Salgo del zoo con una sonrisa enorme; era mi último día. Camine hasta mi edificio con la luna casi poniéndose en el punto máximo.
Ya en mi casa pude encontrarme a la pareja del año en la sala, no hablaba con mi hermano y mucho menos con Malia pero les sonreí, mi día iba excelente.
Con Justin... sabia que no eramos nada mas que amigos; que se besaban y un par de cosas mas.
Pero me importaba poco.
Termine de ponerme mis botines negros de siempre. Mi hoodie rosa y mi Jeans negros.
Como lo hacia todas las noches camine a paso rápido pero tratando de no hacer ruido por la sala y corrí por las escaleras a toda prisa.
Vi el auto y a su dueño justo enfrente del edificio pero en la otra acera.
Corrí hasta el y me subí a el como un koala. El tomo mi trasero entre sus manos y me reí en su cuello.
-¿Como ha estado la chica mas bonita de todo New York?- besó mi mejilla varias veces haciendo que una risita se escapara de mis labios. Mis manos estaban enrolladas en su cuello.
-De maravilla ahora que estoy contigo- besé sus labios esta vez. Sonreí de nuevo viéndolo directamente a los ojos y el hizo lo mismo.
-Tengo algo para ti, pero iremos a mi departamento- murmuro sobre mis labios antes de dar un ultimo beso y bajarme.
En el camino hablamos de cosas irrelevantes, claro el tomando mi mano.
Para cuando estuvimos en el edificio, nos pusimos los gorros del hoodie por que había gente a nuestro al rededor.
-¿Crees que nos reconozcan?- pregunte asustada mientras el tiraba de mi mano, caminando a toda prisa en la recepción.
-Dudo mucho- dijo cuando nos pusimos frente al elevador esperándolo. El impaciente empezó a golpear el suelo con el talón de su zapato.
El ruido de unos chicos y chicas se hacia mas cercano. Podía ver como Justin los miraba de reojo nervioso. Poniéndome mas nerviosa de lo que estaba.
Para cuando el elevador abrió sus puertas no solo entramos nosotros, sino también los chicos.
-Mierda- pude escuchar su murmuro. El me sonrió con labios cerrados mientras le daba la espalda a los jóvenes, con su cuerpo arrinconando el mío en la esquina.
Nos quedamos en silencio, mirándonos. Su mirada transmitía calma y eso me hace sentir bien. Apreté su mano para que supiera que todo estaba bien y beso mis labios cortamente.
-Sabían que el guapísimo Justin Bieber vive en este edificio?- una chica dijo con entusiasmo. Abrí mis ojos asustada.
Pude sentir como el chico rubio frente a mi se tensaba.
-Dios, su novia esta guapísima, me gustaría ponerla de cualquiera forma que le guste- dijo con burla un chico.
Oh no, Justin!
-Que diablos acabas de decir hombre?- espeto Justin dando la cara. No sabia quien había dicho eso pero seguro estaba pálido ante el tono de enojo del rubio.
El ambiente se volvió tan tenso que me sentía chiquita.
-Justin, cálmate- susurré. Tome su mano para que se diera vuelta pero parecía una piedra inspeccionando a todos.
Vi por fin al chico y parecía un papel de tan pálido que estaba. Justo en el momento en que el iba a decir algo las puertas se abrieron y salieron corriendo.
-Maldito marica- grito antes de que las puertas se cerraran.
Y me reí.
-De que diablos te ríes?- espeto con el ceño fruncido. Soltó mi mano para enrollar sus brazos en su pecho.
-Tranquilo hombre, yo estoy de tu lado- dije con suavidad y gracia. Me puse de puntitas en mis pies y bese su mejilla. El solo rodó los ojos.
Cuando llegamos a su penthouse, todo estaba como la ultima vez; hermoso. Nunca me cansaría de ver las luces de la ciudad que nunca duerme a esa altura.
-Bien, hiciste un postre nuevo para mi?-
-Mas bien, te compre algunas cosas que vi- tomo mi mano y me condujo hasta el sillón gris.
La mesa tenia varias bolsas de marcas reconocidas.
-Wow, Justin- estaba sorprendida pues esto era mucho para alguien como yo -No tenias por que hacerlo-
-En realidad sí, eres mi chica- beso mi mejilla y me apretó hacia su cuerpo pero yo aun no reaccionaba. -Pero ábrelos, quiero que me modeles- dijo con burla.
-No seas payaso, no voy a modelarte nada- golpee su pecho y el hizo un mojin.
-Es lo que merezco- se inclino hasta la primera bolsa y me la extendio.
Metí la mano nerviosa y saque de la caja un par de tacones dorados de charol. Lo mire asombrada y lleve una mano a mi boca, Dios.
-Como sabes que numero calzo?-
-Cuando tienes contactos hay que saber utilizarlos- dijo con burla por lo que solo alce una ceja. -Anda, te espera algo mas- tomo la otra bolsa y me la entrego entusiasmado a lo que reí, me encantaba su alegría.
-Seguro es una bomba- dije en broma para luego sacar la caja y ver el iPhone X. -Oh dios, Justin!- chille entusiasmada.
-Odio no poder saber de ti en horas- hizo un mojin. Me acerque a el con el corazón casi saliendose de mi pecho y me senté en su regazo, su cara tenia una sonrisa enorme.
Dios, estaba tan enamorada de este hombre. Sus ojos mieles preciosos brillaban y no podía sentir mas alegría que la que sentía ahora mismo.
-Te quiero demasiado, Justin- murmure antes de dar un beso a sus labios rosas.
Apretó mi trasero mientras el beso se tornaba intenso por lo que mordí su labio y pude escucharlo gemir.
-Falta una sorpresa mas- su voz se escuchaba mas ronca haciendo que mi estomago se revolviera.
Apretó mi cuerpo al suyo y a como pudo se puso de pie conmigo encima.
-Movimientos peligrosos, espero no morir- dije en broma y me queje cuando vi que empezaba a subir las escaleras. apreté mi agarre en su cuello sintiendo miedo.
-No confías en mi?- asentí viéndolo a los ojos -Entonces no tengas miedo, por que te aseguro que lo ultimo que haga es dejarte caer-
y sentí mi vida completamente hecha.
Cuando abrí la puerta de su habitación me llevo hasta su cama y me tiro tal cual costal de papa y mordí mi labio al verlo encima de mi. Dios, mis ovarios.
Lo vi caminar hasta su gran closet y sacar de este una funda para vestidos negra. Bajo el cierre de este y dejo a la vista un hermoso vestido de cóctel negro con una cinta dorada en la cintura.
-Es precioso- murmure poniéndome de pie. Toque la tela negra y pude sentir su suavidad.
-Mas por que tu lo llevaras puesto- sonrió con travesura y yo sentí mis mejillas arder al pensar en que el iba a quitármelo.
-Estoy tan agradecida por estos regalos, pero no me siento tan cómoda sabes?- dije con nerviosismo pues el lo había comprado pensando en mi y despreciarlo no era bueno.
-Bueno, en realidad lo compre por que quiero que me acompañes a una cena importante con los amigos de mi padre- guardo el vestido y luego se sentó en la cama sin mirarme.
-Y el problema es?- me senté a su lado.
-Muchos, empezando por el hecho de que es en Old Field, es de noche y el anfitrión de la fiesta es el padre de Leyla Banks, Orlando Banks- sus palabras fueron lentas y sus ojos esperaban una reacción.
-A que hora es la cena?- dije sin entusiasmo. No me queria topar con la chica que piensa que Justin es suyo y por la cual he tenido problemas,
-a las ocho-
-Bien, solo no me dejes sola-
-Jamas- beso mis labios cortamente varias veces hasta sacarme una sonrisa y la noche se escribió en nuestra mente para siempre.
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Oh, no Justin! {jdb}
Fanfiction¡Hola! Acompaña a Regina Belmont en este viaje de su primer amor. "Llego para hacer mi vida ordenada un completo desorden" Autora original: Fernanda Gómez. No se aceptan copias ni adaptaciones. No plagiar, se original.