El día había llegado tan rápido que me sorprendí. pero no sabia como salir de mi casa a las cinco de la tarde y no llegar en horas.
Me desperte cuando el sol estaba resplandeciente entrando unos rayitos de sol por entre en medio de las tablas.
-Regina, apúrate tenemos que ir al supermercado- grito mi hermano del otro lado de la puerta.
-Lo siento no te conozco- grite de vuelta con molestia.
No quería salir de mis cómodas sabanas y verle la cara.
-Mi mamá no esta y no pienso ir con mi papá, tu sabes hacer esto- pude escuchar como pegaba su frente a mi puerta. Rode los ojos y me puse de pie.
-En unos minutos salgo- espeté.
Me puse una falda de mezclilla y una blusa básica blanca, mis botines y un suéter tejido azul que me había regalado el abuelo en mi cumpleaños.
Al salir simplemente camine sin mirarlo y me adelante lo mas que pude de el.
Ya en el supermercado, metí al carrito todo lo que seguro necesitábamos; sin hablarle.
-Podrías por favor hablarme como antes?- dijo después de un momento cuando estábamos en la fila, a lo que negué con la cabeza sin verlo.
No insistió mas y cuando llegamos a la casa deje las bolsas en la mesa para después sentarme en el sillón negro.
-Escucha, se que soy un mal hermano pero por favor perdóname, no aguanto que no me hables, que no me des besos en la mejilla cada mañana o que me hables solo para burlarte de mi dedo chueco-
Lo mire con desprecio. Estaba frente a mi con una cara de tristeza, jugaba con sus manos y mordía su labio. Mi corazón se entrujo.
-Algunas cosas no cambian solo pidiendo perdón- dije con suavidad esperando por su reacción pero el solo bajo la cabeza.
-Solo no quiero que te pase nada, yo se como es ese chico- murmuro.
-No no lo sabes-
-Hace unos meses me lo encontré manejando bajo estado de ebriedad y tenia olor a marihuana, no traía consigo pero su auto era una bodega de humo ¿Es lo que quieres para ti?-
-El ya no es así y de todos modos, no me importa, el es mucho mejor persona que tú- me puse de pie y camine hasta mi habitación.
Oh, no Justin!
Cuando la tarde estaba cayendo mi hermano salio del edificio por lo que mi plan estaba saliendo bien. Mis padres lo sabían y me dejaron salir poco después de que Evan saliera.
-Estoy nerviosa- le dije al chico que iba a mi lado en el vagón pero no me hizo caso por que iba con sus audífonos.
Camine con rapidez por la acera hasta llegar al edificio de Justin y salude al guardia quien me dejo entrar.
Cuando las puertas del elevador se abrieron en el Penthouse del rubio un fuerte olor a alcohol me golpeo por lo que tape mi nariz con mis dedos.
-Justin!- grite. Mi estomago se revolvio al ver vomito en el piso.
Camine hasta su habitación y me di cuenta que habia ropa por todos lados, por lo que me asuste, parecia como si un torbellino hubiera pasado por el lugar.
-Justin?- grite de nuevo su nombre y me adentre mas a la habitación hasta que vi un cuerpo tirada en el piso del lado derecho de la cama.
Claramente era de un hombre, con cabello castaño y piel blanca. Tenia muchos bellos en sus piernas y solo tenia boxer.
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Oh, no Justin! {jdb}
أدب الهواة¡Hola! Acompaña a Regina Belmont en este viaje de su primer amor. "Llego para hacer mi vida ordenada un completo desorden" Autora original: Fernanda Gómez. No se aceptan copias ni adaptaciones. No plagiar, se original.