2. ¡¿Qué?!

27.9K 1.1K 215
                                    

El timbre de mi casa suena y rápidamente voy a abrir ¡Steph está aquí!

La saludé con un veloz beso en la mejilla y casi la arrastré del brazo hasta mi sala.

-¿Qué pasó ayer? -Esta frase quedará para siempre en mi memoria pues ya me lo había preguntado más de treinta veces en menos de veinticuatro horas.

-Pues qué va a pasar -dice levantando los hombros, tratando de restarle importancia.

-Hablo en serio. ¡Desperté en casa de Evan!

-¿Ah? ¿El de la Uni?

-Lo que escuchas. -Me crucé de brazos.

-Pu-pues... me llamaste y dijiste que te iban a echar de casa...

El feo recuerdo de que mi anciana arrendadora me dio 15 días para desalojar mi casa me hace sentarme.

-Mierda -murmuro -. La vieja me dijo que había vendido el apartamento. Debo mudarme.

-¿Estás de coña?

Negué con la cabeza.

-¿No te lo dije ayer?

-Nop, ayer no diste detalles. Estabas algo furiosa y solo hice lo que pediste: te embriagué.

-Pues eso, tengo dos semanas o de patitas en la calle. ¡Por dios, Steph, déjame quedarme contigo!

-Chica, ya sabes que vivo en los dormitorios de la Universidad y ni loca mi compañera me deja meter a otra persona ahí.

-¡Steph, que me quedo sin casa!

-¿Por qué no buscamos otro lugar? Ya vas que no hay más como este.

-No tan económicos. Sabes que mi presupuesto no es tan alto. -Hice un puchero-. Solo es otro año y medio de estudios y se acaba, ¡debe haber una salida!

-A ver, cálmate. Sigamos con la historia de Reyes.

-Ah, sí, eso.

-Sí, luego de llamarme y exigirme sacarte de aquí te pasé recogiendo y fuimos a ese bar que nos comentó Patty la vez pasada, ¿recuerdas?

-Sí, sí. Nos tomamos como 5 tequilas cada una y luego...

-Y luego se nos unieron los de la universidad -termina-. O bueno, creo que nosotras les hablamos a ellos.

-Joder. -Un fugaz pensamiento pasa por mi mente-. Por cierto, ¿tú qué hacías en casa de Phillip?

Ella baja la mirada a sus manos -ahora en su regazo- con una picara sonrisa.

-Nosotros... nos... -hace una pausa y la vergüenza la puede más-, pues eso, nosotros nos.

-¿Tuvieron sexo?

Ella asiente con la cabeza.

-Síiii. Dios, fue tan... no sé. Y me despertó con besitos cuando escuchó mi celular con tu mensaje. Desayunamos y me vino a dejar hasta tu puerta.

-¿En serio? -digo incrédula.

-Sí, también traíamos entrelazados los dedos en el auto y dijo llamarme luego que te calmaras.

-¿Le dijiste de mí? -pregunto casi horrorizada.

-Por supuesto. Aunque no entré en detalles. Le dije que estabas casi en pánico y necesitabas hablar conmigo. Él se preocupó, debo agregar.

-Dios -suspiré y recosté en el sillón.

-¿Tú lo hiciste con Evan? -pregunta frunciendo el ceño.

Sólo Tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora