[Libro I Trilogía Silly Cliché]
Olivia Estrada es una agradable y alegre chica de 21 años, estudiante de una universidad en Colorado.
Cuando recibe una irremediable noticia, junto con su mejor amiga y confidente, Steph, deciden ir a un bar por un pa...
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-Ya no quiero.
-Sí quieres -repuse.
-No, no quiero. -Se removió, sujetando más fuerte su maleta-. Llevame de regreso a casa.
-No. Camina -insté.
-¿Sabes? Ocasionalmente te detesto.
-Y yo a ti. -Sonreí de oreja a oreja.
Caminamos un poco más hasta el mostrador para registrarla. Al fin logré que estuvieramos en la sala de espera del vuelo.
Olivia estaba inquieta, moviendo las manos y mirando a todos lados.
-No intentes huir -advertí.
Ella se dejó caer hacia el respaldo de la silla y cruzó los brazos.
-Injusto. -Volteó a verme-. ¿En serio no puedes ir conmigo?
-Creo que es algo que debes hacer sola. Además, la universidad comienza la otra semana y aun debo terminar de ver mis asignaturas.
-Dios, que molesto.
-Calma, -pasé la mano por su cabello- te irá bien. Estoy seguro que todo saldrá bien.
Bajó la cabeza.
-¿Y si se molestan? No les he visto desde la vez que fuimos juntos.
-No creo que sean tan rencorosos -argumenté-. Y, si tienes problemas, siempre puedes llamarme.
Asintió en silencio.
-Aún no hemos desayunado, ¿cierto?
-No -respondió-, ¿Por?
-Vamos. -Tomé su mano y la halé-.
-El avión sale en un par de horas.
-Tenemos tiempo.
En el aeropuerto había una pequeña cafetería y nos sentamos afuera. Una chica rubia y con delantal se nos acercó.
-Un café negro cargado -pedí-, y un panquecito de chocolate, por favor.
La mesera asintió y se fue.
-No quiero café -murmuró Olivia.
-Lo que quieres y lo que necesitas son cosas distintas.
Se removió y miró a un lado, apoyando la cabeza en la mano.
-¿Y si se niegan?
-Tú decides si quieres seguir o no.
-Sí pero no lo he meditado mucho en lo absoluto.
Me encogí de hombros.
-Siempre puedes decir que no. Negarte y quedarte conmigo. -Estiré la mano y tomé la suya, rozando su tatuaje con el pulgar-. ¿Qué crees que digan de esto?
