Capitulo 34.

2.4K 173 33
                                    

Con las chicas nos reunimos en un círculo y comenzamos a discutir posibles planes de escapes.

-¿Qué tal algo como una revolución en el bar?-pregunte esperanzada.

-Ya lo intentamos, Bella.

Suspire frustrada. Llevábamos casi media hora discutiendo planes pero ninguno era lo suficientemente bueno, lo suficientemente eficiente o simplemente lo habían intentando y no había funcionado.

-¿Y si vuelven a intentar lo del teléfono?-pregunto Melisa. Ya les habíamos contado toda la historia.

-No creo que funcione, ya deben haberlo escondido-respondió Halley.

Entonces Rodrigo entro a la habitación.

-¿Qué hacen despiertas? Duerman ahora que mañana deben hacer la sesión de fotos, limpiar el bar y trabajar en el-dijo de forma brusca. Acatamos su orden y nos acomodamos para poder descansar, o al menos esa era mi intención.

A la mañana siguiente aún dolían mis muñecas pero no tanto como antes, era solo un pequeño ardor donde quedo una marca. Como todos los días seguimos la molesta rutina y al rato Federic, predeciblemente, se encontraba trayéndonos un desayuno-almuerzo.

-Isabella, ven un momento-dijo seriamente. Me levante, sacudiendo mi ropa, y caminé hasta Federic quien me llevó fuera de la habitación.

-¿Qué pasa?-dije. Él se acerco un poco más a mí lo cual me incomodo un poco.

-Necesito que conversemos, pero para eso debes tomar al trabajo de limpieza del bar y los cuartos hoy.

Lo observé durante unos segundos, no volveré a limpiar aquellos cuartos llenos de suciedad de todo tipo. No otra vez.

-Olvídalo.

-Hoy no habrá todas esas cosas, anoche el bar no se uso-dijo lentamente, esperando mi reacción.- Necesito que hablemos, es algo muy importante.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo. Es el momento de tomar decisiones y la primera es: ¿Debería confiar en Federic? Analice la situación en mi mente durante unos segundos hasta que la respuesta se asomó llamativamente por mi cabeza.

-Está bien-respondí lanzando un suspiro. Federic fabricó una gran sonrisa y sin que me diera cuenta, me estaba abrazando.

-No te arrepentirás, lo prometo-dijo bajito. Me soltó y le regale una leve sonrisa aún nerviosa pensando en que puede pasar, él volteo feliz y desapareció por aquel pasillo.

-Qué lindo ¿no?-dijo una voz de repente. Pero no era cualquier voz, era la de Luke.

-¿Qué?

-Federic es tan abrazable ¿no es así?-dijo en tono receloso.

-No me digas que estas celoso, Hemmings.

-¿Yo, celoso? ¿De Federic?-dijo incrédulo.- Ja, ja, ja, ja nunca.

-Buen intento.

-Bella, mírame-dijo egocentricamente. -Jamás estaría celoso de él es solo que te quiero mucho y no quiero que se acerque ni un poquito a ti.

Jamás imaginé que aquellas lindas y celosas palabras saldrían de esos rosados labios.

-Eso se llama estar celoso, Lukey.

-Nop.

Rodé los ojos y antes de que pudiera si quiera abrir la puerta su melodiosa voz volvió a sonar en el pasillo.

-Bella, yo…no confío en él…

-Tan solo dale una oportunidad, Luke-dije finalmente. Entré en la habitación y todas las chicas me prestaron más atención de la necesaria. Especialmente Diana, que supongo me tendrá entre ceja y ceja hasta que logremos salir de aquí o eso espero que pase.

We just gotta get out. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora