Capítulo 18.

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Cuando volví al estudio no había nadie, así que imaginé que ya había terminado la sesión. Busqué el pasillo que me llevaba de vuelta a nuestra habitación, pero me sentía confundida, todo era del mismo color; gris. ¿Cómo puedo diferenciarlo? Di pasos, absolutamente perdida, esperanzada de estar siguiendo el camino correcto. Opté por tomar un pasillo de la derecha, pero lo único que encontré fue una puerta de madera que parecía recién barnizada.

Toqué la puerta esperando encontrarme alguien que me llevara a la habitación.

—¿Si?—Federic abrió la puerta. Frunció el ceño y salió rápidamente para cerrar la puerta tras de sí.

—Me perdí—confesé, encogiéndome de hombros. 

—Oh, Bella—rió relajadamente. Me quedé observandolo, parecía ser otro Federic. Uno relajado, natural y simpático. No era el Federic que conociamos, y me sentí completamente confundida. ¿Cuál de los dos Federic era un acto?

Al notar que no dejaba de mirarlo, comenzó a caminar y me hizo una seña para que lo siguiera. Intenté memorizar el camino, pero era obvio que estaban hechos exactamente para eso: para perdernos dentro de ellos.

—¿Federic?—me acerqué más a su lado.

—¿Qué?

—¿Por qué me tratas bien? No deberías hacerlo—solté. De reojo, lo vi sonreír nervioso.

—Escucha Bella, hay demasiadas cosas que nadie sabe de mí y creo que no es de tu incumbencia.

—Está bien, lo siento—susurré, cerrando el tema.

Al fin llegamos y él abrió la puerta para que pudiera entrar. Me acerqué a Halley y conversé con ella hasta que nos pesaron los ojos del sueño. Mientras, las chicas jugaban al ahorcado con un trozo de tiza que se habían llevado del bar. Reían y se burlaban la una de la otra, así que llegamos con Halley a incluirnos. Pasadas las 1 de la madrugada ya estaban todas cansadas y simplemente fueron cayendo dormidas en cualquier lado de la habitación.

Entonces, cuando todas estaban dormidas y el silencio se hizo abrumador, no pude evitar recordarlo. Han pasado 2 días y aún no he visto a Luke. Siendo sincera, de verdad lo extraño mucho. Pero no tenía demasiadas opciones, así que solo me acurruqué junto al áspero almohadón e imaginando que él estaba a mi lado, me dormí. 

Irónicamente, desperté de las primeras. Me fui a duchar y una loca, pero fantástica idea cruzó mi mente. Tal vez si fingimos un 'quiebre amistoso' Noelia nos dejaría en paz, detendría su espionaje y bajaría la guardia. Entonces yo podría seguir saliendo con Luke en secreto. 

Solo tenemos que saber actuar. 

En ese instante Iván entró a la habitación anunciando que nos necesitaba a todas en el bar. Por lo que en 15 minutos, estábamos vestidas con buzos y caras de sueño, paradas en el centro del bar.

Observamos que estaba Calum junto con las cajas del otro día, Noelia, Rodrigo y Federic. Calum aún tenía la mirada perdida, Noelia se mantenía con la barbilla alta y la mirada gélida, Rodrigo tenía una mirada de enojo, sus puños estaban extrañamente heridos y bueno, Federic estaba lleno de pintura.

—Bien, como saben, este nuevo chico está trabajando aquí. Sin embargo el trabajo de fotógrafo no es para él. Haremos una página web para promocionar este bar así que necesito que se arreglen, se vistan con la ropa que les entregaremos y pongan su mejor sonrisa en sus asquerosos rostros. —explicó Noelia, que a decir verdad, se veía bastante demacrada. ¿En qué momento le habían salido tantas arrugas?

Formamos una fila y nos entregó a cada una un vestido rojo apegado al cuerpo, así que caminamos a la habitación y una figura esbelta y alta estaba en la otra esquina de la habitación. Se me aceleró el corazón, a penas volteó y pude verlo. Al fin pude ver a Luke y quise llorar al hacerlo. Su ojo estaba morado, se veía triste y tenía la mirada perdida. Se me apretó el pecho de verlo herido. Quise correr a sus brazos, pero Federic negó su cabeza mientras me observaba, suspiré y mordí mi uña de la ansiedad.

We just gotta get out. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora