Sólo Tú ✔

20. Mal Tercio y Un Par de Sombras.

-¿Preparado?

-Preparado -confirmó.

-¿Seguro?

-Segurísimo.

-¿Tanto como Voldemort de su inmortalidad por los Horrocruxes?

-Tanto como Harry de la lealtad de sus amigos.

-Bien... ¿Listo? -volví a dudar.

-¡Que sí estoy listo!, sólo hazlo ¿quieres?

Empecé a decir pregunta tras pregunta a Evan sobre la constitución Estadounidense y algunas cosas sobre consulados del estado. No era un tema facil, al menos no para él, y para mi asombro, contestó perfectamente.

-Bien -dije al terminar-, creo que estás listo para tu examen.

Se dejó caer sobre la almohada de su cama con un brazo sobre sus ojos.

-Gracias, Olivia, en serio que esta clase es dificil para mí -dijo sobando su frente con ambas manos.

Me encogí de hombros aunque sabía que él no podia verme.

Han pasado tres días luego de haberme enterado que sería tia. Steph está pensando las cosas y tratando de decidir qué es lo mejor para hacer. Tanto para ella como para Phillip, y sobre todo, su bebé.

Tambien han pasado cuatro días desde que Evan habló entre sueños. Hemos estado estudiando juntos para la universidad cada noche pero no he podido hablarle. Yo estuve pensando en mi amiga y él, desde que su hermano se fue el lunes de regreso a su vida en otro estado, ha estado distante, casi como si pensara demasiado las cosas y eso le estuviera carcomiendo. Quisiera decir que estuve insistiendome en hablar sobre el tema con él pero me siento reacia a querer saber la verdad, y eso me está volviendo loca. Estoy siendo una cobarde... otra vez.

¿Por qué tengo siempre que huir de la realidad? Tan sencillo que sería amenazar a Evan con arrancarle las bolas si no me dice con lujo de detalle lo que ocurrió aquella vez; o al menos lo que recuerde, que no sé cuánto es exactamente.

En el fondo, mi sentimentalismo y yo sabíamos que Evan no era mala persona, desconocía sus razones para mentirme pero eso no borraba todo lo bueno que ha hecho por mi.

Ahora, estaba mi lado racional y lógico que no quería confiar en él porque sentía que volvería a mentir, y eso me molestaba.

Estaba teniendo una guerra interna y realmente desconocia quién iba ganando.

Por el momento, para no dejar ganar a ninguna, decidí mantener silencio, aunque dudaba que pudiera por mucho tiempo.

-¿Olivia?

-¿Mmm? -respondí levantando la vista hacia mi compañero.

-Sé que es tu mejor amiga y eso, y que debes por consiquiente guardarle secretos pero... ¿Has notado a Steph... rara?

-¿Rara? ¿Qué rara? ¿Qué tan rara? Espera, define rara.

Él se enderezó, quedando de frente hacia mi con sus piernas cruzadas, -Corrijo: ¿Tú te has sentido rara?

Sentí la sangre irse de mis venas, -¿Por qué estaría rara?

-No lo sé -se encogió de hombros-, te noto como... confusa. ¿Estás bien?

-Basta -sonreí fingidamente-, no te preocupes por mí.

Comencé a abanicarme con mi mano, pero él alzó la suya y me detuvo, -Siempre me preocuparé por ti ¿Okay? Calma. -Sonrió de lado y soltó mi mano.

Me aclaré un poco la garganta y, tras un pequeño silencio, continué la conversación. Quería saber qué tanto sabía él, o peor, que tanto sabía Phillip.