treinta y siete.

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El lugar estaba repleto de gente con vestimenta mas cara que mi casa, llenos de piedras y materiales brillantes, trajes de gala y llamativos.

La mansión parecía una versión un poco mas pequeña de la casa blanca, candelabros colgando del techo, jarrones importados de Europa, los pisos impecables de mármol, manteles blancos y bandejas con capas con vino blanco llevadas por perfectos camareros.

Iba detrás de Justin todo el tiempo pues no me sentía del todo a gusto, algunas personas me hablaban solo para decirme que lucia bonita y otras se dedicaban a mirarme e ignorarme.

De un momento a otro, todos empezaron a murmurar. El hombre con dos mujeres de lado bajaba las escaleras; una de ellas era Leyla Banks quien lucia un vestido rosa con una avertura en la pierna derecha dejando ver la piel.

-Queridos amigos míos, he hecho esta honorable reunión para celebrar el aniversario de mi hermosa esposa Marilyn, quien está a mi lado y yo, -Todos aplaudieron- junto a mi preciosa hija Leyla Banks. Quiero que esta noche la pasen bien y disfruten de nuestro banquete, hecho por el mejor chef e hijo de mi mejor amigo, Justin Bieber,- todos aplaudieron en ese momento e hice lo mismo, viéndolo como sonreía amablemente a todos y hacia una reverencia hacia la señora -Todos alcen su copa por nuestro 40th aniversario- todos hicimos lo que nos dijo y luego tomamos del liquido.

Hice una mueca de asco al terminar.

Justin desapareció de mi vista pero Chaz no se despegaba de mi.

-Puta madre- el chico castaño dijo y bajo la cabeza tratando de ocultar su cara con su cabello.

-Qué paso?- lo mire divertida mientras se movía en el mismo lugar nervioso.

-Hope esta allá- miro hacia una dirección y la vi.

Era alta, cabello rojizo largo y ondulado, llevaba un vestido esmeralda que lucia con su piel blanca. Era alta y delgada.

-Hasta yo me enamoré- me reí viendolo y luego me calle al ver su expresión de desprecio. La vi caminar por el lugar hasta que se topo con mi mirada y la baje ruborizada. -Mierda, Chaz, ahí viene- dije rápido y como si fuera un animal peligroso me aleje de el.

-Hola, buenas noches chicos ¿Ya pobraron los camarones?- dijo la chica mientras llevaba unos a su boca. La salsa amarilla se veía exquisita.

-Hola- dijimos al unisono. Tome uno de los camarones bañados en una salsa amarilla y agaradeci. Chaz parecia querer que la tierra se abriera y lo tragara.

-Y bueno, ya vieron que Justin anda por ahí soltero- dijo con gracia por lo que me tense.

-En realidad viene con ella, es su novia- explico Chaz en un susurro haciendo que la chica se pusiera roja de las mejillas.

-Lo siento, no sabia, es solo que anda solo y...-

-No somos novios, solo lo acompañe- sonreí a medias. -Bien, los dejo por que necesito un poco de mas vino- le di una mirada al chico y el me suplico. Pero me importo poco.

Camine por el lugar hasta que me tropece con alguien y ese alguien era Justin.

-Cielo, ¿Por que estas sola?- tomo mi mano y me aparto de su platica.

-Chaz esta con su exnovia, no queria interrumpir- sonreí a medias. Mi piel estaba empezando a picar.

-Uy, que bueno, te iban a hacer opinar sobre su relación- rió.

La musica de piano se paro de un momento a otro y las luces descendieron.

-Marilyn, quiero bailar esta canción como si fuera la primera vez - el señor regordete con cabello blanco hablo por el micrófono.

Oh, no Justin! {jdb}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora