Capitulo 28.

2.9K 193 30
                                    

4 días sin ver a Luke y me estoy volviendo completamente loca. Necesito verlo, necesito sentirlo cerca y su lejanía me está carcomiendo lentamente por dentro. Odio necesitarlo de esta manera pero él toco un punto que nadie había tocado y ahora me tiene a su bendita disposición. Y es que nadie jamás había sido tan tierno conmigo, tampoco habían estado ahí conmigo cuando solo necesitaba un abrazo, ni siquiera mi primer novio.

-Bella, Federic te busca-informo Kate apuntando hacia la puerta.

-No me digas que ahora te meterás con él-comento Diana a mis espaldas. Estuve a punto de recrear esa imagen de monitos animados; tirar mi puño hacia atrás y quebrar su cara. Pero no, no lo hice.

Salí esperando encontrar la sonrisa que caracteriza a Federic pero solo encontré un muchacho con su cabello desordenado y los ojos tristes.

-¿Pasa algo?-dije preocupada por su estado. Normalmente él esta peinado y sus ojos suelen brillar como el sol.

-Necesito que me digas ¿Sigues con Hemmings?

Fruncí el ceño. –Pues no, hace ya tiempo terminamos…lo que sea que teníamos.

-Oh, claro.

-¿A qué viene todo esto?-le dije curiosa.

-Ordenes de Noelia.-se encogió de hombros.

-¿Y si yo hubiera dicho que seguía con él?

-Le hubiera dicho que no de todas formas.-dijo despreocupado.

-¿Por qué?

-No me entrometo en el amor de otras personas.-luego de decir esa linda frase desapareció rápidamente por el largo pasillo. Al voltear, por costumbre mire la puerta de Luke que salió por esa puerta que tantas veces hemos cruzado para estar aunque sea un rato a solas. Sus preciosos ojos azules se posaron en los míos y me observaron lentamente, mordí mi labio intentando calmar mi corazón que palpitaba demasiado rápido y entonces él desapareció por esa misma puerta.

Un triste encuentro.

-Morrison, él no estará ni está contigo, deja ya de mirar esa puerta.-dijo Rodrigo apareciendo con comida china-Ten ayúdame a entrar sus comidas.

Tome unos cuantos potes e ingresamos a nuestra habitación dejándolos sobre la mesa del maquillaje, que debería pasar a llamarse comedor.

-Isabella ¿Por qué no vas a dejarle este pote a Luke?-dijo burlón Rodrigo. Lo miré enfadada y el rió con fuerzas.

-Ve tú.

-Es una orden-dijo entregándome el pote. Bufe y me encamine hasta el cuarto de Luke. Odio a Rodrigo, él sabe cuánto me afecta hacer esto y le gusta verme sufrir. Estúpido hijo de puta. Toque la puerta y de inmediato el abrió, al verme se sorprendió un poco pero finalmente estiro su mano para tomar el pote con arroz y carne.

-Gracias.-dijo con su tenue y grave voz. Solo asentí triste y me devolví al cuarto pero sé que el quedo en el marco de la habitación observando cómo me voy.

-¡Muy bien hecho! Sabes, me encargare de que vayas todos los días y le dejes el almuerzo, quiero que sientas dolor al verlo y se pueda ver la tensión en el ambiente.-dijo cruelmente, soltando cada palabra con mucho cuidado y lentitud.

Halley me abrazo pero yo seguía mirando con un odio completo hacia Rodrigo. Su pelo negro bien peinado, sus ojos marrones y esa barba de unos días que siempre posee, me dan asco.

-¡Hey, Rodrigo!-dije haciendo que él volteara- No te quiero desear el mal, pero ojala vayas al baño, te de diarrea, no haya papel higiénico y lo único que tengas sea tu dedo.

We just gotta get out. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora