deisiocho.

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Corro por las escaleras de mi edificio todo lo que puedo con Malia pisando mis talones. Nos habíamos quedado dormidas.

Cuando llegamos a la escuela la campana estaba dando su ultimo sonido.

Corro estúpidamente despidiéndome de Malia ya que le tocaba deportes y a mi biología.

Suspiro sentándome en la silla en silencio mientras algunas chicas me miran y yo trato de mirarlas. Yo se por qué. Las notas del miércoles.

El día pasa tan extraño cuando dos chicas del salón de alado se sientan con nosotros a desayunar platicando de Justin Bieber haciendo que me ponga incomoda. No dije ninguna palabra al respecto.

Cuando terminan las clases mi amigo y yo vamos con Malia hasta la cafetería que tenia su madre a dos calles de la escuela.

-Oh dios mio!- chilla Jordan que esta enfrente de nosotras bebiendo con pajilla un batido de fresa. -Regina, Dios, no sabia que ya hasta te ibas a casar, gata mentirosa de mierda- me dice con el ceño fruncido a lo que yo imito su acción.

-Otra nota- le doy un trago a mi malteada de chocolate, frunzo el ceño cuando veo un hombre del otro lado de la calle con una cámara apuntándome.

-Bueno, la nota dice muchas cosas- Jordan me pasa el celular y lo pongo entremedio de Malia y yo.

Leo lo que hay en la nota y escupo lo que tengo en la boca haciendo que le caiga a Malia dandome una mirada de asco y enojo. Decia que estaba embarazada.

-Oh dios mio, tengo que salir de aquí- digo tan pronto que un cinco hombre mas me fotografían a través de la gran ventana.

A paso rápido salgo del local con Jordan detrás de mi. Malia no vendría esta vez a mi rescate.

Los hombres empiezan a fotografiarme y el sonido de las cámaras me aturden. el chico de cabello azabache toma mi mano con fuerza y empezamos a correr hasta mi departamento donde subo mis escaleras rápidamente y abro la puerta rezando por que nadie este en casa.

-Regina ¿Puedes explicarme por que apareces en la televisión?- el grito de alarma de mi mamá me recibe y siento mi corazón latir con fuerza.

-Justin... me invito a una fiesta hace un par de noches, están mal interpretando las cosas- explico con histeria. Jordan solo esta a mi lado tomando mi mano.

-Si tu papá se entera ¡Si tu hermano se entera! ¡Se van a alterar!- grita poniéndose de pie. Mira a a mi amigo y le sonríe a medias para luego mirarme con el ceño fruncido -Si preguntan diré que no te conozco- dijo por ultima vez antes de refunfuñar y entrar a la pequeña cocina.

-No tienen por que enterarse-hable con obviedad cuando entre a la cocina después de despedirme de Jordan en la puerta.

-Estas en la televisión, no seas tonta- me mira con esos ojos cafés grandes preguntándose si de verdad soy su hija.

-Lo evitaremos- frunci los labios tratando de mantener el positivimos.

-Que evitaran?- un cansado hermano llega abriendo la puerta de la cocina, vestido con su uniforme de policía y ojeras casi desapareciendo. Nos asustamos ambas haciendo que saltáramos en nuestro lugar y los nervios se alteraran.

-Nada- hablamos al unisono.

-Extrañas- dijo mirandonos con el ceño fruncido antes de meter su cabeza al refrigerador.

Ambas nos miramos e hice una mueca de suplica y ella una de maldad pura, hice un puchero y ella frunció el ceño, mi cara esta vez fue reflejo de una cara llorando y ella me dio una mirada de muerte cuando el ya iba salir del refrigerador. Ambas nos posicionamos viéndolo con una sonrisa enorme.

-¿que les pasa?- su tono dice que esta asqueado por la situación, su ceño fruncido y las esquinas de sus labios alzados.

-Oh es que, estoy en mis días y estoy nerviosa por que me manche un poco-

-Me tire un pedo y no sabia si huele, aparentemente no-

Ambas hablamos al mismo tiempo haciendo que mi hermano mayor se empezara a reír mucho sin gracia para luego mirarnos a cada una con esa mirada que intimida a cualquiera, haciéndonos chiquitas bajo sus ojos serios.

-Sigo siendo tu madre, así que vete de mi cocina si no quieres que te saque los ojos con la cuchara- la voz dura de mi mamá sonó por el pequeño espacio haciendo que mi hermano relajara su expresión y haciéndolo salir refunfuñando.

Ambas dejamos escapar un suspiro de alivio muy grande, haciendo que nos relajáramos.

-Trata de ser menos obvia cuando este chico venga, no trates ser el centro de atención- apunto.

-Mamá, es un hombre famoso ¿como quieres que no llame la atención? Sí soy demasiado "bonita" para ellos ¡ayer me ofrecieron una cosa para el cabello para que lo promocione!- susurré, tratando de no alterarme por lo sucedido y que mi hermano me escuchara. Me incline en la mesa mirando mas de cerca a mi mamá quien solo se burlaba de mi situación.

-No simplemente puedes maquillarte y usar peluca?- bromeo llevando una mano a su boca ocultando su risa mostrando su anillo de matrimonio.

-Claro, Hannah Montana es mi solución- espeté rodando los ojos. Baje los hombros sintiendo un malestar en mi panza, con los nervios manejando mi ser.

-Sal de aquí antes de que te quite un ojo con una cuchara- amenazo con la cuchara señalándome.

Hice cara de susto y salí, antes de que se alterara. Mamá no nos pegaba con chanclas, por que desgraciadamente no tenia de esas en New York, mamá nos pegaba con cucharas de plástico. Miedo total.

Camine a mi habitación ignorando olímpicamente los ojos aniquilables de mi hermano que descansaba en la sala.

Me tire enfrente de la ventana de mi pequeño refugio, viendo como la nieve caía enfrente de mi.

La ventana se veía llena de copos de nieve que caían del cielo con suavidad.

Toque la ventana sintiendo el frío con mis dedos pálidos pensando la cosas mejor.

¿en realidad vale la pena arriesgar todo por el chico de cabellos rubios?

No lo se, el no es nada mas que un amigo que mantiene sus manos cerca.

Todo mi cerebro se confundió el momento en que pensé que podría pasar si mi hermano se enterara.

¿Por que le tenia miedo a mi hermano en primer lugar?

El cuido de mi desde pequeña, le debo tantas cosas, cuando papá no estuvo un tiempo en casa el se hizo mayor solo por nosotras y aun cuando papá regreso de su rehabilitación de alcoholismo, Evan se encargo de nosotras, de traer dinero a casa y aun lo sigue haciendo. La mitad de su sueldo sigue siendo nuestro, y de cierta manera el es mucho mas importante que mi padre.

Amaba a mi familia, pero Evan es todo para mi.

Recargue mi frente en la ventana congelada mirando atrás vez la calle blanca, los hombres regresando de sus trabajos.

Suspire una vez mas cuando los hombres con cámaras miraban a su alrededor.

Ellos no se iban a ir sin información, sin una fotografía de mi nueva.

Me quite de la ventana en el momento en que mi celular sonó en la cama.

Justin Bieber estaba llamando.

Oh, no Justin! {jdb}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora