tres.

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La cena termino en una discusión de mi hermano y yo, por que dije que me gustaban los hombres mayores, haciendo que estallara en cólera.

-¿Puedes calmarte?- murmuré riendo para después ver como se marchaba.

Haciendo que mi mamá lo siguiera, no sin antes darme una mirada de "en serio?" Enojada.

-Creo que eres libre para decidir con quien salir, solo no busques a alguien que te haga infeliz y tenga muchos antecedentes penales- explico el abuelo mientras me sonreía para después entrar a su auto viejo que lo llevaría su casa en Queens.

Para la mañana siguiente todo había vuelto a la normalidad aun que el frío calaba mis huesos a pesar de que tenía cerrada la ventana.

Para eso de las dos de la tarde, mi mejor amiga Malia, con su pijama, una manta de conejos y calcetas con pantuflas tocaba mi ventana. Pude ver como sus dientes castañeaban y corrí a abrirle la ventana. Había empezado a nevar mas fuerte.

-Malia, debiste quedarte en casa- la regañe.

-Mi culo pertenece a ti- sonrie con una mirada pervertida.

-Ya lo se, pero no creo que lo quiera enfermo- hago una mueca de asco para después tirarme a la cama.

-Escucha Regina, iba saliendo de mi trabajo y no sabes con que Ferrari me encontre estacionado fuera del local- dijo con misterio llevando sus manos a su cara y moviendo los dedos.

Alce una ceja esperando a su respuesta.

-Con Justin Bieber- dijo derrepente y sentí mi saliva ahogarme haciendo que empiece a toser, mi amiga me empezo a golpear con fuerza.

-¿Y que te dijo? ¿Se dilculpo contigo?- pregunté curiosa, mis ojos puestos en su cuerpo, tratando de asimilar la situación.

-Sí, y me pregunto por ti- empece a toser de nuevo pero mas leve.

-No juegues con eso- dije enojada con el ceño fruncido. Me cabreaba que hiciera esas cosas.

- Me pidió tu numero y dijo que te llamaría cuando...- cerro su boca cuando mi celular empezó a sonar, sus ojos se agrandaron y corrió a toda prisa hasta el aparato que estaba en la mesa cargándose, lo avienta a mi dirección y contesto, sin saber quien es.

-Hola- digo alegremente esperando por su voz.

-Regina Belmont?- la voz suave suena por el parlante y mis piernas tiemblan de los nervios, me pongo de pie y aniquilo con la mirada a Malia quien solo sonríe desde el colchón tapando su frente como creyendo que eso no esta pasando.

-Soy yo... ¿Quien habla?- mi voz tiembla un poco y rezo que no se note tanto, puedo sentir mi corazón saltar tanto, que tengo miedo que se salga por mi pecho.

-Soy yo, Justin Bieber- murmura con cierto tono confundido -Pensé que reconocerías mi voz- se ríe un poco e imito su acción pero sale un poco falsa.

-¿Cómo conseguiste mi numero?- la voz  me sale áspera y me propongo a toser para calmar mis nervios. mi amiga me ve riendo atenta a la conversación. Con sus labios dice "Ponlo en altavoz" y obedezco cuando sus cejas gruesas se fruncen hacia mi con enojo.

-Cariño, soy Justin Bieber- dice en broma lo que me rió en sarcasmo.

-¿Entonces conseguiste solo mi numero para decirme quien eres toda la llamada?- digo aburrida de su conversación, en serio que estaba siendo egocéntrico.- Y no me llames cariño- 

-Perdón señorita amargura- sonrió pensando que no ha dicho eso e imagino que el sonríe de igual manera haciéndose el inocente. Mi amiga me ve con cara sorprendida por mi reacción.

-Si no tienes nada bueno que decir, es mejor que cuelgues, señor me creo divertido- suspire tratando de no exaltarme.

-Uh, soy un señor para ti?- dice con falsa tristeza y yo ruedo los ojos.

-Pienso que tienes como 30, así que si- digo con fastidio.

-En realidad tengo 23 años, no soy tan viejo- espeta.

-Sigues siendo un señor para mi, ya que eres mayor de edad y quizá por eso me caes bien, eres un viejo- explico tratando de molestarlo.

-Bien, eso a dolido pero quería saber si quieres venir esta noche a mi restaurante, el especial de hoy Magret de pato y granada- dice simplemente. puedo escuchar murmullos a su alrededor y sospecho que esta aun en el restaurante a lo que me confirma cuando el dice a lo lejos que atiendan una mesa.

-Uhm- miro a mi amiga pensando a lo que ella me da un golpe en la frente con su mano haciéndome caer al piso de culo. -Estaré ahí a las ocho, pero hay un problema, tendría que salir con mi amiga... vivo en Bronx y no es como seguro que vaya sola- explico levemente ruborizada.

-Puedo mandar un chófer por ambas si lo deseas ¿Te parece?- explica entusiasmado. bufo algo estresada.

-Claro, te mando la dirección cuando acabe la llamada- digo simplemente a lo que cuelgo y mi amiga me queda viendo enojada, ni siquiera me despedí.

Pasando por un leve regaño y golpes en mis delgaduchos brazos, ambas gritamos tanto que mi madre entra con la sartén y revisa cada una de las puertas y ventanas con cara de amenaza diciendo obscenidades en español.

-Parecen locas- dice mirándonos feo antes de salir por la puerta.

*

Justamente a las ocho de la noche, una camioneta negra esta enfrente de mi edificio y hay un hombre de tez morena esperando.

-Señorita Belmont?- su voz grave suena por el lugar a lo que asiento tímida por su gran cuerpo, me sentia demasiado pequeña.

Malia y yo subimos cuando el hombre abre la puerta, cuando estamos adentro el cierra la puerta y a paso apresurado camina enfrente de la camioneta para entrar y emprender el viaje. La chica de piel morena me mira aburrida, así que se acerca a la parte donde los asientos de enfrente se separa.

-Entonces ¿Este bello auto es de Justin Bieber?- dice mi amiga a lo que ruedo los ojos para después mirar por la ventana. El cielo esta nublado y no se ve la luna con su máximo esplendor, los edificios se ven mas a medida que vamos entrando a Manhattan, las luces resplandecen cuando pasamos por Broadway anunciando las siguientes funciones donde puedo ver Wicked, la había visto el año pasado con mi hermano.

Mi amiga me golpea el brazo haciendo que la mire mal, la ciudad que nunca duerme es mi favorita.

-Quien diría que tendrías a tu Rich Boy- murmura, cerca de mi cara haciendo que ruede los ojos y la aparte con mi mano.

-No es mío y dudo mucho que lo sea, es un hombre mayor y tengo un hermano sobre protector, además esta tarde mientras te bañabas investigue sobre el, es muy famoso, sus cuentas están verificadas y eso no es para mi- digo susurrando molesta.

-Inventa otro nombre- dice simplemente a lo que ruedo de nuevo los ojos antes de que la camioneta pare enfrente del Bieber Palace.

Oh, no Justin! {jdb}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora