Mi espalda choca con las frías colchas de mi cama, haciendo que mis músculos se tensen. Escucho a mi madre llorar y ruedo los ojos en signo de fastidio, había muerto su perro Trevor, ¿Pero como no? Si el pobre animal fue encerrado por mi hermano en el armario por tres días por haber orinado cada rincón de su habitación.
Suspiro con pesadez escuchando el murmullo de la gente pasado por el callejón hacia sus departamentos en Bronx, New York.
Miro un punto fijo en el techo de la casa cuando un golpeteo en mi ventana me asustada haciendo que lleve una mano a mi pecho cerca del corazón sintiendo a este latir muy fuerte, pero se relaja cuando veo a mi mejor amiga sonreír con tranquilidad y esperando en la escalera de emergencia roja moviendo su pie sin poder ocultar sus nervios.
Camino hasta la gran ventana abriéndola, donde la chica de 1.65 entra por mi ventana, donde el frio congela por un segundo mi piel descubirta.
-Cierra la ya!- chilló por que mis manos se congelan con rapidez. La nieve cae de apoco afuera-Qué haces aquí?- pregunto dejandome caer de nuevo a la cama, pero esta vez mi amiga castaña hace lo mismo.
-Vengo todos los días a visitarte- puedo persibir su tono de fastidio y me río levemente.
-En realidad ambas sabemos que vienes por mi hermano, por que no tienes nada que hacer y por que tu madre insiste en que veas al chico del piso tres- explicó con aburrimiento a lo que ella me golpea en el brazo con su mano y me quejó.
-En realidad solo vine por que quiero salir, mi mamá quiere que compré un lindo vestido para la cena de navidad y no pienso ir con ella- hace una mueca de disgusto y se levanta de la cama.
-¿Ahora?- preguntó con un tono algo adormecido y haciendo una mueca de tristeza.
-Justo ahora- rueda los ojos tirando de mi mano hasta el baño donde cierra la puerta, sabe que siempre empiezo por ahí.
Cepillo mis dientes y desenredo mi cabellera rubía, aplico labial rojo a mis labios grandes y mascara de pestañas para luego salir y ponerme unos skinny jeans, haciendo que mi pequeño trasero se resalte mas, una blusa, un hoodie rosa, guantes, un gorro de lana blanco y calcetines para terminar poniendome mis botines negros.
-Quisiera ser un poco mas femenina como tú, Regina Belmont- murmura mi mejor amiga desde la cama, la miro a través del espejo de cuerpo completo, lleva unos jeans un poco desajustado de sus extremadas piernas delgadas, su hoodie negro favorito que tiene la cara de un gato que en la noche brilla de los ojos y unos tenis de moda y un gorro verde enorme de lana.
-Eres super preciosa y lo sabes- dije regañándola. -Pero si quieres ser mas femenina puedo ajustar un poco mas tu pantalón- dije con tono amable mirando la maquina de cocer que mi madre guardaba en mi habitación, ella negó rápidamente y su cabello largo y lacio voló por los aires.
-Me gusta estar cómoda, aparte siempre estoy haciendo estupidez. Aparte hoy vamos a hacer retos- dice desafiante a lo que hago una cara de tortura y me encamino para tomar mi mochila negra donde puse mi celular, dinero, benditas y el numero de mi mamá, por si teníamos problemas con la policía.
Me puse mis lentes terminando y salimos de la casa hasta la tan famosa 5ta avenida de New York. Los taxis inundan la calle y sus claxon aturde mis oídos, sin faltar los autos lujosos que están paseando con jóvenes dentro.
-Ya que conseguimos tu vestido- alzo mi mano con el vestido negro que eligimos para ella- que empieze el juego- la reto con la mirada.
-Ve hasta el carrito de Hot-dogs y vete sin pagar- me mira desafiante y acepto en seguida.
Cuando ya tengo la comida en mi mano, salgo corriendo todo lo que mis piernas pueden, tratando de no resbalar y cuando logro ver que el señor ya no me persigue cruzo la calle evitando que el señor me vea, cuando la misión peligrosa esta concluida mi amiga se acerca hasta mi y ve que estoy intacta. Pero su atención deja de estar en mi.
-¡Wow!- exclama mirando un ferrari rojo, los vidrios polarizados y con música en su interior.
-Te reto a que pases encima del auto- digo sin si quiera pensar cuando devuelvo la mirada a ella.
-¿En serio Regina Belmont?- pregunta molesta, su ceño fruncido y sus labios en linea recta.
-Te ayudo con mi hermano- cantó antes de darme completamente la vuelta donde del carro sale un hombre.
Lleva un traje negro y una gafas con micas de espejo, su cabello rubio-castaño peinado de lado llama la atención de muchas chicas. Incluyéndome. Y como si fuera de película, se quita las gafas y mira hacia su alrededor. Su brazos se flexionan y su musculo se nota un poco mas. Mi respiración se detiene y mis piernas tiemblan.
-Es Justin Bieber- murmura mi amiga sin importancia desde el suelo, donde se esta ajustando las cuerdas de sus tenis.
-¿Él que hace?- preguntando confundida.
-Su padre es importante para la nación y su madre tiene un programa de televisión, aparte el esta llevando su restaurante hasta el final de los tiempos, dicen que tiene a los mejores chefs del mundo en cada uno de sus restaurantes, que estan por casi todo el país- dice simplemente explicando.
Caminamos por un costado del auto, donde solo veo mis botas, sentía una extraña sensación en el estomago, como si fuera a vomitar.
Cuando estamos a unos cuatro metros del Ferrari, de frente con el capo, y con su dueño aun costado hablando por celular mirando sus pies, con una expresión de sueño.
-Podría ponerte otro reto si quieres- dije cuando me quede sin aliento ya que sus ojos por un segundo chocaron con los míos a lo que baje rápido la cabeza y me di vuelta, rezando por no verme tan patética.
-Cariño, tu hermano me ama, me va a sacar de la policia- dice riendo a lo que yo solo la miro con los ojos entre cerrados con cara de "En serio?"
-Creería que te ama si tuvieras mas de 21 años, pero solo tenemos 17 y mi hermano podría ir a la carcel- digo con burla y cierto enojo por eso.
Mi amiga llevaba dos años enamorada de mi hermano de 25 años, cuando ella solo tenia 16 y el 23, mi hermano la beso por "accidente" y desde entonces no para de querer enamorarlo, a lo que el solo se va ruborizado.
-Bien, pero cuando me case con tu hermano, no quiero que seas la madrina de anillos- dice con cierto enojo y después corre.
Corre muy rapido y salta encima del capo del auto rojo para poder pasar al parabrisas corriendo por el techo y cuando esta apunto de saltar hasta el suelo y salir corriendo, el cuerpo del hombre en traje la tira al piso.
Doy un grito ahogado cuando esta regañándola y apuntándola en el suelo, corro hasta ella y llego en el momento en que el trata de darle una patada.
-¿Qué rayos sucede contigo?- grito empujándolo con mi cuerpo. Me arrodillo frente a ella que parece no reaccionar y lo miro.
Sus ojos mieles penetran mi alma, su cara de rabia disminuye un poco pero la mía no.
-¿Sabes cuanto cuesta este auto? Millones de pesos como para que tu amiguita salte encima- espeta tajante.
-Sí, pero puedes llamar a la policía o simplemente regañarla ¡Ibas a pegarle a una mujer!- grito con todo lo que puedo mientras la levanto.
Su cuerpo delgado se apoya en el mío y camino con ella mientras camino enfrente del hombre, su mirada se encuentra con la mía a lo que solo trato de pensar en no gritarle barbaridades.
Camino lejos, muy lejos con la chica delgaducha sosteniendose de mi cuerpo quejandose una y otra vez, hasta que tomamos un taxi.
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Oh, no Justin! {jdb}
Fanfiction¡Hola! Acompaña a Regina Belmont en este viaje de su primer amor. "Llego para hacer mi vida ordenada un completo desorden" Autora original: Fernanda Gómez. No se aceptan copias ni adaptaciones. No plagiar, se original.