Antes que nada quiero pedir respeto a todas personas que no pudieron ser salvadas a tiempo, que no pudieron ganar la batalla.
[...]
Camino por la calle con Ben quien solo habla de una película que había visto la noche pasada. Pero yo no puedo dejar de pensar en sus palabras y que no duelan.
Esta mañana no me di ni siquiera tiempo para maquillarme, ni siquiera para ponerme algo decente.
-Bien esta es tu parada señorita- el chico a mi lado me saco de mi trance, pero algo desconcertada asentí. le di un beso en la mejilla y camine a paso lento hasta mi salón.
Claramente, nadie sabia que había pasado y no es que quisiera que lo supieran pero todos iban a darse cuenta. En primer lugar, por que voy con los cabellos enredados y segundo, por que mis ojeras están casi cubriendo mi cara.
En el receso, hice lo mismo que había estado haciendo los días anteriores: quedarme en los pasillos vacíos mientras la mayoría estaba en la cafetería disfrutando de algo mientras yo solo miraba a la nada con mis amigos; hoy estuve sola.
Pude ver como los pasillos se llenaron de estudiantes que iban a sus clases, sonriendo, bailando, gritando, corriendo. Algo que dentro de mi, sabia que podía hacer eso; no por ahora.
Di un suspiro cuando me senté en el wc, mirando hacia el techo con la cabeza en la pared.
Odiaba a Justin, por hacerlo querer.
Una lagrima se resbalo por mi mejilla cuando mi respiración se atasco en mi garganta.
Podía escuchar gritos de terror después de un disparo. Una grabación empezó por todo la escuela repitiendo las mismas palabras "Codigo azul". alguien tenia una arma en la escuela.
Me asuste cuando otro disparo se escucho cerca.
Podía escuchar mi corazón en mis oídos, mi cuerpo entero temblar, sintiendo nauseas. el miedo recorría mi sistema y no pude evitar sollozar con terror.
Temblaba de pies a cabeza, y como pude saque mi teléfono de mi bolsillo, con las manos temblorosas trate de buscar el numero de mi hermano, pero este callo dentro de la escusado, hasta el fondo.
-Mierda, mierda, mierda- repetí por lo bajo, sintiendo desfallecer.
Otro disparo y otro disparo.
"todo estará bien" me repetí abrazando mis piernas y mordiendo mis labios mientras el pánico y las lagrimas me consumían.
Tape mi boca y nariz cuando las puertas del baño se abrieron con urgencia. Trague duro al escuchar que era el atacante pues había dejado hacer la pistola al suelo.
Entrando en un estado de pánico me quede mirando la arma negra que sobre salia entre el cubículo y los lavabos. Todo en mi empeoro, era como estar en el malditamente muerta pues mi temperatura había descendido, a tal punto que no vi ni una gota de sangre en mis manos temblorosas.
Toda esta situación me estaba matando de miedo.
Pronto pude escuchar un quejido y como un cuerpo caía golpeando el cubículo, me asuste al ver su sangre recorrer el piso.
Grite tan fuerte que mi garganta dolía, la alma se me iba. Entrando en un estado de shock y ansiedad.
Baje mis pies y no me pude mantener parada por mucho tiempo. Pude ver mis zapatos llenos de sangre.
Era una imagen aterradora.
Con todo mi cuerpo temblando salí del cubículo para después ver el cuerpo sin vida de Clary Simpson, con su sangre a sus lados, los ojos abiertos y los labios morados.
Cerré los ojos apoyándome en la pared sintiendo como mi corazón verdaderamente estaba empezando a doler. Y con adrenalina y miedo empece a correr por toda la escuela, sin orientación. Cuando empuje la puerta de la escuela, miles de oficiales de la SWAT apuntaron hacia mi dirección, haciendo que me quedara helada.
-Esta muerta- murmure -¡Esta muerta!- grite cayendo al piso de rodillas, ya no aguantaba por mas tiempo, puntos negros estaban nublando mi vista.
Un hombre con traje de policía me apunto e hice una cara de terror, el bajo el arma y me ayudo a levantarme.
-Alza las manos a la cabeza y camina hasta donde esta el otro policía- me empujo con suavidad y a pasos rápido hice lo que me mando. Tocaron mi cuerpo, recobrando si no tenia el arma.
Pude ver como los demás estudiantes me observan desde lejos, todos estábamos temblando de miedo en este momento. Padres de familias calmando a sus hijos, otros jóvenes en grupo llorando. Era una escena horripilante.
El cuerpo sin vida de la chica de sexto grado iba en una camilla con una manta blanca cubriendo su anatomía.
Desconcertada me llevaron hasta una ambulancia, mi presión estaba alta, estaba apunto de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Me senté en la orilla, tomando un poco de agua que me había dado un chico de primero auxilios.
Pronto su cuerpo llego corriendo hasta mi haciendo que mi vida se sintiera mas ligera. me fundí en un abrazo con el sintiendo la calidez de su cuerpo. Me abrazo tan fuerte, que sentí que ya no había ningún dolor.
-Justin- solloce pero me callo con un beso, un beso corto pero lleno de amor. aunque no podía parar de llorar, aun tenia la imagen de sus manos ensangrentadas, manchando mis zapatos.
-Estoy aquí preciosa, tranquila- beso mi cabeza. enterré mi cabeza en su cuello y me levanto, a como pudo me llevo hasta su auto que sin duda era el mismo de anoche.
-¿Como te enteraste?- hipe. lo mire con los ojos rojos. me había dado su saco para que me cubriera. Me había quitado los zapatos y los había tirado por ahí, por lo que subí mis pies al asiento de cuero al abrazar mis piernas.
-Estaba esperándote toda la mañana, me fui por una media hora y cuando regresa todo estaba siendo un caos, no sabes el susto que me lleve cuando no te encontraba, me imagine lo peor- dijo con timidez.
-Gracias por sacarme de ahí, estaba siendo un infierno- me acurruque mas en el asiento. estaba tratando de no llorar mas.
-Te llame como desquiciado- bajo la mirada en el momento en que apago el auto estacionado a una calle de mi edificio.
-Lo tire por error en el sanitario, estaba demasiado nerviosa ahí dentro- recordé y mis ojos amenazaron con derramar mas lagrimas.
-Cariño no llores mas- me tomo por los brazos y me ayudo a sentarme en sus piernas, me abrazo, haciendo que me acostara en su hombro.
-Aun tengo su imagen en mi cabeza, Justin- solloce por lo bajo. -No quiero que la noche caiga y que de nuevo vea su imagen, tengo tanto miedo-
-Me quedare contigo esta noche- murmuro. -Creo que tienes que ir a casa, tu madre debe estar muy preocupada- asentí aun en su cuello.
Cuando baje del auto el me sonrió de manera en que me tranquilice.
Esa noche, no llore por que Justin me abrazo, pero eso no significa que dentro de mi, aun borrara esa imagen tan perturbadora.
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Oh, no Justin! {jdb}
Hayran Kurgu¡Hola! Acompaña a Regina Belmont en este viaje de su primer amor. "Llego para hacer mi vida ordenada un completo desorden" Autora original: Fernanda Gómez. No se aceptan copias ni adaptaciones. No plagiar, se original.