Fuck Karma

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"Una mujer con una voz es por definición una mujer poderosa. Pero la búsqueda para hallar esa voz puede ser extremadamente difícil"

-Melinda Gates

La fiesta tenía bollos, pastel de chocolate y una música agradable.

Victoria observó con atencion la risa despreocupada de su sobrina, la manera en cómo bailaba alrededor de la pequeña fuente y como charlaba animadamente con todos y cada uno de los allí reunidos.

El señor Wales el casero había convidado a todos en ese lugar para celebrar el hecho de que el desalojo del edificio había sido aplazado gracias a las malas relaciones públicas que Di Vaio manejaba hasta ese momento. Todo gracias a una impulsiva pelirroja sin pelos en la lengua.

Simón Wales sorprendió a la chica por detrás y le regalo un sonoro beso en la mejilla.

—¿Cómo está mi problemática favorita?

La chica sonrió.

—Y ese saludo tan amistoso ¿a que se debe?

—No seas modesta Cassie, todos saben que eres la heroina el día de hoy, y debo admitir que te veías bastante sexy gritándole al bastardo como se lo merecía.

—¿Heroina? No tengo nada de heroísmo en mi sistema, tan solo hice lo que cualquiera hubiera hecho en una situación semejante, los malos deben pagar.

Simón acarició la pálida mejilla de la joven, sin embargo al recibir una mirada de incomodidad por parte de esta se detuvo de inmediato.

—¿Siempre seré tu mejor amigo? ¿No es así?

Cassandra no respondió, desvió la mirada a ningún punto en específico y esperó a que Simón volviese a comentar algo.

—No tengo cabeza ahora para pensar en eso rubio. Necesito enfocarme en lo realmente importante.

Y sin más nada que decir Cassandra huyó al lado de su tía, dejando a su amigo completamente solo.

Hace varias semanas atrás, Simón se le había declarado. Al principio la noticia le había parecido lo más raro del mundo, pero después de un exhaustivo análisis, ya no tanto.
Si había algo que hacía temblar a Cassandra de miedo en ese mundo, era precisamente aquello.
La chica de las agallas de hierro le aterrorizaba la idea de enamorarse.
Le sudaban las manos el solo pensar que alguien tenía deseos de besarla, abrazarla o cualquier cosa por el estilo. No estaba acostumbrada a ese tipo de tratos, y se pensaba segura en su burbuja personal, no estaba preparada todavía para un novio.

Cassie se repitió levemente a sí misma, que su lucha era mucho más importante que cualquier cosa, y que por esa razón no podía distraerse.

—¿Que tanto piensas mi niña?—Victoria acaricio la mata de cabellos escarlata que fruncía el ceño con ansiedad.

Cassie negó levemente.

—Tía ¿puedo preguntarle algo?

—Ya sabes que sí cariño.

Cassandra frunció más el ceño y obligó a las palabras salir de su boca al mismo tiempo que la música del humilde lugar subía unos cuantos deciveles.

—¿Cuando decidió que quería enamorarse?

Victoria la miró con una ternura contenida. Y soltó una leve carcajada.

—Nunca decidí nada Cassandra, simplemente pasó. Y déjame decidirte qué fue una de las mejores experiencias que pude tener. Ya lo verás, encontrarás al hombre adecuado para ti, no debes de tener miedo.

Doble moral [Con pecado concebido *02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora