Mi cuerpo se sintió débil y poco a poco me desvanecí en los brazos de aquel desconocido. Mis sentidos simplemente se apagaron.
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We just gotta get out. (Luke Hemmings)
Fanfiction❝-¿Y si fallamos en el intento?-le dije preocupada. -Salgamos vivos o no de esto, te amo, te amare y te seguiré amando por siempre. -me besó. Y con eso me di cuenta de que no necesito a nadie que me salve, porque con él ya estoy salvada.❞ (En edic...