Oh, no Justin! {jdb}

veintidos.

San Valentin había llegado entre semana, por lo que durante la escuela, todos presumían sus globos de amor. Claro si había recibido de mis amigos un par de chocolates. 

Claro el día aun no acababa y por ahora solo estaba sentada frente a Malia que hacia una carta de amor hacia mi hermano.

-Crees que si le digo que lo amo sea excesivo?- pregunto con su miarda desesperada.

-Si, pero ya no es un secreto ¡así que adelante!- me reí en su cara y cuando ella la bajo molesta solo negué con una sonrisa para después beber de mi malteada. 

Malia seguía escribiendo mientras yo solo observaba mis notificaciones, hasta que en una foto en las publicaciones que me gustaron apareció Justin saliendo de una florería. Decidí no ver mas, por que mi corazón se emociona. Mordí mi labio tratando de aligerar mi curiosidad así que puse atención a mi amiga quien doblaba la carta y la metía en un sobre.

-Ojala este año te diga que si- me burle a lo que ella rodó los ojos. -Realmente no entiendo tu amor hacia el- la mire con curiosidad por lo que ella se ruborizo.

-Que decirte... el es el mejor chicos de todos, hace todo bien, es inteligente, guapo, con unos ojos encantadores y unos labios de infarto. Dios Regina, el es el chico de mi sueño- lloriqueo golpeando su cabeza con la mesa.

-Comprendo, pero ¿El te ha dado señales de que.. le gustas?- 

-Me a invitado a una cena esta noche- soltó con rapidez por lo que tarde en procesar la información. Empece a toser con desesperación y cuando me tranquilice la tome del cabello para que me viera a los ojos.

-No es una broma ¿cierto?- ella negó por lo que me quede impresiona- ¿es mi hermano? ¿el chico que cree que las menores no pueden andar con los mayores? ¿el que es policía y podría meter a cualquier mayor que anda con una menor? ¿el estúpido con obsesión con el sushi?-medio grite.

-¡Si, regina!, ¡ese!- espeto molesta para luego llevar su cabeza de nuevo a la mesa, golpeándola una y otra vez.

-No te quiero muerta- una tercera voz murmuro. Ambas miramos a mi hermano quien llevaba una rosa en la mano, podía verlo mover su pie izquierdo por nerviosismo. -Es para ti- la estiro hacia la cara de la chica haciendo que un pétalo le entrara en el ojo.

me reí por lo bajo a lo que ella me miro con enojo a lo que me calle e hice como que no estaba ahí, mirando por la ventana. 

Pude ver como mi hermano se llevaba a mi amiga a la otra mesa paralela a donde estaba así que observe a mi alrededor y una punzada de celos y tristeza me invadió.

Todos parecían tan felices con su pareja a su lado, dando cariño o con sus amigos festejando.  

Justin ni siquiera se había dignado a aparecer en toda la mañana, solo sabia de el cada que entraba a Instagram; pero el ni siquiera un "hola, perra" Pinches hombres culeros que me hacen sufrir.

Me puse de pie, para caminar hacia la puerta y antes de salir le alce los pulgares a mi amiga a lo que ella sonrió. 

Camine hasta mi edificio y pude ver un enorme ramo de flores en la sala. Me quede quieta por un momento, ¿era para mi?

-¿Crees que a tu madre le guste?- la voz gruesa de mi papa me hizo dar un saltito por el susto. Haciendo que mi corazón se quebrara con desilusión.

-Le encantaran- afirme con una sonrisa triste. -Estaré en mi habitación, me despiertas cuando cenemos- 

-Esto es tuyo- aviso antes de que me diera media vuelta entregándome una rosa y un chocolate. 

-Oh dios, gracias papá- lo abrace, sintiendo como un nudo se apretaba en mi garganta. Reteniendo las lagrimas me dispuse a caminar hasta mi habitación.