Capítulo 6.

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Apesar de todo lo sucedido, debía admitir que Luke me atraía físicamente. Sabía que debía estar molesta por su forma tan agria de tratarme, pero ¿Quién era yo para juzgarlo? Después de todo, no sé qué tanta mierda habrá pasado encerrado en este infierno.

Joder, este infierno. Como desearía estar en casa, lejos de aquí, sin la sensación de estar apunto de vomitar y llorar todo el tiempo. Mientras caminaba sola por el pasillo, una idea vino a mi cabeza: "¿Por qué no buscas una manera de salir de este lugar?". Sonreí de lado. Sí, claro, cómo si fuera tan fácil salir, ¿O sí? Miré hacia los lados, observando el vacío en ambos pasillos y me lancé a correr hasta la puerta más cercana; la abrí solo un poco y me asomé. Parecía una pequeña oficina, bastante ordenada y con buenas noticias en ella. Había una ventana abierta hasta la mitad.

—¿Qué haces ahí?—escuche la voz de Iván. Me congelé. —Entra a tu habitación Hemmings.

Suspiré, al saber que no era para mi; entré a la habitación, cerré la puerta tras pasar y corrí hasta la ventana ¡Estaba en el primer piso! La abrí completamente y pasé ambas piernas primero, hasta que logré salir. El sol me pegaba directo en la cara, la gente caminaba a mi lado, sin siquiera voltear. Sigilosamente mire hacia los lados, al parecer no había nadie vigilando por acá, así que caminé hasta la esquina y comencé a correr. Mis piernas se movían con debilidad, pero me sentía mas viva que cualquier otro día. Volteé a mirar por si alguien me seguía, pero al volver a mirar el camino absolutamente todo se destrozó. Su figura imponente frente a mis narices, tapando incluso el pequeño rayo de luz que antes me rodeaba.

—Eres una estúpida—Rodrigo se acercó aún más.

—Si lo fuera no estaría acá afuera.—respondí, e intenté pasar por su lado, pero él me tomó con fuerza del brazo.

—No, si fueras inteligente sabrías lo que te conviene—me obligó a caminar, mientras intentaba aferrarme a las murallas y le golpeaba; lo único que quería era gritar, pero nada salía de mi boca. Me sentía atrapada en todas las formas.

Me frustraba aquella sensación, de haber alcanzado la libertad y haberla perdido en solo segundos.

Ni siquiera noté cuando ya estabamos dentro de la casona, mis ojos estaban cristalizados y me temblaba hasta el alma. Apenas entramos a la habitación de las chicas, él sólo me tiró al piso de un empujón y cerró la puerta.

—Isabella ¿Qué acabas de hacer, cariño?—se acercó Halley.

—Fui libre por unos segundos—la miré con decepción. Ella me rodeó con sus brazos, haciéndome sentir un poco mejor.

—Te dije que no lo hicieras—me regaño Clary. —Si Iván te hubiera pillado...—se mordió las uñas. —¡Habría sido un total desastre!

—Solo quería intentarlo...

—¡Jamás dará resultados! Esos maniáticos tienen la cuadra rodeada, espías por todos lados...

—Cálmate Clary, estoy bien...—me levanté del piso y seque lágrimas que no sabía que habían salido. —Bueno ¿Y ahora qué?

—Normalmente los fines de semanas tenemos el día libre. —contestó Halley.—Lo usamos para cotillear.

—Si, háblanos de Luke y tú—soltó Melisa, sonriendo de lado.

—¿De qué hablas?—pregunté nerviosa.

—Tú sabes...los dos en el salón de fotografías—sonrío picara.

—Apuesto a que te hizo posar—comentó una chica de atrás, creo que era Lindsay.

—Pues si...algo así.

Les conté lo que había pasado en el estudio de fotos y me sorprendió que conmigo fuera diferente. Estúpidamente diferente. A ellas solo las hizo posar y ver cual pose le quedaba mejor, a mi me tocó y me miró hasta que sus ojos se achicharraron. Aquello me dejó pensando hasta que se hizo de noche, justo cuando vino Rodrigo a entregarnos el listado de lo que debíamos hacer.

Cada nombre tenía un puesto asignado.

Melisa: Mesera

Halley: Bailarina

Apenas oí aquello, me tensé, asustada. Sólo tenía ganas de correr.

Clary: Anfitriona

Lindsay: Bailarina

Grace: Mesera

Keila: Bailarina

Diana: Mesera

Kate: Anfitriona

Alice: Anfitriona

Isabella: Mesera

Sentí un alivio enorme al verme como mesera, pero los nervios seguían ahí.

Hombres viéndome, de pies a cabeza y yo teniendo que aceptarlos aún cuando los odio más que nada.

Quería irme a casa.

We just gotta get out. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora