-¿Y éste? -pregunto levantando una barra de chocolate con maní-.
-Vale, trae ese. Pero sólo eso. -Regaña.
-Pero... pero... -Antes que se dé la vuelta hago un puchero-. Quiero un juguito tambien...
-Ugh. Vale, traelo tambien. -Olivia me sonríe y yo giro para ir a los estantes a por nuestra comida-. ¡Traeme uno tambien! -la escucho gritar y ahora yo sonrío.
Estamos en una de las tiendas de comida del aeropuerto, haciendo tiempo para nuestro vuelo a Seattle. Aún faltan un par de horas para irnos y facturar, pero ambos acordamos tener tiempo.
Algo que odiamos por igual es la impuntualidad, y peor al momento de viajar, cuando siempre ocurre algo que nos retrace.
Tomo las barras de chocolate y dos botellas de jugo de naranja frias. Cuando llego al mostrador noto que Olivia no está e inevitablemente siento una preocupación.
¿A dónde fue?
-Ya vuelvo -anuncio al encargado del mostrador y me vuelvo a adentrar en la tienda.
Tras un par de vueltas entre estantes no la encuentro y por inercia miro hacia afuera del lugar: Olivia parada frente a los ventanales viendo los aviones ir y venir.
Pongo una mano en mi cuello, tratando de encontrar mi pulso. Cuando logro volver a llevar aire a mis pulmones, me apresuro a pagar las compras y llegar junto a ella.
Le tiendo una de las barras y un jugo pero Olivia no despega la mirada del cielo. Sus ojos no dejan de admirar la vista y extrañamente tengo sentimientos encontrados; me encanta verla así de emocionada pero hay algo en ella que reconozco... y no me gusta.
-Olivia -llamé-. Olivia.
-Ah. Perdón. ¿Qué? -A pesar de responder ella se veía distraída.
-Toma. Y ven. Hay que ir al area de espera.
.
-Me alegro que hayamos conseguido quien nos pasara los apuntes de las clases -dijo Olivia mientras caminabamos al avión. Finalmente habían llamado para el vuelo y estabamos a punto de abordar.
-Yo igual. Sino no hubieramos sido capaces de venir ambos.
Entregué mi pase y seguimos por el pasillo.
-Sí. Te lo agradezco. Sé que es extraño haberte pedido a ti que vinieras pero...
-Tranquila -interrumpí-, no debes explicarte. Somos amigos. Lo que que necesites yo te ayudaré. Aún si es sólo... de apoyo moral -sonreí-. Y serán
sólo cuatro días.Aunque dije eso, realmente no lograba comprender cuál era el problema entre ella y sus padres.
Entendía que siempre existen desacuerdos pero ¿hasta que punto?
Phillip me dijo que Steph se ofreció a acompañarla en vez de mí, pero que Olivia no aceptó puesto que ya había faltado a suficientes clases en su semana con sus propios padres.
Todo era un cumulo de preguntas sin respuesta.
. . .
Nunca había estado en Seattle, pero a decir verdad era bastante bonito y acogedor.
Al llegar lo primero que pensé fue que si sus padres nos recogerían. Lo extraño fue que ella buscó un taxi y le dió la dirección, lo que significaba que, o sus padres no sabían que veniamos o no les importaba cómo había viajado su hija.
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Sólo Tú ✔
Romance[Libro I Trilogía Silly Cliché] Olivia Estrada es una agradable y alegre chica de 21 años, estudiante de una universidad en Colorado. Cuando recibe una irremediable noticia, junto con su mejor amiga y confidente, Steph, deciden ir a un bar por un pa...