16. POV Evan - Peleas

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-Especial Mesiversario 4/?-

La convivencia es algo que yo ya había probado. Viví con alguien casi cinco años y todo fue de maravilla. Incluso adoptamos una que otra costumbre del otro.

Mi forma de madrugar viene de familia, no logro pasar de las siete de la mañana dormido a menos que sea por alguna resaca por haber salido la noche anterior.

Por lo tanto, las pocas semanas que he empezado a pasar con Olivia en mi departamento aprovecho a despertar y hacerle el desayuno. Tambien le hice la cena las veces que nos reuniamos. Por supuesto, no soy alguna clase de idiota que le prepara comida a alguien a cambio de nada. Es este caso, no buscaba más que su perdón.

Intenté, juro que traté, de decirle en algún momento adecuado sobre lo ocurrido entre nosotros, lamentablemente ese momento jamás se presento.

Creo que no existe una situación perfecta para confesar una mentira.

Así que, con forme pasaron los días, decidí dejar atrás esa noche al igual que ella. Nos llevabamos de maravilla, ella aceptaba mis gustos músicas y mi estupida manía de dejar una que otra cosa regada por ahí, y yo aprendí a vivir viendola despertar con el peinado de Mafalda. Teniamos una relación de compañeros bastante buena.

Incluso algunos días -más en los que nos tocaba la clase del Sr. Turner- ibamos y veniamos en mi auto. Ella decía que preferia pagar un taxi o incluso pedirle a Steph que le llevara, pero me negué a dejarla, excusandome con que era más sencillo para ambos. Por alguna razón sentía un instinto protector un tanto paternal por ella. Tal vez por era mi primera amiga cercana mujer.

Fuí feliz hasta que paseando entre pasillos escuché algo que definitivamente no me gustó.

-Ahí, es él-susurró una pelinegra a otra mientras me señalaba-. Sólo juega con las mujeres.

Fruncí el ceño un tanto ofendido pero definitivamente no podía decir nada, no sabía si estaban hablando de mí.

Llegué a clase de Química, en busca de Phillip, pero cuando me asomé por fuera y vi a través de la ventana de la puerta hacia dentro, terminé llevandome una gran sorpresa.

Entré, abriendo fuertemente la puerta y somatandola en el proceso, dejé en el suelo mi mochila con algunos libros y me acerqué rapidamente hasta mi amigo, que tenía sujeto del cuello de la camisa a un chico. El profesor estaba a un lado, los tres casi en el centro de un semicirculo que habían creado los demás alumnos.

Tomé a Phillip fuertemente de los brazos y logré hacer lo que el maestro no había podido: Separarlos.

Luego que se soltaran me interpuse entre ellos. Para mi asombro, Will Suarez estaba tratando de arreglarse las imaginarias arrugas que le había dejado mi amigo y antes de decir algo habló.

-Pero miren quién está aquí. ¿Qué? ¿No puedes defenderte tú y mandas a tus amiguitos? -su tono era suave pero estaba fomentado por enojo.

No entendí y Phillip me evitó preguntar. -Anda Suarez, ten el valor de repetir lo que decías a sus espaldas -dijo-. Y ten el valor de repetir lo que dijiste de mi novia maldito idiota -se intentó volver a acercar para golpearle pero lo detuve.

Giré mi cuello hacía Will. -¿Qué dijiste, idiota? -gruñí. No sabía si era el culpable o de su ofensa, pero mi amigo, el que siempre ha estado conmigo, le quería partir la cara. Yo no iba a ser dulce con él.

Will sólo chasqueó los dientes en señal de ira. Antes de volver a preguntar la voz de una castaña de jeans y medio kilo de maquillaje nos interrumpió.

-En realidad... él -señaló a Suarez- sólo comentó lo que yo dije. -No me hizo falta verla más para saber que quería ser el centro de atención.

Hablé bruscamente. -Ya, dime que fue lo que empezó esto -mi voz fue más una orden de lo que quería.

-Bueno -rodó los ojos-, sólo hablamos un poco de tu novia.

¿Mi novia? Creí que todos en la universidad sabrían que mi relación con ella terminó hace meses.

-Se refiere a Olivia -explicó Phillip. Mi cara se contrajo entre duda y enojo.

-¿Qué? Olivia no es mi novia -dije.

-Es sólo que... se les ha visto venir juntos y se rumoreaba que viven juntos. Además, que en la fiesta de el sabado la engañaste con una chica del area de Psicología.

¿Pero qué mierda?

-Además, que ella te había perdonado -esta vez habló Phillip-, y que yo hacía lo mismo con Steph.

Negué con mi cabeza, exasperado.

-Escucha... -empecé

-Sandra -soltó.

-Escucha -no le di importancia a su presentación. Personas de su tipo no se merecian ni mi tiempo-, no te debo ni una maldita explicación -siseé-, pero como sé que las chicas como tú no comprenden el evitar meterse en la vida de los demás: No tengo novia, Olivia es una compañera, ¡Nada más!, ¿Primero me hacen una novia y luego se inventan que incluso la engañé? Yo ni siquiera fuí a esa estupida fiesta.

Mi pecho subía y bajaba. Estaba alterado. A mi nunca me han gustado los chismes, sé lo que es sufrir por ellos, no quiero que Olivia pase por eso.

-Todos me conocen, saben que no soy un mujeriego de mierda que se tira a una chica una noche y al día siguiente la echa, así que más les vale dejar los estupidos rumores sobre mí y mis amigos, porque de lo contrario vuestra última preocupación será este chico furioso aquí presente.

Le hice una seña a Phillip para irnos, tomé mi mochila del suelo y salimos sin darles tiempo a responder.

. . .

¿Alguna vez se han sentido vigilados? Yo todo lo que siento son los escalofrios que provoca Olivia al estar viendome por el rabillo del ojo.

Es jueves, día que nos sentamos juntos en clase. No le comenté nada de mi pequeña conversación con Sandra y sus amigos, ni siquiera le di importancia despues.

He estado escribiendo una parte que el profesor dictó de la constitución y Olivia no se mueve.

Bueno, no mueve su cuerpo porque sus ojos no se han despegado de mi mientras trato de concentrarme.

De repente casi escribo un "Señorita Estrada", que fueron las palabras del maestro, llamando a Olivia.

Al ver que aúm seguía inmersa en mí le escribí una pequeña nota que sabía que leería si la presentaba correctamente. Su cara de sorpresa fue algo que nunca olvidaré, y mientras ella respondía yo hacía mi mejor intento por no reir de su ternura.

Extrañamente, me encontré preguntandome qué era lo que tanto absorbia a Olivia en sus pensamientos... de mí.

* * *

Me odio 😣 y ustedes seguro tambien me odian.

Odio no poder hacer el especial como lo tenía planeado, pero no he tenido ni mi telefono para escribir 😭 Todo es un problemaaaa.

Ahora, con el lado bueno...,
¡Estamos en el puesto #4 en Novela Juvenil!

Jamás había llegado a tanto 😱😭💕 Dicen que la felicidad no depende de personas ajenas a uno mismo pero sin ustedes no podría ser tan feliz.

-Os quiero un montón ❤

Sólo Tú ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora