4. Mudanzas

19.7K 983 98
                                    


-Joder, Olivia, ¿qué tienes aquí? ¿tu colección de piedras?

Evan está cargando cajas y subiéndolas a su auto para llevarlas al apartamento.

-Cálmate. -Si tan solo supiera que está llevando mis libros. -No hay nada pesado ahí.

-Juro que me saldrá una hernia por tu culpa.

-Y yo te pagaré la operación, ¿feliz?

Levantó la mirada y vi su casi uniceja furiosa. Extrañamente, esto me daba una gran satisfacción.

Eran las diez de la mañana y ni Steph ni Phillip se habían aparecido, en cambio habían enviado un mensaje a sus respectivos mejores amigos avisando que llegarían en la tarde a ayudar. Eso para mí fue una clara señal de que mi amiga había pasado una noche memorable.

Luego de un par de viajes más, porque mis cajas eran pequeñas y muchas, llegó la parejita con el Jeep de Phill para hacer más fácil el trasporte. A las cuatro hicimos una pausa para almorzar pizza, la cual yo invité en compensación por estar ayudándome.

Alrededor de las nueve de la noche, y ya estando los cuatro cansados, habíamos logrado llevar casi todas mis cosas al apartamento de Evan. Todo era algo nuevo para mí pero no iba a quejarme.

Las únicas cosas mías que podía llevarme eran los cuadros que decoraban mi ex-casa, un juego de platos de colección de Los Vengadores que obtuve en la ultima Cómic-con a la que fui hace años, los muebles de la habitación donde dormía, ropa y cosas personales. El resto eran de mi arrendadora.

Me sentiría incomoda al principio al utilizar las cosas de Evan pero era un buen nuevo comienzo. Prefería eso a ir a vivir con algún desconocido. Y no conocía a Evan exactamente.

Dejando sólo una que otra pertenecía o caja vacía, Evan y yo subimos a su auto, Steph y Phillip al Jeep y nos dirigimos a mi nuevo departamento.

Evan estuvo poco platicador durante el día, lo que me hizo pensar que tal vez estaba reconsiderando todo el asunto pero, para mi suerte, no se opuso en lo absoluto.

Bajamos mis ultimas cajas y las dejamos amontonadas al lado de mí desnuda cama, en mi nuevo cuarto.

La habitación de Evan estaba arriba, junto con su propio baño. Y la mía estaba abajo, pasando por un lado de las escaleras, al final del pasillo. Las paredes eran azules y blancas intercaladamente. Y me encantaba.

La parejita se despidió de nosotros con una sonrisa. No sin antes Steph dejarme su comentario a escondidas de"ahí me avisas si se vuelve incómodo".

Tratando de evitar quedarme literalmente sola con él, en cuanto los chicos se fueron prácticamente corrí hasta mi habitación.
Evan pareció no comprender mi discreta indirecta porque me siguió y hasta entró luego de mí, cerrando la puerta tras de él. Este chico en definitiva es idiota.

-Para evitar momentos incómodos -Evan empezó a hablar-, vamos a hacer como si lo de hace una semana no pasó ¿vale? Simplemente somos compañeros de piso.

Tenía razón. No iba a estar rehuyéndolo toda la vida. Íbamos a compartir casa, y en clase del Sr. Turner él era mi pareja de asientos. Además, es alguien agradable.

-Tienes razón. Vamos a ser completamente normales. -Estiré mi mano en forma de saludo-. Empecemos de nuevo. Hola, soy Olivia Estrada, tengo 21 años, estoy estudiando leyes en la universidad de Colorado, y me gusta la comida china... mucho.

Él la tomó con una sonrisa.

-Hola, Olivia. Soy Evan Reyes, tengo 21 años, también estudio leyes en Colorado, me gusta todo tipo de comidas y tengo una muy genial compañera de departamento.

Luego de encontrar mis almohadas y sábanas y preparar mi cama para dormir, Evan se ofreció a preparar algo de comer, así que nos dirigimos a la cocina.

Mientras él sacaba dos rodajas de pan y les untaba unos aderezos yo veía la sala. Ya había estado aquí antes pero no había prestado atención a los detalles. Era amplia y tenía una gran ventana adelante que seguro iluminaba por completo la habitación durante el día. Sus sillones eran forrados de blanco y tenía una Smart TV colgando sobre la pared de la derecha. Abajo de ella había un pequeño mueble con su equipo de sonido, también había un pequeño comedor de vidrio para cuatro y sus cortinas eran corintas.

Evan me dio un sándwich que acaba de prepararme y al morderlo emito un sonido de satisfacción.

-Amo el tomate -dijimos al unisono. Ambos empezamos a reír.

-Mira -dije francamente-, me quedaré aquí hasta inicio del próximo año, cuando se vuelva a abrir el cupo para vivienda en los dormitorios.

-Me parece bien -respondió él-. Mientras, podemos conocernos y ayudarnos, ya sabes, con la universidad.

-Sí -digo alegre. Luego de una breve pausa me animo a preguntar lo que me ha estado torturando desde que me enteré de su situación-. Um... Evan, sólo... si no te molesta que pregunte... ¿por qué ahora, a mitad de año, buscabas una compañera?

-Larga historia.

-Tengo tiempo. Además vivo aquí.

-Mañana hay que arreglar tus cosas. Ponerlas en su lugar, acomodar todo, también hay que ponernos de acuerdo con el día a día. Ya es tarde. Deberíamos dormir.

-Viviré aquí poco más de seis meses, y no es como si tuviera tantas cosas para acomodar.

Evan parece no querer decirlo, pero finalmente, tras unos segundos que parecen eternos, cede.

-Vivía con mi exnovia.

-Ah.

-Sí, 'ah'. Ella era mayor que yo, nos conocíamos desde hace años y dijimos querer probar la convivencia.

-Y no funcionó -añado mientras pienso en que metí la pata por andar de preguntona.

Cada vez me parezco más a Steph.

-No. Sí funcionó, pero ella terminó la universidad el año pasado y tras meses de no poder desemplear como quería sus estudios, decidió irse y dejarme.

-Oh.

-Deja de decir 'ah, oh' -me reprende-. Ya acabó, da igual.

-Bueno, tienes razón..., me parece que debemos dormir.

-Sí, mejor -dice cerrando las puertas y acercándose a las escaleras-. Buenas noches, Olivia.

-Buenas noches, Evan.

Apagamos la luz de la sala y ambos caminamos a nuestras habitaciones.

Cierro la puerta y busco en una caja alguna de mis pijamas. Encuentro un pants azul y una blusa morada de tirantes.
Luego de cambiarme vuelvo a salir y entro al baño, que está al lado de mi cuarto. Me lavo los dientes y me quito el poco maquillaje que estoy usando.

Regreso y cerrando la puerta, apago la luz y me meto en la cama. Por fortuna hay un enchufe al lado, en la pared, y conecto felizmente el cargador a mi teléfono. Veo la hora: 10:45 pm.

Lo pienso un poco y le envió un mensaje a Steph.

-Nada incómodo.

No le voy a mencionar lo de la exnovia de Evan. No quiero andar de bocona.

Pasan minutos y por no recibir nada de vuelta apago el celular y lo dejo en la mesa de noche. Me doy vuelta y, arropándome, cierro mis ojos, preparándome para lo que viene mañana.

* * *

:3 agradezco sus tan bonitas opiniones sobre mi novela.

Dejen sus comentarios, votos, opiniones, etc. Así sé que les gusta y me animo a seguir adelante
Tambien pasen la voz sobre la historia. Seguro a más personas tambien les gustaría.

Bye 💙

Sólo Tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora